El Mtro. Pedro Padierna Bartning, Presidente del Consejo Directivo del Patronato de la Universidad Iberoamericana, Fomento de Investigación y Cultura Superior, A.C (FICSAC), presentó su ‘Informe de actividades 2021’, el cual dio a conocer durante la Asamblea General de Asociados de FICSAC.

Destacó que se consolidaron sus programas de excelencia académica y de investigación, se renovaron sus apoyos a estudiantes y profesores, se actualizaron sus redes de vinculación con los sectores productivos y se mantuvieron sus programas en la IBERO Tijuana, el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH), la Prepa Ibero y el Centro Ibero Meneses.

En específico: la línea de Obtención de Grado del Programa de Excelencia Académica continuó vigente para las y los docentes de la IBERO Ciudad de México, la IBERO Tijuana y la Prepa Ibero; el programa de Becas Emblemáticas ha brindado al estudiantado beneficiado la oportunidad de recibir la mentoría de un experto en su disciplina; y se reactivaron las estancias académicas y las líneas de movilidad estudiantil.

En el fomento a la investigación se siguen fortaleciendo tres líneas de acción: financiamiento a proyectos de investigación científica y tecnológica, reconocimiento a la investigación con sello IBERO y reconocimiento a los becados de investigación; se entregó el Estímulo al Desempeño Docente a profesores(as) destacados por su trabajo pedagógico y su compromiso con los valores ignacianos.

Se apoyaron los talleres de emprendimiento impartidos en el Centro Ibero Meneses a mujeres y hombres de la zona de Santa Fe y se realizó la tercera edición del ‘Congreso Construir con Visión’, donde influyentes líderes empresariales, consejeros y asociados de FICSAC analizaron las mejores prácticas para reactivar la economía a través del emprendimiento. Asimismo, los consejeros del Patronato participaron en un conversatorio en la ‘Expo IBERO Posgrados’ y también se participó en el foro ‘Inversión social y equidad en educación superior: retos ante la pandemia’.

Por otra parte, Padierna dijo que, desde el nombramiento del Padre Luis Arriaga Valenzuela como Rector de la IBERO, el Consejo Directivo del Patronato ha confiado en que la visión y liderazgo del Doctor Arriaga llevarán a la Iberoamericana a fortalecer su prestigio internacional y a consolidarse como una Universidad moderna y de vanguardia.

Como FICSAC y la IBERO son una dualidad permanente, “asumiremos como propias, las prioridades del Padre Rector” y, “nos sumaremos a colaborar en sintonía con su rectorado en temas como la excelencia humana integral, la incidencia social, la internacionalización e interculturalidad”.

Asimismo, continuó, como en estos años se aprendió que se debe poner la mirada en la universidad del futuro, se tiene que refrescar la visión estratégica del Patronato, poniendo la mirada en el exterior. “Por esa razón, recientemente, emprendimos la tarea de analizar minuciosamente el papel que desempeñan los patronatos de otras instituciones jesuitas en el mundo”.

El objetivo de acercarse a otros patronatos es intercambiar experiencias y saberes y, si fuera el caso, “redefinir nuestra visión estratégica acorde con la nueva realidad, e incluso, reinventarnos con un nuevo modelo de gestión que coadyuve en la edificación de una Universidad con visión de futuro que resuelva los problemas sociales desde lo global y lo local, a través de soluciones sustentables, interdisciplinares y multiculturales, siempre guiados por el espíritu ignaciano”.

El Rector comparte con el Patronato las ‘Prioridades Estratégicas de la Ibero’

Luego de que concluyera la Asamblea General de Asociados de FICSAC, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dictó la conferencia magistral ‘Prioridades Estratégicas de la Ibero’, en la que compartió los cinco temas prioritarios de su rectorado: Excelencia humana integral, Incidencia social, Internacionalización e interculturalidad, Fortalecimiento de la identidad ignaciana, y Eficiencia y sostenibilidad.

Al ahondar en las prioridades enunciadas, dijo que cuando se habla de excelencia hay que colocarse más allá del paradigma productivista, es necesario redimensionar lo académico para no reducirlo al saber racionalista y excluyente, y comprender que todo el saber producido en las diversas disciplinas académicas es un paso imprescindible para el ejercicio de la crítica.

“Perseguimos la excelencia ante la totalidad de la realidad, no ante parcelas de ella. Puede parecer pretencioso, pero desde el quehacer universitario no podemos renunciar a considerar la complejidad del mundo y de los procesos que le dan forma. No debe confundirse la excelencia con la adopción de una lejanía con respecto a cuanto acontece en nuestra realidad, es decir, no se trata de crear gabinetes de cristal, sino de generar innumerables espacios de encuentro a salvo del dogmatismo y del conformismo que ponen en riesgo a las comunidades científicas”.

El Rector detalló que la excelencia humana integral que propone como una de sus prioridades busca poner en el centro de su quehacer a las personas, y orienta la maestría técnica o práctica hacia la lucha por la igualdad, la libertad, el diálogo y la justicia. Y, aclaró, que la noción de excelencia humana integral no es un fin en sí misma, sino un proceso que atraviesa cada una de las actividades que se realizan dentro de la Universidad. 

