Brinda la IBERO asesoría y acompañamiento a alumnado de pueblos originarios

Jue, 3 Nov 2022
Respalda así a estudiantes que son violentados/as e ignoradas/os por su procedencia y que necesitan que se les escuche
Fidencio Hernández narra su experiencia en una universidad de Puebla donde sufrió discriminación y cuenta cómo le dio vuelta a la situación para poder estudiar una maestría y, actualmente, su doctorado
  • Fidencio Hernández estudia actualmente el Doctorado en la Universidad Iberoamericana, donde concluyó la Maestría de Investigación y Desarrollo de la Educación (MIDE).
  • Fidencio Hernández tiene un proyecto en su comunidad para que los niños reciban sus clases en totonaco y en español
  • El Dr. Stefano Sartorello, del INIDE, se encargó en la IBERO del acompañamiento de Fidencio.

A los 18 años Fidencio Hernández salió de su comunidad en Caxhuacan, Puebla, para ingresar a la Universidad en la capital del estado. Además de ganar su lugar a través del examen de admisión, también presentó una prueba de español, que es requisito para las personas que hablan una lengua indígena. 

Durante sus estudios de sociología en una universidad pública de Puebla, lo más difícil fue motivarse a sí mismo y mantener su confianza porque el entorno constantemente le hacía sentir que “no tenía madera para la licenciatura”.

Fidencio enfrentó burlas hacía su físico, su vestimenta y hasta su forma de participar en clase, pero lo más difícil fue pasar por todo eso solo, pues durante cuatro años nadie habló con él. Lo recuerda como un periodo de mucha soledad y confiesa que le habría gustado cultivar amistades. 

Esa violencia con la que la sociedad mexicana, en general, y el sistema educativo, en particular, tratan a los jóvenes de pueblos originarios. se refleja en las estadísticas: del 100% de la matrícula universitaria en México, sólo 3% es indígena

En este contexto, la IBERO lanza un programa de asesoría y acompañamiento para jóvenes de pueblos originarios a través del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE); que busca, además de apoyar sus ideas y proyectos, convertirse en un lugar donde puedan ser escuchadas/os y no pasen por situaciones como la de Fidencio Hernández. 

Este proyecto se enmarca en la interculturalidad, uno de los ejes transversales que rigen los planes de estudio de las licenciaturas de la Universidad Iberoamericana desde 2021; pero, ¿qué es la interculturalidad?

“Se trata de la capacidad de valorar el grupo de pertenencia desde una mirada crítica; de tener una autoestima cultural reflexiva, que propicie el conocimiento y el análisis crítico de la identidad propia y la del grupo de pertenencia; y que permita cuestionar privilegios y su papel en la reproducción del clasismo, racismo y  discriminación”, afirma la Dra. Luz María Moreno Medrano, directora del INIDE.

Al respecto, el Dr. Stefano Sartorello, investigador responsable del área de interculturalidad del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), menciona que las personas de pueblos originarios en la IBERO sí existen y, aunque son una minoría, atraviesan por situaciones “socio afectivas, socioeconómicas y problemáticas educativas que no deben pasarse por alto”.
 

¿Sabías que en la IBERO contamos con un Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas?

 

Y para entender mejor qué implica un espacio de escucha y acompañamiento y por qué es importante impulsarlo, cuidarlo y difundirlo, compartiremos la entrevista completa a Fidencio Hernández, quien al terminar la licenciatura aplicó para una beca en la Universidad Iberoamericana, donde estudió la Maestría en Investigación y Desarrollo de la Educación (MIDE) y se tituló con la tesis: “Propuesta educativa intercultural para el fortalecimiento de la lengua, cultura y epistemología totonaca dirigida a niñas y niños del municipio de Caxhuacan, Puebla”.

¿Cómo fue tu experiencia de acompañamiento con tu asesor de tesis en la IBERO? (que fue el Dr. Stefano Sartorello)

Él me daba un acompañamiento de reunirnos cada ocho días y de discutir, sobre todo conforme iba avanzando la maestría. Algunas veces salía abrumado de las materias, de la tesis y yo llegaba con él y no era sólo como mi asesor o director de tesis, sino también un amigo

Se volvió alguien a quien le contaba todo lo que me ocurría y es de lo que tanto admiro de estar aquí en la IBERO, porque tuve ese acompañamiento y pude acabar la tesis en tiempo y forma. 

¿Cuando ingresaste a la licenciatura te preguntaron si pertenecías a una comunidad indígena? y ¿cuál es la diferencia de tener o no un acompañamiento?

Sí, sí te preguntan, pero allá (en la universidad de Puebla donde cursó) no existe el acompañamiento, lo que te deja muy solo. Es un tema de soledad, pero es también un asunto de inseguridad introyectada que traemos como mecanismo de defensa de que no te quieres enfrentar al sistema, entonces como que tratas de continuar, aunque vayas ahí a rastras. 

Y el tema del acompañamiento se vuelve fundamental porque incorporas a tu Director de tesis como parte de tu familia, y  se vuelve como un consejero

¿Cómo fue salir de tu comunidad y vivir solo en otra ciudad?

