AL encara ciclo electoral con población descontenta, desconfiada y polarizada
América Latina encara un ciclo electoral con la población más descontenta que nunca, con desconfianza y polarización política, señaló la secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Dra. Rebeca Grynspan Mayufis, al hablar acerca de los factores que amenazan con impedir un despegue en la región tras la pandemia.
Al participar en el Simposio Innovación para el Bien Común y el Desarrollo Sostenible, que organizó la EDESI de la IBERO, Grynspan dijo que estamos frente a la amenaza de un menor crecimiento económico y un aumento de la desigualdad a raíz de la pandemia; lo cual podría generar un círculo vicioso: menor crecimiento, descontento social y más desigualdad.
Recordó que este año hubo elecciones en Ecuador y Perú; próximamente, en México y Argentina. También habrá comicios presidenciales en Honduras y Nicaragua.
“Cada vez hay más voces que piden un nuevo pacto social en la región, que involucre a ciudadanos activamente en el ámbito público para fortalecer la democracia. Necesitamos nuevos pactos sociales, económicos, que no serán posibles si no llamamos a todos los actores a construir”, dijo durante su intervención.
Destacó la revalorización de lo público porque nos hemos dado cuenta de que no podemos salir de esta pandemia si no hay preocupación por el bien común, por los bienes colectivos. “Pero algunos confunden la revalorización de lo público con la revalorización de lo estatal. Y lo público no es lo estatal, es aquello que construimos juntos; y para construir esos pactos sociales no necesitamos sólo al Estado, (también) al sector privado, a los ciudadanos organizados –propositivos, no sólo defensivos– que puedan ser escuchados”.
Asimismo, comentó que los liderazgos políticos son responsables de la dirección que tomen los países, pero no es menos cierto que la calidad de los actores empresariales, académicos y de la sociedad civil será determinante para lograr consensos y superar juntos esta crisis por encima de intereses. Expresó que nunca nuestro futuro ha dependido tanto de la calidad de los liderazgos que tengan visión de largo plazo y sentido de responsabilidad compartido.
Para la secretaria de la SEGIB, la pandemia ha hecho mucho daño porque los factores coyunturales interactuaron con los déficits estructurales de la región, con desigualdad, informalidad, poco margen fiscal, bajo crecimiento económico y escasa penetración digital, además de los altos niveles de pobreza. De tal manera que la pandemia aprovechó cada una de estas brechas para ampliarlas y profundizarlas, así que las tareas pendientes y las brechas que no cerramos le echaron leña a la crisis.
“En América Latina y el Caribe los confinamientos, necesarios para salvar la vida de las personas, tuvieron mayores daños colaterales que en otras regiones del planeta. Sólo una de cada cinco personas pudo trabajar desde casa. Uno de cada cuatro niños y niñas no tenía internet para conectarse de manera remota. Y difícil fue hacerles llegar ayuda si no contaban con cuentas bancarias. En este choque de la coyuntura con la estructura está la clave para entender la devastación de la pandemia”, dijo.
Rebeca Grynspan Mayufis explicó que el acceso a las vacunas y la velocidad en su distribución es esencial para salir de la crisis, pues de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, un atraso en vacunar significa una pérdida del 2.5% del PIB en la región.
En ese sentido, AL no podrá hacerlo sola y necesitará de la accion multilateral para resolver este panorama, como fortalecer el mecanismo COVAX, que se ha construido multilateralmente con la OMS para tener acceso rápido a los biológicos.
Otro riesgo que amenaza el despegue en América Latina es el problema para ampliar el espacio ante más financiamiento externo. “Trabajamos para que el FMI y el Banco Mundial tomen medidas para el financiamiento rápido y efectivo para ampliar el espacio fiscal de los países y no caer en cadena de impagos”.
La titular de la SEGIB destacó cuatro factores con los que se podría tener un pronóstico más optimista:
- Iberoamérica tuvo una costosa, pero valiosa lección de tecnologías digitales con la pandemia, lo que llaman el fenómeno de la innovación obligada. Vimos años de avance pasar en unos meses. En 2020 el e-commerce representó el 10% de las transacciones de AL, es decir, el doble que en 2019. Tenemos la posibilidad de ganar si adoptamos las tecnologías existentes y aceleramos el cambio tecnológico y digital. Si seguimos empujando en esa dirección, podremos mejorar nuestra matriz directiva no en el cómo sino en el qué producimos. Para ello, debemos democratizar este futuro digital y cerrar las brechas para aprovecharlas todos.
- El desarrollo sostenible y la transición ecológica. Esta recuperación podría ser distinta a la crisis del 2008. Esta vez, el mundo se va a demorar en ser austero y va a invertir como en Europa y en EU con la acción de los bancos centrales. Se va a invertir usando criterios sociales, ambientales, sociales y de gobernanza. Sobre todo, considerando la urgencia por el cambio climático. “La pandemia acelera otras tendencias y cataliza la transición verde. Vamos a ver una transición energética fuerte. Es una región que tiene gran conciencia ambiental en su juventud, los jóvenes tienen gran conciencia en el cambio que está viviendo y son impulsadores de ese cambio. La aceleración de la economía verde azul es una gran oportunidad”, dijo.
- China es un país muy grande, con estrategia de largo plazo y prácticas que hay que cuidar. Su recuperación ha contribuido a impulsar exportaciones netas. En esta pandemia se ha adelantado cinco años al momento de sustituir a EU como la principal economía del mundo. Esto significa que esa nación tendrá que duplicar su tamaño.
- La juventud y las mujeres. En esto momento, estamos en un ciclo demográfico de población joven, más educados, mujeres y hombres que exigen voz con equidad y protagonismo social, económico y político, lo que representa un inmenso potencial para la región. Tenemos la voz femenina organizada en movimiento, queremos que nos vean en nuestra capacidad de transformación de la realidad. Seremos agentes positivos para la reconstrucción de la pandemia.
“Todas estas áreas se cruzan y pueden contribuir a un círculo virtuoso de crecimiento entre la digitalización, la transición ecológica, China y la juventud, elementos positivos que nos llevarán hacia adelante”, dijo la funcionaria.
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Valentina González/ICM
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