Ve Rector de la IBERO oportunidad de renovarnos, al iniciar el Año Ignaciano
En el marco del inicio de las celebraciones por los 500 años de la conversión de Ignacio de Loyola, el Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.Tijuana, Doctor Saúl Cuautle Quechol, s.j., advierte que, como sucedió con el fundador de la Compañía de Jesús cuando fue herido y obligado a caer en cama, “es tiempo de ver lo que no habíamos podido ver; es época de reconocer que las balas y heridas muchas veces no dependen de nuestras decisiones, pero sí depende de nosotros el modo como enfrentamos y reaccionamos ante esos acontecimientos”.
En el mensaje que ofreció a manera de reflexión sobre este acontecimiento que es piedra de toque del Sistema Universitario Jesuita, Saúl Cuautle indica que no podemos herirnos más de lo que ya estamos, así como tampoco es sano tumbarnos en la cama y esperar impacientemente a que se transparente la Divinidad, sino que –dice— “es momento de cuestionar nuestro modo de estar y cómo somos mirados; es tiempo de ver lo que no habíamos podido ver; es época de reconocer que las balas y heridas muchas veces no dependen de nuestras decisiones, pero sí depende de nosotros el modo como enfrentamos y reaccionamos ante esos acontecimientos”.
El Rector de la IBERO añade que, “a 500 años de este histórico momento de la vida de Ignacio de Loyola, mirar solo la bala, o la herida, nos puede opacar el momento preciso en que Dios se nos hace presente”.
“La historia tuvo heridas –señala--; el presente, como sabemos, tuvo muchas heridas y seguramente el futuro también las tendrá, pero la oportunidad de encontrarnos con Dios y dejarnos conducir por él, renovarnos desde fuera, restaurarnos por dentro y salir comprometidamente renovados para, como dice Ignacio, en todo, amar y servir, es el regalo que recibimos al hallarnos con Dios, que plenifica y da vida en abundancia”.
El Padre Jesuita reflexiona sobre la necesidad de hallar la manera de ayudarse para conseguir ese encuentro con Dios, que no deja de manifestarse; y ver qué podemos hacer creativamente para lograr ver todas las cosas nuevas en Cristo, cuando las mediaciones actuales nos distorsionan casi toda la realidad.
Al recordar la historia de Ignacio de Loyola, el momento en que una bala lo obligó a refugiarse en una cama y lo apuró a mirarse a sí mismo, a no perder de vista la realidad, a agudizar sus sentidos, a abrir los ojos y prestar atención a los otros, a cuestionar, meditar, reflexionar y rezar, Saúl Cuautle hace un llamado a la comunidad de la IBERO y a la población en general a “transformarnos en nuevas personas para ser buena noticia y esperanza en tiempos complejos como los que estamos viviendo”.
Asimismo, invita a celebrar juntos este gran acontecimiento, a partir de las distintas actividades que ofrecerá la Universidad Iberoamericana, entre ellas las conferencias 'De-construyendo mis falsas imágenes de Dios para abrirme a Su presencia y novedad. Una mirada desde el Eneagrama' y 'Contemplar la destrucción de la naturaleza' (aquí el calendario completo). (Texto: Jorge Cervantes Magaña)
- Aquí la versión completa del mensaje del Padre Saúl Cuautle.
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- Más información sobre el Año Ignaciano en Ignatius500.ibero.mx.
- ignatius500.jesuitasmexico.org
- Ignatius500.org.
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