Área de Reflexión Universitaria IBERO, vinculada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La misión y el propósito del Área de Reflexión Universitaria (ARU) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México están centralmente vinculadas con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), consideró la Maestra Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la IBERO.
En su participación en la clausura de la ‘10ª Expo ARU 2019. Formación humanista: ciencia, conciencia y acción’, Schmelkes compartió que para ella hay dos documentos fundamentales que la humanidad se ha dado a sí misma para guiarse en sus acciones y construir el futuro: la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Este último, recordó, contiene los siguientes 17 ODS: Fin de la pobreza; Hambre cero; Salud y bienestar; Educación de calidad; Igualdad de género; Agua limpia y saneamiento; Energía asequible y no contaminante; Trabajo decente y crecimiento económico; Industria, innovación e infraestructura; Reducción de las desigualdades; Ciudades y comunidades sostenibles; Producción y consumo responsables; Acción por el clima; Vida submarina; Vida de ecosistemas terrestres; Paz, justicia e instituciones sólidas; y Alianzas para lograr los objetivos.
Todos esos objetivos quedan englobados en la sostenibilidad, ya que a diferencia de otros documentos orientadores que se ha dado la humanidad, ahora se tiene una situación de emergencia porque la sostenibilidad del planeta está en riesgo, y con ella la permanencia de la vida, cuando menos la humana y, probablemente, la de muchas especies. Por ello, “no tenemos mucho tiempo para transformar radicalmente nuestra manera de vivir, de forma que podamos efectivamente salvar a la especie (humana) y a otras especies”.
Educación para transformar
En este sentido, la Vicerrectora dijo que la educación puede realmente ayudar a transformar la cultura, a generar “un cambio radical de nuestra manera de vivir”. Por eso, abundó en el cuarto de los ODS, Educación de calidad. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
Y por tener mucho que ver con lo que hace ARU, y ser el corazón de los ODS, porque “solamente la educación puede llevarnos a esa transformación”, se refirió especialmente a la ‘Meta 4.7’, que dice: De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
“Me parece que ésta es la misión de ARU, y que ARU tiene que compartir esta visión de urgencia por la que se plantean en este momento estos objetivos. Entonces me parece que la coincidencia con el propósito de ARU es notable, que el reto que tenemos es el de poder vincular lo que hacemos educativamente con los problemas del país y del mundo, y con sus soluciones posibles”.
Agregó que la Meta 4.7 implica, pedagógicamente, tres dimensiones: una dimensión cognitiva, una dimensión socioemocional y una dimensión conductual; “y esto se tiene que reflejar, y de hecho se refleja, en cada una de nuestras clases”.
La dimensión cognitiva tiene que ver con el acceso a la información, pero sobre todo con la capacidad para discriminar esa información, porque lo más importante es saber cuál es la información verdadera, válida y la que se puede utilizar. Es pasar de la información al conocimiento, donde, “el conocimiento lo que nos da es la explicación de esa información que tenemos, nos da acceso a las causas de por qué están las cosas como nos dice esa información que están”, explicó.
De ese conocimiento hay que pasar al análisis crítico y a la visión prospectiva, que tiene que ver con “imaginar qué pasa sí, y no, intervengo en la realidad para cambiarla; y qué pasa si intervengo de ‘x’ o ‘y’ manera. Es una visión de futuro que todos tenemos que tener”.
La dimensión socioemocional tiene que ver con la capacidad de desarrollar empatía o compasión, y con respetar la dignidad de todas las personas, de todas las culturas y respetar a la ‘Casa Común’ (el planeta Tierra). Resaltó que, al pasar por esta dimensión socioemocional, las personas se cargan de energía para poder tomar la decisión de actuar; lo que lleva a la dimensión conductual.
“En cualquiera de nuestras materias del Área de Reflexión Universitaria de la IBERO tendríamos que transitar por estas tres dimensiones, que obviamente están muy relacionadas entre sí, pero que tienen que llevar a la decisión de comprometernos para actuar”.
El propósito de ARU
Por otra parte, la Mtra. Sylvia Schmelkes destacó que para la Universidad Iberoamericana Ciudad de México es muy importante su Área de Reflexión Universitaria (ARU), porque es el espacio de formación integral de sus estudiantes; y aunque no es el único, sin duda es el más importante, “porque en ARU es donde se construyen personas éticas, mediante la ejercitación del pensamiento crítico y la consolidación y construcción de criterios de juicio moral”.
“Los propósitos del ARU son: formar personas conscientes y comprometidas; agentes de sus propios aprendizajes y sus decisiones; insertas, responsable y comprometidamente, en la problemática de su entorno inmediato y mediato. Y es esto justamente lo que distingue a la IBERO de otras universidades públicas y privadas de México”.
Es justo por estos propósitos, dijo la Vicerrectora, que ARU está “íntimamente vinculada” con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y con las ‘Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús 2019-2029’: Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento; Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia; Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador; y Colaborar en el cuidado de la Casa Común.
Por todas las razones expuestas, la maestra invitó a las y los académicos que colaboran en el Área de Reflexión Universitaria a compartir con el estudiantado “que valoren esta oportunidad que les da ARU de crecer como personas”. Al cuerpo docente de ARU le pidió relacionar explícitamente sus materias con la agenda de la IBERO y con la agenda global. Y al resto de quienes integran la Universidad les solicitó reconocer en ARU un espacio privilegiado para el cumplimiento de la Misión de la Iberoamericana.
Texto: PEDRO RENDÓN/ICM
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