El nivel educativo del técnico superior universitario no es valorado, ni conocido, por los empleadores de México, pues al no conocer sus bondades se privan de un capital importante para sus empresas e industrias, acusó el Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

El Mtro. Fernández añadió que cuando las empresas llegan a contratar egresados de una carrera TSU no saben en dónde colocarlos en el organigrama, les castigan el salario como si no fueran personas especializadas y los creen incapaces de asumir responsabilidades que sí pueden desempeñar con el nivel educativo que han completado.

“Un técnico superior universitario es una persona capacitada profesionalmente para resolver problemas de producción, de organización del trabajo, de la atención y gestión de las personas, de la administración en general; capaz de liderar equipos y de innovar en los procesos en los que les toca incidir”, señaló el Padre David, durante una conferencia de prensa realizada en la Universidad Obrera, institución en donde la IBERO imparte el programa Técnico Superior Universitario en Sistemas Administrativos y Contables.

El Sistema Universitario Jesuita (SUJ) tiene poco más de 10 años ofreciendo programas de Técnico Superior Universitario. Se inició en el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH), en donde actualmente se cuenta con seis carreras y alrededor de 500 alumnos que estudian bajo esta propuesta educativa. Mientras que, en la IBERO Ciudad de México, desde hace seis años, se ofrecen también los TSU -actualmente, suman seis carreras que cursan alrededor de 500 alumnos-.   

“Originalmente, los programas de TSU se concibieron para quienes no tienen la posibilidad de acceder a una educación superior y que no tenían oportunidades laborales en el país. Sin embargo, además de inscribirse jóvenes, también se sumaron personas que querían cualificar su trabajo. Estábamos respondiendo a una necesidad de grupos sociales, de sectores populares, que quieren mejorar sus condiciones de trabajo y tener una mejor percepción económica con su salario”, señaló el Rector.

El Mtro. Fernández compartió que la fórmula del Técnico Superior Universitario es conocida en Alemania como formación dual, que consiste en estar un tiempo en el aula y otro en la empresa, en la cadena productiva, ejerciendo la profesión antes de haber egresado.

“El aula se convirtió en un espacio de reflexión y profundización de los problemas reales que presenta el trabajo concreto. Y el trabajo se convierte en un espacio de experimentación y de validación de los conocimientos universitarios adquiridos. Este modelo simultáneo entre la empresa y la universidad es envidiado a los alemanes, pues ha alcanzado grandes cuotas de desarrollo y productividad”, señaló Fernández Dávalos.

Ampliar la oferta educativa

Por su parte, la Dra. Adriana Jiménez, coordinadora del Programa Técnico Superior Universitario de la IBERO, señaló que la combinación de educación tecnológica con el modelo humanista que combina esta casa de estudios hace única a esta institución, ya que no sólo se trabaja con los estudiantes la excelencia académica, sino el desarrollo como personas.  

Añadió que los programas TSU están subsidiados por la IBERO al 90%. La mensualidad es de mil 059 pesos, es decir, los estudiantes sólo pagan el 10% de lo que cuesta estudiar un programa de este tipo. Este pago ya incluye todos los costos de titulación. El ingreso es anual, en agosto.

El Dr. Óscar Castro, director del Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH), dijo que es necesario que se revalore el técnico superior universitario en un contexto en el que se necesita reactivar la economía del país y dar acceso a la educación superior a un gran número de jóvenes.

Además, porque el desarrollo tecnológico en las empresas requiere de gente capacitada para programar lógicamente los procesos de producción y resolver problemas que se presentan en la industria y en el sector de servicios.

“México requiere ampliar la oferta educativa para jóvenes de escasos recursos y para trabajadores que, estando en la industria, quieran tener mayor movilidad social. Además, es una gran oportunidad de brindar espacios para el acceso a la educación a quienes no están accediendo a universidades públicas. Son profesionistas capaces de resolver problemas no sólo desde el punto de vista tecnológico, sino humanista y ambiental”, dijo Castro.

Por su parte, el Mtro. Jorge Meza, director general de Vinculación Universitaria, habló de la preocupación que existe por la falta de acceso a la educación superior en México, ya que millones de jóvenes no continúan sus estudios universitarios, muchas veces, por circunstancias sociales o económicas en las que viven. Asimismo, el aprendizaje de habilidades y conocimientos técnicos parece no estar suficientemente alineado con lo que el mercado laboral demanda, limitando así las posibilidades de mejora en la productividad y, por ende, en el bienestar social.

En ese sentido, añadió que, por esta razón, el TUVCH y la IBERO buscaron alternativas para ofrecer una opción viable para jóvenes que no han logrado continuar sus estudios a nivel superior.  

 En el IBERO-CDMX se ofertan los siguientes programas:

• Técnico Superior Universitario en Hoteles y Restaurantes.

• Técnico Superior Universitario en Sistemas Administrativos y Contables

• Técnico Superior Universitario en Producción Gráfica

• Técnico Superior Universitario en Software

• Técnico Superior Universitario en Gestión de Proyectos Sociales

• Técnico Superior Universitario en Diseño Mecánico y Manufactura

En el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco se ofertan los siguientes programas:

Técnico Superior Universitario en Cuidados para Personas con Dependencia

Técnico Superior Universitario en Mecatrónica

Técnico Superior Universitario en Mantenimiento Industrial

Técnico Superior Universitario en Procesos de Producción

Técnico Superior Universitario en Tecnologías de la Información y Comunicación

Técnico Superior Universitario en Administración de Autotransporte y Logística

Valentina González/ICM