8M | Urge garantizar el acceso a la salud de mujeres migrantes: Investigadora

Jue, 6 Mar 2025
La Dra. Valeria Marina Valle, académica del Cecrige y del Departamento de Estudios Internacionales, lidera la investigación 'El acceso a la salud sexual y reproductiva de mujeres migrantes en el Istmo de Tehuantepec. El caso de Ciudad Ixtepec (2023-2025)'
  • México necesita proveer y garantizar el acceso a la salud a las personas migrantes
  • Dra. Valeria Marina Valle, Académica de Tiempo Completo con adscripción compartida en el Centro de Estudios Críticos de Género y Feminismos (Cecrige) y en el Departamento de Estudios Internacionales.

Mujeres migrantes e integrantes de la comunidad LGBTIQA+ que se han establecido en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, padecen enormes limitaciones en el acceso a la salud en general, así como a la salud sexual, reproductiva y mental.

Así lo revela la investigación El acceso a la salud sexual y reproductiva de mujeres migrantes en el Istmo de Tehuantepec. El caso de Ciudad Ixtepec (2023-2025), liderada por la Dra. Valeria Marina Valle, Académica de Tiempo Completo con adscripción compartida en el Centro de Estudios Críticos de Género y Feminismos (Cecrige) y en el Departamento de Estudios Internacionales.

El equipo de investigación está conformado por estudiantes de la licenciatura en Relaciones Internacionales y por una doctorante en Estudios Críticos de Género; gran parte del estudiantado recibe una beca por parte del proyecto, financiado por la Dirección de Investigación y Posgrado (DINVP)

Luego de dos visitas de campo a Ciudad Ixtepec, Oaxaca, en las cuales el equipo de investigación realizó más de 40 entrevistas semiestructuradas a profundidad en 2024, los hallazgos preliminares del estudio evidencian grandes limitaciones que experimentan las mujeres y miembros de la comunidad LGBTIQA+ migrante, dependiendo del grupo de edad y otras características, a la prevención, atención, orientación y referencia a servicios de salud ante infecciones (ITS) y enfermedades de transmisión sexual (ETS), acceso a medicamentos y a insumos médicos, acceso al agua potable y a baños en condiciones higiénicas, uso de silla de ruedas o ambulancias, entre otras necesidades detectadas.  

Para este proyecto, se realizaron entrevistas a niñas mayores de 12 años, adolescentes, mujeres y miembros de la comunidad LGBTIQA+ migrantes provenientes de países como: Angola, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú, y Venezuela, así como a un trabajador de albergue encargado de temas de salud, una encargada del albergue y dos entrevistas realizadas a personas funcionarias del Sistema de Salud de Oaxaca.

El estudio evidencia el cambio en el flujo migratorio de los últimos años hacia México. Antes de 2014-2018 emigraban de manera individual hombres y mujeres desde Centroamérica, en tránsito por México hacia Estados Unidos. La inseguridad en el camino provocó que las personas migrantes elaboraran estrategias de protección, lo cual generó el surgimiento de las Caravanas: grupos de personas muy heterogéneos que han emigrado de manera colectiva para sentirse más seguras, en particular provenientes de Centroamérica.

En los últimos años el flujo migratorio se ha transformado nuevamente. Las personas que transitan por México, por el endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, se terminan quedando en el país; no sólo originan su ruta migratoria en Centroamérica, sino también en Sudamérica y en otros países de los Sures Globales, incluyendo a África, Asia, Medio Oriente, entre otras regiones. Quienes provienen o transitan desde Sudamérica, deben pasar por una zona muy peligrosa: el tapón del Darién, una selva que se encuentra entre Colombia y Panamá. El Darién es un infierno en el cual estas personas deben atravesar ríos muy caudalosos, subir montañas empinadas, deben cuidar no perderse, deben enfrentarse a animales salvajes y a las violencias provocadas por grupos que despojan a las personas migrantes de su dinero y pertenencias. En el flujo actual de personas migrantes se encuentran familias, individuos de todas las edades y personas con discapacidades, las cuales presentan necesidades diferenciadas de atención. 

La Dra. Valle precisó que, en el caso de las adolescentes, el equipo encontró necesidades de acceso a información sobre métodos anticonceptivos, sobre cómo prevenir embarazos no deseados, así como ETS e ITS y a insumos básicos, como toallas sanitarias y medicamentos para menstruaciones dolorosas, generalmente normalizadas, lo cual convierte a las adolescentes en un grupo de particular interés. “Hemos identificado una serie de barreras al acceso a la salud. Las niñas, mujeres y comunidad LGBTIQA+ entrevistadas han encontrado un acceso limitado o directamente se les ha negado la atención en el hospital general o en el centro de salud por la discriminación, xenofobia y estigmatización ejercida por parte del sistema de salud”.

 

"El fenómeno de la migración se ha criminalizado al pensar que estas personas transportan drogas o armas, cuando realmente son víctimas: “son personas despojadas de todo, son pobres, han sido secuestradas y despojadas de sus bienes en el camino. Tienen graves afectaciones a su salud física y mental y deben ser atendidas".

