El uso de la inteligencia artificial ChatGPT podría llevar a la expansión o a la contracción de las posibilidades cognitivas de las personas, consideró la Dra. Cimenna Chao Rebolledo, titular de la Dirección de Innovación Educativa (DIE) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Al tomar parte en el conversatorio ‘Cambiar las reglas del juego: IA, ChatGPT y la educación’, organizado por su área y el Departamento de Educación, advirtió que existe el riesgo de que este recurso genere un conformismo cognitivo, o sea, utilizarla sólo para reproducir información.

En ese conformismo la inteligencia artificial (IA) podría llevar a la gente a una suerte de hackeo mental -termino que Chao retomó del escritor Yuval Noah Harari-, es decir, que las tecnologías empiecen “a moldear nuestra propia forma de pensar, de generar incluso categorías analíticas”.

“Si ahora ChatGPT es mi referente de preferencia, y ChatGPT a su vez está programado por los aprendizajes, las búsquedas y las bases de datos a las que se contrae, por así decirlo, su mundo cognitivo, entonces yo también empezaré, quizá, a pensar como ChatGPT”. También habrá contracción cognitiva si se hace de ChatGPT la referencia de cajón y se dejan de hacer búsquedas en otras fuentes o personas.

Del lado opuesto, puede haber un efecto cognitivo expansivo. ChatGPT podría funcionar “como una suerte de bitácora a nuestro proceso mayéutico o a nuestro proceso de pensamiento crítico, en términos de cómo preguntamos, qué preguntamos y, finalmente, qué hacemos con la respuesta que nos puede dar un sistema inteligente como éste”.

Probablemente también habrá expansión analítica y dialógica en términos de posibilidades de consulta, “de esas preguntas que se me ocurrían a mí y ahora las puedo dialogar con esta entidad de inteligencia artificial”.

Y en contraposición al pensamiento reproductivo, se podrían utilizar este tipo de inteligencias artificiales para expandir la creatividad o tener sugerencias y opciones que posteriormente se pueden poner en acción.

El Mtro. Alex Magin Mayorga Ayala, académico de la IBERO, mencionó que la llegada de ChatGPT llena a las y los maestros de incertidumbre, inquietudes y preguntas, pero tendrán que pensar que el uso de cualquier tecnología debe tener como base y principio fundamental los procesos de aprendizaje y cognición del alumnado.

Así que dentro del contrato didáctico entre el docente y el estudiantado debe existir claridad sobre el uso de cualquier tecnología, teniendo como punto de referencia los fines del aprendizaje y las competencias que se quieren lograr en cualquier clase, asignatura y área del conocimiento.

Las personas docentes deben asumir que la tecnología es un insumo para ellas y para favorecer el aprendizaje de sus estudiantes, reiteró el Dr. Juan Carlos Silas Casillas, coordinador del Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas (CEA MOPE) del Sistema Universitario Jesuita.

“Aprendamos primero, por un lado, a que sea la inteligencia artificial la que haga la talacha, la que haga el trabajo pesado, y modelemos eso en nuestros estudiantes”. En tanto que el profesorado debe revalorar su desempeño curatorial, al preparar lo que es más factible de aprender.

ChatGPT, resaltó la Lic. Indira Ochoa Carrasco, adscrita a la DIE, puede emplearse como herramienta didáctica que ayude: a crear actividades, a diseñar imágenes para presentar conceptos, a elaborar videos de introducción a un tema, a profundizar en la información, a contrastar posturas diferentes, a buscar alternativas para presentar una información.

Donde ya no puede ser tan útil es en el diálogo. Por ejemplo, intentar sostener una conversación filosófica con ChatGPT tiene muchas limitaciones. De hecho, en ocasión de esto, a Indira una vez le dijo: no te puedo dar mis opiniones ni creencias, porque no soy ese tipo de tecnología.

Y para el Dr. Luis Medina Gual, coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación y del ‘Grupo IBERO de trabajo en Inteligencia Artificial y Educación’, ChatGPT, literalmente, hace tres cosas: es un clarificador del pensamiento, es un esteroide de la creatividad y es un gimnasio a nuestro pensamiento crítico.

“Esos son tres elementos que vamos a tener que estar considerando continuamente cada vez que interactuemos con este software, y sin duda, yo creo que eso tiene muchas implicaciones, por ejemplo, para los currícula que actualmente operan tanto a nivel nacional en educación básica y media superior, como también en el caso en específico de educación superior”. Esto, agregó, sin duda replanteará las nociones típicas que se tienen de las profesiones, como qué es ser un profesional de la pedagogía.

PEDRO RENDÓN / JCM

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