Star Wars, a 46 años del primer “space western”

Jue, 25 Mayo 2023
Así comienza el western intergaláctico que rompería todos los esquemas en el cine de entretenimiento
Por: 
Dr. Ariel Arnal*

"A long time ago in a galaxy far, far away...."

Así comienza el western intergaláctico que rompería todos los esquemas en el cine de entretenimiento (y algo más) en el año de 1977, Star Wars: A New Hope.

En esa primera secuencia, desde un crucero imperial, se produce el asalto a la nave rebelde donde viaja la princesa Leia. Setenta y cuatro años antes, Edwin S. Porter inciaba del mismo modo -los chicos malos asaltando la estación de tren- el que se considera el primer western de la historia de Hollywood, la historia de aquellos ladrones rurales, que desde nuestra cultura visual colectiva llamaríamos imprecisamente “vaqueros”.

The Great Train Robbery marcaría un camino que duraría precisamemente poco más de setenta años. El western como símbolo de la creación de la civilización occidental a través de la historia moderna de los Estados Unidos.

Estas películas clásicas constituyeron un pilar en la historia cultural de los Estados Unidos porque resumían y agrupaban no sólo los valores con que el discurso oficial norteamericano había consolidado su industria cinematográfica, sino porque encarnaban aquellas historias que algún abuelo había vivido en primera persona, valga decir, la conquista del oeste.

Era el pueblo y no el Estado (como en la independencia de los Estados Unidos en el siglo XVIII), quien había materializado palmo a palmo, acre tras acre, la propiedad que el norteamericano blanco promedio consideraba el valor más importante de su nación.

A mediados de la década de los setenta del siglo pasado esas historias del viejo oeste que contaba el abuelo en primera persona quedaban ya lejos, muy lejos. Más cercana estaba la iconografía de la Segunda Guerra Mundial y esas eran las aventuras que se contaban, ahora en el comedor de las clases medias blancas protestantes.

Por otro lado, la posguerra y el miedo a la guerra nuclear habían abierto otro género (tanto en el cine como en las historietas) a los extraterrestres, la amenaza alienígena y en mucha menor medida a un eslabón no muy convincente que unía la vieja tradición de la conquista del oeste con los extraterrestres que nos invadían, el Space Western.

Así, para 1977 el terreno está listo para la aventura de George Lucas y su equipo de producción. Sólo desde la libertad financiera que lo alejaba de Hollywood, Lucas pudo dar el salto a uno de los westerns intergalácticos más sutiles y apasionantes de la historia del cine.

El éxito de los tres primeros capítulos (IV, V y VI) se debe en parte a que Lucas se coloca sobre la estrcutura del western que bien conoce desde niño. Reúne así la narrativa de este género y la traslada hasta nuestra galaxia.

      

 

A esto es preciso añadir la maestría de Lucas, la sutileza en impregnar una saga de aventuras con valores humanos que beben de la fuente espiritual de la humanidad. El jedi es el nuevo vaquero, pero consciente de que su fuerza y bondad provienen de aquello que nos es profundamente íntimo y luminoso, la esencia espiritual que nos hace seres humanos y que nos dice expresamente que nada somos sin la pasión por el prójimo.

La “Fuerza” radica en la bondad del corazón, en el lado luminoso de aquello inefable que llevamos dentro.

Que contigo la fuerza esté”, dice el maestro Yoda.

El Dr. Ariel Arnal es académico del Departamento de Arte en la Universidad Iberoamericana

 

 

Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.

Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219