En lo que va de 2022, en México han sido asesinados 11 periodistas. La impunidad, la corrupción, el crimen y la inacción o contubernio de las autoridades han provocado que nuestro país sea el más peligroso y letal para ejercer la profesión. Frente a este escenario, el número 80 de la revista IBERO está dedicado a la labor de las y los periodistas y en recuerdo a quienes perdieron la vida cumpliendo la labor de informar.

¡Nos están matando!: Periodistas en México está compuesto por un total de 13 artículos en los que se analiza la protección del ejercicio periodístico, los asesinatos contra informadores, la reivindicación de la profesión, el combate a la impunidad y su normalización, los mecanismos legales, la criminalización del periodismo y la libertad de expresión, entre otros temas. Además, la edición de junio-julio también realiza un homenaje al investigador y activista Gustavo Esteva, quien murió el 17 de marzo de este año.

En el mensaje de la revista, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana afirmó que a pesar de que la actual administración ha hecho hincapié en el combate a la corrupción, la realidad es que “la crisis de derechos humanos se ha agudizado, así como los secuestros, las desapariciones forzadas, los feminicidios, y los asesinatos de periodistas y activistas”.

Señaló que la impunidad activa implica que hay una estructura de intereses que buscan entorpecer deliberadamente las investigaciones, en una práctica que impide el acceso a la justicia y que es muy difícil de desmantelar. “La única manera de escapar de esta situación es con voluntad política, con la exigencia de la sociedad civil y con la cooperación y el acompañamiento internacional”.

Por su parte, el Mtro. Érick Fernández, coordinador del Programa Prensa y Democracia (PRENDE) criticó el proceso de normalización sobre la condición “casi determinada del estado de cosas imperante y donde algunos medios de comunicación contribuyen con sus contenidos y agendas a desplazar la indignación por el desinterés y en última instancia por el olvido”.

Griselda Triana, esposa del periodista Javier Valdez, asesinado en 2017, expresó que es inadmisible que ser periodista en México sea sinónimo de muerte o desaparición; mientras que el Dr. Alejandro Anaya Muñoz, vicerrector académico de nuestra institución, escribió que la falta de capacidad institucional es un elemento clave para explicar el incumplimiento de los estados con las normas internacionales en materia de derechos humanos.

Jan-Albert Hootsen, representante en México del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), comentó que uno de los retos que tienen las organizaciones que defienden a comunicadores es la información “a menudo confusa, incompleta y sin modo de verificarla”. Además, en este número 80 las páginas de la revista IBERO presentan una denuncia y exigencia de justicia a través del fotoperiodismo.

Estos textos y otros más muestran el panorama complejo donde periodistas de todo el país llevan a cabo su trabajo, muchas veces en condiciones precarias, sin prestaciones ni las herramientas para ejercer su labor. Por eso, como expresó el Dr. Arriaga Valenzuela, en la Carta del Rector “lo que exigimos es una protección efectiva al ejercicio periodístico en México y un alto total a la impunidad”.

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Redacción IBERO