El primer día fui con mucho miedo, aunque emocionado, porque bueno, un día antes fui a conocer la escuela, conocí la ruta, pero al final sientes eso que es una de las grandes barreras que tenemos los jóvenes indígenas, el miedo, el miedo a enfrentarnos a lo diferente, sobre todo cuando venimos del seno familiar, donde nuestro círculo es en el pueblo, ir al campo, a la escuela, entonces hacer esas actividades y, de repente, salir de tu pueblo, llegar a una ciudad que no conoces, con gente que no conoces, donde nadie te habla y claro que extrañas a tu familia

Muchos jóvenes no salen del pueblo porque ir a la ciudad implica dejar a tu familia, dejar tu arraigo y luego pasa que te tienes que quedar en la ciudad; por ejemplo, yo no vi a mi familia en cuatro meses porque, en principio, estando en mi pueblo, para mí la importancia del dinero no era fundamental, porque casi todo lo que comemos se cosecha, pero al salir necesitas capital para moverte y al final, si no tienes, pues no puedes ir de visita tan fácilmente.

Hay un sólo autobús que sale de Puebla hacía mi pueblo, sale los días viernes y sábado, pero son 500 pesos más de ida y otros tantos de vuelta, o sea, eran mil pesos, y al final dices, no pues en ese caso mejor me espero. Por ello me alejé una temporada larga de mi familia

¿Y cómo es ese sentimiento? ¿Con quién hablabas durante ese tiempo?

Pues casi con nadie durante los cuatro años en la licenciatura allá en Puebla. Yo procuraba hablar por teléfono con mi mamá, pero, tiene como dos años que nos pusieron la señal de telefonía celular; antes de eso no podía hablar con ella porque debía llamar a la caseta y luego la gente estaba formada o no le avisaban de mi llamada, entonces, al final no podía comunicarme con ella.

De por sí luego uno anda como desorientado y de repente tú tienes que aprender a manejar tu propia tristeza, yo recuerdo que cuando llegué a la Universidad, ese fue el primer momento. 

El segundo momento, fue cuando hice mi primer parcial, en la licenciatura; en realidad contesté bien el examen, pero nos dieron por filas determinadas preguntas, entonces yo contesté las de la otra fila y sólo por eso me había reprobado el profesor, este fue el primer choque que dije, y ahora qué hago, porque te sientes muy abrumado, te sientes solo y aparte llegas a desconfiar de tu capacidad, de que realmente sabes. 

Yo llegué a la casa donde vivía, me senté en las escaleras y me puse a llorar desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche, hasta que 'me cayó el 20' de decir, bueno, pues si estoy en la Universidad es porque pasé el examen y no fue suerte, te debes autoayudar, esa es la razón por la que muchas personas se derrumban y se regresan a su pueblo.

¿Qué implica para ti tener un espacio de “escucha” y “acompañamiento”?

Cuando yo hice ese examen dije, no, pues yo creo que mejor me regreso a mi pueblo porque no sé si tengo madera para la licenciatura, luego te vuelves resiliente, pero si yo hubiera tenido algún acompañamiento, ya sea de un tutor o de otro compañero que me pudiera decir “tú puedes”, creo que habría sido muy bueno.

Aplaudo mucho de la IBERO que desde que ingresé al curso de inducción, aquí en la Maestría en Investigación y Desarrollo de la Educación (MIDE), realmente tuve un acompañamiento con el profesorado y cuando me asignaron a Stefano, él me dio el acompañamiento en todo momento, sobre todo en términos de manejo de soledad, ya no trabajaba solo, sino que podía compartir con otras personas y eso me dana una sensación de seguridad que creo que necesitamos todos/as quienes venimos de zonas rurales, y más todavía si hablamos una lengua indígena, esto de la sumisión introyectada, como que de repente no preguntas tanto.

 

¿Cuáles son los mayores retos para estudiar una licenciatura o posgrado siendo de un pueblo originario?

Antes de ingresar aquí, el hecho de que una amiga (a quien conoció por el proyecto bilingüe en su comunidad) me dijera: "oye, pues existe la posibilidad de que postules en en la IBERO y que busques una beca", me abrió el panorama, porque yo ya estaba como desolado de que acredité los exámenes de que hablo español, de que hablo totonaco y de que hablo inglés, pero no sabía hacia dónde ir. 

Entonces creo que haber estado con el Dr. Stefano es algo que me ayudó, porque por ejemplo, cuando estaba ansioso, así como de chin, es que estoy escribiendo todo mal en la tesis, platicaba con él de estas experiencias, así como de otras emocionales, y eso me daba confianza y seguridad para continuar. Fue así como logré titularme en tiempo y forma. 

¿Cuál es el granito de arena que te gustaría dejar para futuras generaciones de estudiantes indígenas? 

Justo mi tesis va sobre el reforzamiento lingüístico y cómo usar los materiales didácticos, ya sea para la parte formal o informal en la comunidad y me gustaría replicarlo en otras lenguas.

El idioma nos genera una barrera en el aprendizaje, porque si hablamos solamente en nuestra lengua materna en la casa, y luego en la escuela sólo hablar español, pasa que los (y las)  docentes pueden no ser empáticos en explicarnos algunas definiciones en nuestra lengua.

Si hay quienes como yo, representantes de estudiantes indígenas, logramos terminar una licenciatura, una maestría, ingresamos  al Doctorado en Estudios Críticos de Género, creo que es importante generar este acompañamiento con otros jóvenes, con otros docentes, para poder sensibilizar y también que podamos ayudarnos para que más jóvenes puedan, no salir de las comunidades, sino que sepan que el saber que tenemos (como cultura indígena) es importante y nos permite posicionarnos mejor. 

Texto: Laura Herrera
 

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