La Universidad Iberoamericana Ciudad de México, a través de su Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), realizó el foro ‘Uso de datos sobre la experiencia de inseguridad alimentaria y del agua para mejorar la ciencia y las políticas en América Latina y el Caribe’, al que asistieron personas académicas y servidoras públicas de América y Europa.

El Dr. Pablo Gaitán Rossi, director del EQUIDE, explicó que el motivo de esta reunión es promover un nuevo enfoque para pensar el problema del agua en México y en Latinoamérica, y conocer y visibilizar en qué medida los hogares pueden satisfacer sus necesidades básicas de agua -una perspectiva que en la actualidad no está suficientemente entendida-.

El simposio fortaleció esa agenda en dos sentidos. Primero, al reunir a personas expertas de la academia, de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y del Gobierno de México, como el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Segundo, al comprender mejor cómo usar la información recabada, con el fin de que ésta sirva para tener un diálogo entre los tres sectores sobre cómo trabajar juntos para encontrar mejores soluciones para atender la inseguridad de agua.

Los temas tratados en el encuentro fueron: El valor de la seguridad alimentaria y del agua; Una breve historia de las medidas de seguridad alimentaria y del agua; Experiencias de inseguridad hídrica. Voces desde Latinoamérica; Discusiones en pequeños grupos temáticos + café; Próximos pasos, resoluciones de grupo; e Implementación de escala de experiencias de inseguridad hídrica.

Probar esa escala y cómo hacerla extensiva al resto de la población fue prioritario en la reunión, resaltó la Dra. Graciela Teruel Belismelis, directora de la División de Estudios Sociales de la IBERO, quien dijo: “estamos aprovechando a todos los expertos en seguridad alimentaria que ya caminaron ese trecho, y ver cómo lo incorporamos para caminar el trecho de seguridad del agua… Por eso viene el Gobierno de Nuevo León, al que estamos utilizando como un laboratorio muy grande para experimentar justamente estas escalas y políticas públicas que sean efectivas para abatir el problema del agua”.

Asumir que todo mundo tiene acceso al agua, porque algunas personas viven en lugares donde está presente, no es una realidad en otros contextos, como los indígenas, rurales e incluso áreas urbanas de la periferia, señaló el Dr. Israel Ríos, de la Oficina Subregional de la FAO para Mesoamérica.

Por lo tanto, tener una medida de cuántas poblaciones se sienten seguras o están en inseguridad con relación al acceso al agua, es fundamental para diseñar políticas públicas que permitan romper esas disparidades y brechas.

Con relación a la carencia de agua, destacó que al menos una de cada seis personas de todo el planeta tiene dificultad para acceder al agua, que esta escasez aumentó en áreas rurales y que en zonas desérticas y semiáridas “es un problema grave contar con soluciones para brindar agua, no sólo para la producción de alimentos, sino también para el consumo humano”.

Para el Dr. Mauro Brero, jefe de Nutrición de UNICEF México, falta valorar y priorizar más la importancia de tener seguridad alimentaria e hídrica, pues en México, por ejemplo, alrededor de 60% de las familias viven con cierto grado de inseguridad alimentaria.

La inseguridad del agua también es problema urgente, sobre todo, porque muchas industrias privadas, como la refresquera, acaparan algunas de las fuentes de agua; eso pone en peligro a las comunidades al limitar el acceso al agua en su territorio. Y, por otro lado, se aumenta el consumo de bebidas azucaradas, que pueden producir el incremento de la diabetes.

La Dra. Teresa Shamah, directora del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), agregó que la inseguridad hídrica igualmente se relaciona con diarreas, por la falta de higiene al carecer de acceso al agua. En tanto que carecer de agua para cultivos produce falta de alimentos.

Empero, comentó que la inseguridad alimentaria y la escasez de agua ya se están viendo en la agenda de gobierno, y ya hay acciones para su medición, como la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición -con la que colabora el EQUIDE de la IBERO-.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN

Nota relacionada:

• #EncuestaIBERO: 32% de población mexicana ha experimentado inseguridad de agua