Dra. Valeria Valle

 

El equipo también detectó barreras administrativas, ya que se les pide a las personas migrantes documentos o número de CURP como requisito para la atención, cuando en México la salud es un derecho humano que se le debe garantizar a cualquier persona que se encuentre en el territorio, con o sin papeles. En México existe una gran desconexión entre el marco normativo internacional, regional y estatal y el acceso real a la salud de mujeres y comunidad LGBTIQA+ migrante, lo cual genera una importante brecha en la implementación de los derechos humanos, en este caso en el derecho humano a la salud. Además de las enormes necesidades de acceso a la salud física, “las niñas, mujeres y comunidad LGBTIQA+ migrantes también se enfrentan a problemas acuciantes de salud mental, por causa de las tremendas violencias vividas en origen, en tránsito y en destino en el albergue”, explicó la académica sobre esta investigación. Tanto las causas del desplazamiento de sus países de origen, las cuales incluyen violencias de género, amenazas de parte del crimen organizado, pobreza extrema, emigración por causa del cambio climático, entre otras, como las experiencias traumáticas vividas en tránsito, como violencia física, sexual, secuestro, robo, extorsión, etc., conllevan altos niveles de violencias y abusos que afectan severamente la salud mental de las niñas, mujeres y comunidad LGBTIQA+ en tránsito y destino.

En cuanto a la comunidad LGBTIQA+ en particular, la docente de la IBERO comentó que las personas LGBTIQA+ migrantes en Ciudad Ixtepec enfrentan una discriminación sistemática y múltiple, tanto por su estatus migratorio como por su orientación sexual e identidad de género. Esta discriminación se manifiesta en diferentes ámbitos, incluyendo el acceso a servicios de salud, empleo, vivienda y educación, entre otros.

Las barreras administrativas, económicas y sociales, así como la falta de capacitación en diversidad con perspectiva de género para el personal de salud, contribuyen a la marginación y exclusión de esta población, lo cual exacerba su vulnerabilidad y dificulta su acceso a servicios esenciales. Este grupo posee necesidades concretas de salud, como el acceso a antirretrovirales, así como a pruebas para detectar el nivel de VIH y a terapias hormonales. “Los riesgos para la salud en este sentido son muy graves, porque si estas pacientes interrumpen su tratamiento con antirretrovirales, por ejemplo, pueden verse afectadas en su salud. La interrupción del tratamiento antirretroviral puede generar un aumento de la carga viral y el desarrollo de resistencias, lo cual dificulta el control del VIH; además, la interrupción del tratamiento puede causar un rápido descenso en los niveles de CD4, lo cual debilita el sistema inmunológico y aumenta la vulnerabilidad a infecciones oportunistas”, señaló la académica. Esta situación puede causar un problema no solamente para estas personas, sino de salud pública, dado que las enfermedades infecciosas podrían contagiarse a otras personas. Por otra parte, reanudar el tratamiento antirretroviral puede ser complicado debido a la falta de acceso a medicamentos y servicios de salud en el nuevo destino.

Asimismo, la suspensión de terapias hormonales puede causar una serie de efectos adversos, como la reaparición de síntomas físicos, como bochornos, sequedad vaginal, incontinencia urinaria y psicológicos, como ansiedad, depresión y cambios de humor). Por otra parte, la suspensión de terapias hormonales puede generar un impacto negativo en la salud ósea y cardiovascular, lo cual aumenta el riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, la investigadora destacó que reanudar la terapia hormonal puede ser complicado debido a la falta de acceso a servicios de salud especializados en el nuevo destino. Esta investigación evidencia que los temas relacionados con la migración y la salud no se deben analizar de manera aislada, sino dentro de los temas de salud de toda la población, a través de un enfoque de derechos humanos, género, interseccionalidad, interculturalidad, ciclo de vida y territorial.

La Dra. Valle destacó que un actor clave en estos hallazgos es el albergue Hermanos en el Camino en Ciudad Ixtepec, ya que brinda acceso a derechos humanos, ya que proporciona un sitio para dormir, alimentación diaria y acompañamiento a clínicas u hospitales. El hecho de que el personal del albergue refiera o acompañe personalmente a las personas migrantes a las instituciones que brindan acceso a la salud en ocasiones resulta crucial para lograr el acceso real a su atención.

La importancia de la vinculación 

En el marco del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la Dra. Valle precisó que el fenómeno de la migración se ha criminalizado al pensar que estas personas transportan drogas o armas, cuando realmente son víctimas. “Son personas despojadas de todo, son pobres, han sido secuestradas y despojadas de sus bienes en el camino. Tienen graves afectaciones a su salud física y mental y deben ser atendidas. Tienen derechos y no lo saben. Y además de todo esto sufren la criminalización impuesta por las fuerzas de seguridad y autoridades y la sociedad”. 

Por ello, dijo, los resultados preliminares de esta investigación hasta la fecha han demostrado que México necesita proveer y garantizar el acceso a la salud a estas personas. Para salvar las brechas y asegurar servicios de salud para las personas migrantes, la investigadora enfatizó que se necesitan alianzas entre diferentes actores de distintos sectores, incluida la academia. “Nos tenemos que vincular con, por ejemplo, el albergue, con organismos internacionales que trabajan en base, con organizaciones de la sociedad civil que está en terreno, con el sector privado, que también puede financiar proyectos para el desarrollo, y con el sector salud, tanto a nivel federal como a nivel local”. 

La Dra. Valle afirmó que actualmente existe un contexto muy crítico de recorte de fondos, en particular por la decisión de Donald Trump de retirar fondos a USAID, institución que a su vez financiaba a organizaciones encargadas de temas de salud, género y otros asuntos fundamentales para la garantía de derechos humanos. Así, el establecimiento de estos acuerdos intersectoriales, “son fundamentales para poder garantizar realmente la implementación para asegurar un derecho tan importante como la salud a las personas migrantes”. Estas alianzas, además, contribuyen al cumplimento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.  

En síntesis, este proyecto de investigación aplicada, vinculado con la docencia y en alianza con actores públicos y privados, busca lograr un objetivo muy claro: visibilizar a niñas, mujeres y comunidad LGBTIQA+ migrante, así como a sus necesidades y derechos humanos.

Texto: Dirección de Investigación y Posgrado

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