Tras el asesinato de los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, en Cerocahui, Chihuahua, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dijo que, como ciudadanos y ciudadanas de una comunidad consternada, tenemos derecho a la verdad, a reclamar justicia y tener acceso a la reparación del daño.

En entrevistas con Carlos Zúñiga en Milenio TV; Carlos Loret en W Radio y Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula, el Padre Rector expresó que tenemos que saber qué fue lo que pasó en el caso de los sacerdotes asesinados; el derecho a tener acceso a los expedientes, a la investigación, a la averiguación previa; y no sólo a la recuperación de los cuerpos, sino a que cese la violencia en esta región y también en nuestro país.

“Los jesuitas estamos dispuestos a seguir agotando los recursos que tenemos para que este crimen no quede impune porque finalmente la impunidad es esta falta de investigación, esta falta de enjuiciamiento y, sobre todo, que permiten que estos hechos se sigan perpetuando sin ningún tipo de consecuencias”, manifestó nuestro Padre Rector.

El atentado en el que murieron los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora ocurrió ayer en el templo de la misión de los jesuitas en Cerocahui, aproximadamente a las 14:30 horas De acuerdo con diferentes versiones, un hombre llegó hasta el templo de la comunidad para buscar refugio, pero fue asesinado al igual que los sacerdotes. Los cuerpos de las tres víctimas fueron sustraídos sin que hasta el momento se conozca el paradero. 

“Fueron asesinados mientras cumplían su misión en la comunidad. Ellos tenían muchos años ya trabajando ahí y condenamos como universidad jesuita el homicidio y desaparición de los cuerpos de Javier y Joaquín. Nuestra comunidad universitaria comparte el dolor de las familias y la profunda indignación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús”, dijo el Dr. Luis Arriaga.

También pidió una atención inmediata a la grave situación de inseguridad en la región y sobre todo a que se recuperen los cuerpos de sus hermanos jesuitas. Además, el doctor Arriaga Valenzuela demandó al Estado que cumpla su responsabilidad de dar acceso a la verdad, a la justicia y a la reparación del daño. 

Luis Arriaga hizo un llamado no sólo al gobierno federal sino a la comunidad de Chihuahua “para que podamos tener un esfuerzo conjunto en la recuperación de los cuerpos. Sabemos que es una práctica común de los grupos delictivos de la zona enterrar los cuerpos y necesitamos recuperarlos”. Aunque dijo que no estamos ante una desaparición forzada, sí frente al ocultamiento de un delito de corte penal.

Respecto a la labor de los jesuitas en la Sierra Tarahumara, recordó que desde la Colonia la orden ha tenido una presencia importante en esta zona. “Tenemos proyectos de corte pastoral, acompañamos a las comunidades en procesos productivos, tenemos un hospital, escuela, proyectos educativos, por lo que esta cercanía nos ha permitido tener mucha legitimidad con las personas que están poblando estas zonas tan marginadas”.

Cuestionado sobre la permanencia de los jesuitas en la zona, el Rector de la IBERO dijo que se mantendrán porque “hemos asumidos un compromiso inquebrantable con las comunidades indígenas rarámuri y con las comunidades indígenas del sureste mexicano: estamos también en Veracruz, en Chiapas y en otros estados con proyectos de esta naturaleza”.

Explicó que la Compañía de Jesús ha tenido momentos de tensión por trabajar precisamente en favor de los más pobres y los más débiles, por su vocación de proteger la vida y buscar la justicia y la solidaridad. Cuando fue presidente del Centro Prodh, señaló que hubo amenazas, pero “ningún caso ha llegado al extremo como éste de privar de la vida a dos hermanos tan queridos como Joaquín y Javier, dos jesuitas que se entregaron plenamente a la misión”.

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Iván Cabrera