#ANÁLISIS Huracán Florence, la ciencia frente a la tragedia

Vie, 14 Sep 2018
Altas temperaturas oceánicas aumentan el potencial destructivo de los huracanes contemporáneos
  • Los eventos climáticos extremos observados en 2017 y 2018 son una muestra de los efectos del calentamiento acelerado de los mares (Imagen: pixabay.com)
  • Figura 1. Trayectoria proyectada para el huracán Florence por el NHC el 4 de septiembre de 2018. En aquel momento se pensaba que este huracán no impactaría territorio estadounidense.
  • Figura 2. Proyección de la evolución de Florence por parte del NHC publicada el 7 de septiembre de 2018.
  • Figura 3. Temperatura del Océano Atlántico el 6 de septiembre de 2018. Las altas temperaturas favorecieron el desarrollo de Florence. La imagen está tomada del conocido portal Weather Underground.
Por: 
Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Investigador Nacional Nivel II (SNI).

En la mañana del martes 4 de septiembre de 2018, el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) reportó la formación del huracán Florence. Este fenómeno meteorológico había comenzado a gestarse a manera de depresion tropical el 30 de agosto frente a costas africanas. Entre el lunes 10 y el martes 11 de septiembre, más de un millón de personas tendrían que ser evacuadas de manera obligatoria debido al peligro creado por el impresionante crecimiento de este huracán.

A pesar de toda la capacidad predictiva asociada al monitoreo satelital, al uso de sensores de última generación y al desarrollo de supercómputo de alto rendimiento, el 4 de septiembre el NHC hizo pública una proyección de la trayectoria de Florence que resultó equivocada.

Aquel día se pronosticó que este huracán se debilitaría rápidamente para entrar en fase de tormenta tropical y se trasladaría al este de las Islas Bermudas, muy lejos del territorio estadounidense (ver figura 1). Tres días más tarde el NHC rectificaría y emitiría una alerta de riesgo máximo para los estados de Carolina del Norte y Carolina del Sur (ver figura 2). Al momento de escribir estas líneas, esta área se encuentra bajo el efecto de lluvias torrenciales comparables a las generadas por el huracán Harvey, el cual devastó a la ciudad de Houston en el año 2017.

Aunque los daños causados por Florence a los Estados Unidos serán de varios miles de millones de dólares,  el fenómeno  será relativamente  benigno en el sentido de que la evacuación organizada por las autoridades estadounidenses evitará la pérdida de centenares de vidas.

La razón por la cual la primera estimación sobre Florence no fue acertada se encuentra vinculada a la física de los huracanes. La solución de las ecuaciones que permiten predecir  el comportamiento de las propiedades de un huracán  no corresponde a fórmulas simples como las que se utilizan para dar cuenta de la caída de los cuerpos o el movimiento de los planetas. Pequeños cambios en el entorno de un huracán pueden dar lugar a grandes cambios en el comportamiento de éste.

Tal y como ocurrió con Harvey, la energía térmica asociada a las altas temperaturas del océano  ha causado el incremento de la capacidad destructiva de Florence (ver figura 3).1 La alta tasa de calentamiento del océano actual está vinculada con la emisión de gases de efecto invernadero producto de la actividad humana.

No obstante que la naturaleza de los fenómenos climáticos conlleva a predicciones de tipo probabilístico que continuamente deben ser revisadas, la evidencia científica muestra que el calentamiento global antropogénico está aumentando la frecuencia e intensidad de los huracanes, así como el nivel del mar en las costas.

Si bien la ciencia climática no posee una capacidad predictiva ilimitada, ésta ha sido fundamental para organizar a las poblaciones contra los huracanes y con ello preservar miles de vidas. En este contexto, es pertinente recordar que en el año 2012 Carolina del Norte aprobó una ley que impide utilizar evidencia basada en ciencia climática para establecer políticas públicas relacionadas con el aumento del nivel del mar en sus costas.2

Esa ley fue apoyada por poderosas inmobiliarias, las cuales han antepuesto intereses económicos a la seguridad de la población. El argumento utilizado por los promotores de dicha ley es precisamente la naturaleza esencialmente probabilística de las predicciones climáticas. Bajo esa lógica, áreas del conocimiento tales como el análisis de riesgos o la física cuántica acabarían siendo proscritas.

Los eventos climáticos extremos observados en 2017 y 2018 son una muestra de los efectos del calentamiento acelerado de los mares, fenómeno que a su vez está vinculado  con las emisiones de dióxido de carbono antropogénicas.

Es indispensable multiplicar esfuerzos para estudiar con el mayor detalle posible las consecuencias de estos escenarios climáticos y preparar científicamente a las poblaciones para enfrentar los retos que se presentarán a lo largo de las próximas décadas. La ciencia básica es un antídoto contra la desinformación referente al cambio climático. Solamente con el desarrollo de una cultura científica-ambiental al alcance de la ciudadanía se podrá superar la crisis ambiental que se irá desarrollando en las próximas décadas.3

Referencias:

1A. Sandoval-Villalbazo, “Alta temperatura aumentó capacidad destructiva de Harvey”, Prensa Ibero, 28 de agosto de 2017.

http://www.ibero.mx/prensa/analisis-alta-temperatura-de-oceano-aumento-capacidad-destructiva-de-harvey

2Una descripción de la ley en la cual se prohíbe establecer políticas públicas con base en resultados de estudios sobre el futuro aumento del nivel de los mares en Carolina del Norte se puede consultar en la dirección electrónica: https://www.reuters.com/article/us-usa-northcarolina/north-carolina-lawmakers-reject-sea-level-rise-predictions-idUSBRE86217I20120703. La nota menciona el derecho de veto a esa ley por parte de la gubernatura del estado, el cual no fue ejercido.

3A. Sandoval-Villalbazo, “Ciencia, antídoto contra la desinformación sobre el cambio climático”, Prensa Ibero, 8 de febrero de 2017.

http://ibero.mx/prensa/analisis-ciencia-antidoto-para-la-desinformacion-sobre-cambio-climatico

PRL/ICM

 

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