No sólo la amistad y la preocupación medioambiental unen a la Dra. Julia Carabias y a la periodista Gabriela Warkentin, sino también su gran preocupación por encontrar maneras efectivas de comunicar, tanto a la sociedad como a los gobiernos, la gran importancia de estos temas. La primera, bióloga y ex Presidenta del Instituto Nacional de Ecología, lamenta que este entendimiento nos llegue más pronto de mala manera, debido a las consecuencias palpables del cambio climático; la segunda, comunicóloga egresada de nuestra IBERO, donde actualmente forma parte del claustro académico de la Licenciatura en Comunicación, afirma que se necesita metodología y estrategia para generar piezas comunicativas que sensibilicen a públicos amplios y hagan que esto “se nos vuelva un asunto de piel, de víscera, de mirada, de dónde estamos parados”. 

Así lo platicaron durante el diálogo El valor oculto de la selva: bosques mexicanos como pilares de la sustentabilidad urbana y la calidad de vida, organizado por el Centro Universitario Transdisciplinar para la Sustentabilidad (Centrus) y la Licenciatura en Sustentabilidad Ambiental (LISA) de la IBERO, cuyos y cuyas representantes recordaron que, en este quinto aniversario de su creación, Julia Carabias les ha acompañado en este camino. 

El público preguntó si todavía estamos a tiempo para retroceder todo el daño que le hemos hecho al medio ambiente, a lo que la experta en preservación ambiental respondió que no hay que formularlo así. “Todavía estamos a tiempo, pero no es para retroceder, el pasado tampoco fue el mejor. Hay que construir un futuro, hay que construir el camino de esa sustentabilidad, porque el pasado fue precisamente el que nos provocó la situación actual”. 

Tanto ella como la titular del noticiero Así las cosas coincidieron en que todas estas inquietudes deben traducirse en exigencias concretas a las autoridades para transformarlas en políticas públicas, en especial en periodos electorales como el de 2024. Al menos una agenda de cinco puntos, dijeron, o quizá “sólo el punto de que el medio ambiente vale la pena, así empezó el movimiento feminista”, dijo Julia. 

Explicó que en México tenemos un altísimo porcentaje de todas las especies que hay en el mundo y la Selva Lacandona es el sitio donde más especies hay. Una de cada cuatro especies que existen en México está ahí, y esta zona representa apenas el 0.1% del territorio mexicano.   

“El problema es que no se está entendiendo, por la vía ni del corazón, ni de la razón, que esa vida, con todas esas especies que están interactuando, eso es lo que está permitiendo que haya oxígeno, que haya agua, que haya alimentos, que haya medicinas, y no podríamos simplemente vivir sin eso”. 

Por su parte, el Rector de la Universidad Iberoamericana, Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., apuntó que el Papa Francisco va a publicar una segunda parte de su Encíclica Laudato Si’, lo que quiere decir que hay una prioridad para atender el asunto de la emergencia climática. Agregó que debemos encontrar el coraje “para decir no con el corazón ardiente”: a la deforestación, la explotación maderera, al extractivismo que mira a la tierra como una fuente infinita de recursos, a la monopolización de las semillas y al tráfico de especies. 

El Dr. José Alberto Lara, director del Centrus, recordó que no hay licenciatura igual a la LISA, ni siquiera las ingenierías ambientales, ya que ésta ofrece una formación integral. “Nos interesa la ciencia, nos interesa la técnica, nos interesan las humanidades, nos interesa todo”. 

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Texto: Yazmín Mendoza. Fotos: Alberto Hernández 

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