En cuanto a la incidencia social, mencionó que el modelo educativo de la IBERO tendría que dar como resultado mujeres y hombres que han asumido el compromiso de poner su conocimiento al servicio de los demás, incluida la perspectiva crítica que hace privilegiar las soluciones colectivas sobre las individuales. 

“Nuestra incidencia social comienza en las aulas. El saber no debe ser neutro, no debe ser una sucesión de frases o de conocimientos inocuos. La práctica educativa debe incidir en la mente y en el corazón de todos nuestros estudiantes, sobre el saber auténtico que genera rupturas con las prácticas de dominación, pero también de sumisión. Estas rupturas son necesarias si queremos tomar en serio la tarea de identificar y ayudar a la materialización de las prácticas, estructuras y sistemas que garanticen a todas las personas el acceso adecuado a una vida plena”.

La incidencia también tiene que ver con el reconocimiento de la IBERO como un actor social relevante en los ámbitos de la vida pública nacional. “De aquí que tengamos la obligación de tender puentes entre todos los sectores que conforman la sociedad. Es necesario extender más allá de nuestras aulas el diálogo y la discusión, transformar éstas en propuestas concretas, en el compromiso compartido con el bien común mediante la investigación, colaboración y la tecnología”.

El Dr. Arriaga comentó también que hoy en día hay que adaptarse a un nuevo modelo de internacionalización, y que, “estamos llamados a formar ciudadanos con una visión global, que comprendan la importancia que implica asumir la diversidad y variedad de otros pueblos y formas de vida”.

Con base en lo anterior, las dimensiones que en la IBERO se impulsarán para mejorar la internacionalización son: la movilidad de estudiantes y académicos; la formación curricular y extracurricular; la producción académica en redes internacionales; la formación integral para la interculturalidad; y el intercambio y transferencia de conocimiento en temas de gestión.

Al proseguir su discurso, el Dr. Arriaga dijo que las constantes crisis en el mundo, la pandemia, el sufrimiento continuo de millones y la devastación ecológica, dejan ver que las soluciones que hasta ahora se tenían están en un proceso de agotamiento. Y aunque algunos problemas han dejado de ser vigentes, por haberse transformado, es preciso desarrollar nuevas y creativas fórmulas para acercarse a las complejidades de la experiencia humana en el mundo.

En ese sentido, el diálogo intercultural resulta apremiante. De forma particular, la Universidad está llamada a un diálogo de saberes que, como señalaba el padre Arrupe, transforme y re-cree la cultura. “Eso es lo que queremos, crear, recrear la cultura. La interculturalidad representa el reto de ir más allá de las apariencias para generar encuentros y diálogos que nos permitan colaborar en lo común y potenciar las diferencias”.

Todo lo antes mencionado pasa por el necesario fortalecimiento de la identidad ignaciana de la Comunidad Ibero, que es el cuarto eje de acción del rectorado del Dr. Luis Arriaga, quien dijo: “La espiritualidad que nos heredó San Ignacio considera la libertad humana como uno de los valores centrales del seguimiento de Jesús. En esta libertad optamos por poner nuestras habilidades y conocimientos al servicio de los demás”.

Añadió que la misión de la IBERO, como universidad confiada a la Compañía de Jesús, consiste en propiciar entre sus alumnos y alumnas una experiencia de vida que les permita renovarse constantemente. “Aspiremos a que nuestra práctica profesional lleve recurrentemente al alumnado y a nosotros mismos a la pregunta: ¿en qué tipo de persona me estoy convirtiendo?; sin olvidar otra pregunta igualmente básica y eventualmente crítica: ¿a qué tipo de sociedad quiero contribuir?”.

Para concluir su conferencia, Arriaga Valenzuela se refirió a la eficiencia y sostenibilidad de la Universidad, quinta línea de acción prioritaria de su rectorado. Lejos quedó, dijo, el tiempo en que los patronos aportaban todo el capital para el sustento de los estudiantes, y a tiempos diferentes deben corresponder modos de proceder que respondan a esa diferencia.

Aunque es de vital importancia procurar estrategias que permitan mantener la salud financiera de la Universidad, no son tiempos para vivir sólo de donativos o de aportaciones altruistas. “Dejo aquí, desde luego, mi constancia de mi aprecio y mi gratitud por sus aportaciones; sin embargo, también les pido, como patronato, asumir una función novedosa que permita procurar cada vez más apoyos sustantivos a la Universidad”.

“Los necesitamos a ustedes, queremos que la colaboración vaya más allá de los donativos, nos interesa su consejo y su apoyo, cierto, pero también que no se desdibuje su identidad como un patronato que busca la mejora continua de la universidad, sobre todo la parte de su infraestructura”.

La continuidad de la misión de la IBERO, agregó, depende en gran medida de que sus estrategias directivas sean competitivas a partir de las orientaciones y principios que sustentan su quehacer. “Para ello estoy construyendo una estructura financiera que nos permita consolidar e incrementar el patrimonio estructural de la Universidad a corto y largo plazo. Su experiencia, su colaboración (del Patronato), son esenciales para lograr esta sostenibilidad”, finalizó.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN