“Para alguien como yo es una sensación muy extraña escribir un diario, no sólo porque nunca he escrito, sino porque me da la impresión de que más tarde ni a mí, ni a ninguna otra persona, le interesarán las confidencias de una colegiala de 13 años”.

Ana Frank (entrada de su diario del sábado 20 de junio de 1942).

‘Dónde está Anne Frank’ es una película con un “mensaje de esperanza para la humanidad”, dijo la Mtra. Rosa Wolpert Kuri, oficial de Educación de la UNESCO en México, en el marco de la proyección en la IBERO de esta cinta, con motivo del ‘Día Mundial de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto’.

Este filme de Ari Folman, que fue parte de la selección oficial 2021 del Festival de Cannes y que para conmemorar la fecha el Fondo Anne Frank compartió a las oficinas en todo el mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), también transmite el mensaje de que el holocausto no se debe olvidar, “para seguir luchando para que esto no pase nunca más”, agregó Wolpert.

Luego de proyectarse la cinta, estudiantes del Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México comentaron: por qué la vida y el diario de Ana Frank siguen siendo relevantes; cómo puede la enseñanza del holocausto ayudar a proteger los derechos humanos; y qué dice la película sobre cómo recordar el pasado, su impacto en el presente y en el futuro, y para qué recordar.

Yenni Girón Galeano mencionó que ‘Dónde está Anne Frank’ representa a un cine que recoge la memoria, transmite un profundo mensaje antibelicista y que analiza, en contrasentido, la bondad del ser humano frente al rechazo al otro diferente. Es a la vez una crítica socio-política y un llamado de atención a la discriminación y xenofobia que históricamente se han vivido y que todavía se padecen en el presente.

La película recuerda algo acontecido hace más de 80 años, para que nunca vuelva a suceder. “Pero, desgraciadamente, la violencia, el genocidio y las guerras, se siguen repitiendo”, apuntó Xatziri Peña Licea. Es así que, como muestra el filme, el diario de Ana “no vale si no decimos: nunca más”; y este es también el gran mensaje de conmemorar a las víctimas del holocausto y a las de cualquier otro genocidio y violencias, añadió.

Y, para Rafael Chico Quintana, la cinta animada es “una de las obras mejor logradas del absurdo de la racionalidad genocida”. En tanto que Ana Frank está viva en la lección de su obra, la cual excede describir la singularidad de “una vida llevada contra las cuerdas”, porque en su narrativa cuenta la experiencia de las y los otros.

Por su parte, la Dra. Yael Siman Druker, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas, abundó que el diario y la vida de Ana Frank siguen siendo relevantes porque cuentan una parte de lo que fue el holocausto, la de personas y familias que se pudieron esconder de los nazis, y lo que les significó perder su libertad y la posibilidad de asomarse a ver la luz del día.

Ana dejó un registro de cómo vivía día a día, lo que sentía, lo que pensaba, y desde la conexión con sus emociones y reflexiones, “nos mueve el alma”. Por otro lado, es un puente entre el pasado y el presente, es un recordatorio de los males de la humanidad, “pero también de la capacidad que tenemos de no perder la esperanza y de no dejar de creer en el ser humano”.

Sobre la película, mencionó que invita a pensar cuál es el papel de la historia, de la memoria y cómo se conectan, es decir, cómo recordar el pasado de manera que sea significativo en la sociedad actual; “que sea una memoria viva que tenga sentido para nosotros”. Es asimismo un llamado a ser conscientes de cómo han crecido la xenofobia, racismo, antisemitismo y negacionismo, y qué se puede hacer frente a ello.

Finalmente, Siman, coordinadora del Posgrado en Ciencias Sociales, consideró que, a pesar de los males que existieron en el pasado y que seguirán existiendo, hay esperanza, hay que recordar y hay que preocuparse por las y los demás, pues “podemos contener la maldad con la bondad, el prejuicio con la empatía, la destrucción con la solidaridad”.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN / JCM