Hasta ahora se registran más de 23 mil personas fallecidas y decenas de miles lesionadas en Turquía y Siria tras el terremoto de magnitud 7.8 ocurrido la noche del 5 al 6 de febrero; de todas partes del mundo se ha enviado ayuda de todo tipo en respuesta a esta tragedia, y México no es la excepción. Desde la Universidad Iberoamericana CDMX canalizamos ayuda en especie hacia Turquía y económica hacia Siria.

Si tienes insumos para donar, recuerda que en el centro de acopio de nuestra IBERO (ubicado afuera de las oficinas de la Coordinación de Comunidad y Vida Estudiantil, Edificio H, planta baja) ya no se está solicitando ni ropa ni líquidos, dado que son los artículos que más han llegado al centro de acopio de la Embajada de Turquía en nuestro país, a donde se enviará el próximo viernes todo lo que se reciba durante la próxima semana: ¡todavía tienes hasta el jueves 16 de febrero!

También comienzan a hacer mucha falta materiales de logística, tales como cinta adhesiva, marcadores, etiquetas y cajas, informó este viernes la Mtra. Sophie Paret-Roux, encargada de la Coordinación antes mencionada, quien se mantiene en constante comunicación con la Embajada.

Asimismo, destacó que este fin de semana toda la comunidad universitaria puede participar como voluntaria en el centro de acopio de la Embajada turca, el cual se ubica en Monte Blanco 1245, colonia Lomas de Chapultepec (¡Ojo!, se trata de la dirección del centro de acopio, no de la Embajada). Se les recibirá de 9:30 a 17:00 horas, y se solicita que permanezcan por un mínimo de tres horas.

También existe la opción de hacer una aportación económica escaneando el código QR de los flyers que se han difundido como parte de la campaña, lo cual se realiza en colaboración con las redes del Servicio Jesuita a Refugiados, y va dirigido hacia las víctimas en Siria.

Universidades como una cadena de certeza

IBERO forma parte de la Red Universitaria para la Prevención y Atención de Desastres (UNIRED), que es una red mexicana compuesta por más de 21 universidades en el país, tanto privadas como públicas. Nació a raíz de una necesidad de organización de la sociedad civil y para dar certeza a la ciudadanía de que la ayuda efectivamente llegue a su destino. Cuando ocurrió el huracán Paulina en Acapulco, en 1997, la Universidad de Loyola del Pacífico, junto con el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), decidió poner manos a la obra, pues la gente confía en las universidades, relató Sophie.

Cada vez que ocurre un desastre, nos contó, “primero nos reunimos como Unired y buscamos los canales apropiados”. Dentro del país, la universidad más cercana al desastre brinda información de primera mano para que la red pueda ayudar de la mejor manera. En caso de un desastre fuera de México, como lo que sucede en Turquía y Siria, “como UNIRED buscamos los canales fidedignos, en este caso nos pusimos en contacto con el centro de acopio de la Embajada de Turquía, una vía directa para mandar la ayuda, y con el Servicio Jesuita a Refugiados”.

Carmen Domínguez, egresada de la Licenciatura en Diseño Industrial en IBERO y Responsable de Inmersión Universitaria de primer y segundo semestre, y de Experiencia Universitaria en las oficinas de la Coordinación de Comunidad y Vida Estudiantil, señaló el gran alivio que siente al colaborar en este tipo de iniciativas, pues genera “un impacto social en la vida de alguien”.

Por su parte, Alejandro Tovar, egresado de la Maestría en Estudios de Arte en IBERO y Responsable de las sociedades de estudiantes y del Programa de Embajadores, también como parte de esta Coordinación, detalló que “no buscamos que estos proyectos se queden sólo como un asistencialismo inmediato, sino que buscamos una relación a largo plazo con la gente, las asociaciones, las instituciones, para que puedan seguir en un proyecto más amplio”.

Texto: Yazmín Mendoza