Antropólogos y científicos de diversas áreas han estudiado a los rarámuris para entender cómo son capaces de correr largas distancias, trayectos que en la vida 'occidentalizada' sólo consiguen atletas de alto rendimiento, quienes, por cierto, cuando se han enfrentado a los integrantes de este pueblo originario han sido superados.

Algunos autores sugieren que para comprender las capacidades extraordinarias de los tarahumaras es necesario estudiar su origen, pues se asentaron en lugares alejados e inaccesibles de la sierra para protegerse de la invasión española durante la Conquista.

Tuvieron contacto con misiones jesuitas, pero al ser expulsada esta orden del territorio del imperio español, los tarahumaras siguieron su vida en las abruptas regiones donde se asentaron, y desarrollaron un sincretismo muy particular de sus costumbres y las ceremonias católicas.

Las distintas comunidades rarámuris suman alrededor de 100 mil integrantes. Estas poblaciones están alejadas unas de otras y la única forma de mantener contacto entre ellas es atravesando la sierra a pie.

Ante la falta de automóviles, caballos u otro medio de transporte, se cree que los rarámuris evolucionaron para resistir las largas distancias que realizan hasta la actualidad, y que sorprenden a quienes son ajenos a este peculiar e increíble pueblo de 'los pies alados'.

Redacción IBERO