La maestría y el doctorado en Antropología Social de la Universidad Iberoamericana obtuvieron su renovación en la acreditación a nivel Competencia Internacional del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), un esfuerzo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en apoyo a la formación e investigación desde los posgrados a nivel nacional.

El coordinador del Posgrado en Antropología Social de la IBERO, el Dr. Alessandro Questa, platicó que, además de El Colegio de Michoacán y del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la IBERO forma parte de las tres únicas instituciones educativas de México cuyo posgrado en antropología social cuenta con dicha acreditación.  

Es importante destacar que el PNPC reconoce los esfuerzos de las instituciones de educación superior y los centros de investigación que promueven la colaboración entre la comunidad científica, estudiantes y personas de los sectores sociales, la academia, las instituciones y el sector productivo, para la creación de espacios de formación, investigación, desarrollo tecnológico e innovación, con atención a las problemáticas científicas y sociales prioritarias del país y del mundo desde un enfoque rigor científico y pertinencia social.

De hecho, el profesor-investigador recordó que el Doctorado en Antropología Social de la IBERO fue el primero en México en obtener tal acreditación internacional por Conacyt, lo cual habla de la excelencia académica de esta institución educativa, siendo la acreditación Competencia Internacional el nivel más alto posible en esta evaluación.

El Dr. Questa dijo que la IBERO cuenta con más de 20 años renovando esta acreditación, lo cual es muy importante porque permite al estudiantado que decide estudiar este posgrado en nuestra casa de estudios obtener una beca por parte del Conacyt. Adicional a esto, la Universidad otorga hasta 80% de condonación de colegiatura, lo que permite al alumnado enfocarse tiempo completo en sus estudios.

“Alcanzar esta acreditación no es una tarea sencilla”, expresó el docente, ya que “se debe de contar con académicas y académicos que cuenten con doctorado y un perfil internacional con publicaciones y redes en el extranjero, además de formar parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), organismo que les evalúa individualmente.

Otro requisito con el que se debe cumplir para formar parte del PNPC del Conacyt es que las y los estudiantes se titulen en tiempo y forma del posgrado. A esto se denomina eficiencia terminal.

El posgrado tiene un alto número de alumnas y alumnos internacionales. Actualmente, cuenta con estudiantes de Brasil, Estados Unidos, Cuba y Colombia, pero también han cursado estudiantes de Italia, Argentina, España, Perú e Italia, entre otros países.  

“Lo que nos distingue es que somos un posgrado multidisciplinario; aceptamos a estudiantes que vienen de otras licenciaturas, en historia, comunicación, psicología, economía, diseño, estudios de género o sociología, por ejemplo. Es un reto interesante cuando llegan estudiantes con una carrera distinta a la de antropología social porque tienen que terminar a tiempo”, explicó.

El investigador platicó que las y los estudiantes de la maestría y el doctorado hacen trabajo de campo etnográfico, es decir, inmersivo tanto en fábricas, colonias, zonas rurales y comunidades indígenas, de personas migrantes, como en la central de abastos, zonas pesqueras o centros nocturnos.

“Nuestros estudiantes viven una experiencia inmersiva pues se van por largos periodos a campo y hacen una observación participante, es decir, conviven con las personas y habitan su mundo. Esto les permite entender las distintas realidades sociales del país”, destacó el académico.  

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Valentina González/ICM