Celebran a IBERO y Compañía de Jesús con curso sobre historia jesuita en México

Lun, 13 Mar 2023
La cita es todos los martes y jueves a las 17:00 horas del 7 de marzo al 20 de abril
El ministerio educativo reconfigura esta orden religiosa desde sus inicios, dice el experto Arturo Reynoso
  • La Compañía de Jesús fue fundada por San Ignacio de Loyola.

Este 2023, nuestra IBERO festeja 80 años de su fundación, mientras que la Compañía de Jesús, a la cual está confiada la Universidad Iberoamericana, celebra 450 años de su llegada a México. En honor a estos dos aniversarios, el Centro de Estudios de Historia de México de la Fundación Carlos Slim abre su curso gratuito en línea Historia de los jesuitas en México: siglos XVI-XX, todos los martes y jueves, del 7 de marzo al 20 de abril, a las 17:00 horas.

El padre Luis Gerardo Moro, S.J., Provincial de la Compañía de Jesús en México, y el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., Rector de nuestra Ibero Ciudad de México, asistieron a la inauguración de este curso, y a la primera conferencia, La llegada de los jesuitas y su incursión en el ministerio educativo en la Nueva España y México, impartida por el Dr. Arturo Reynoso, académico investigador en la Dirección de Información Académica del ITESO.

Luis Gerardo Moro recordó al padre Pedro Sánchez, primer Provincial de la Nueva España, y mencionó también a los padres Salvatierra, Quino, Alegre, Clavijero y Miguel Agustín Pro, “de quienes nosotros estamos aprendiendo a mirar con nuevos ojos, ellos nos ayudan a discernir para saber estar y responder a la época que hoy nos toca vivir”.

Destacó que los jesuitas no pueden ser indiferentes al sufrimiento que viven millones de mexicanas y mexicanos. Queremos aportar, agregó Moro, desde nuestra realidad y desde nuestras obras, a las necesidades apremiantes: la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, las desapariciones forzadas, los feminicidios, los desplazamientos, la migración, la militarización, la violencia.

A propósito de este curso, consideró importante mantener la memoria, mirar la historia y aprender de ella. “Memoria e identidad están ligadas por profundos vínculos, el que olvida su pasado no sabe quién es”, sentenció. Hizo una invitación a aprender sobre el lugar de la Compañía de Jesús en la historia, así como a asumir un compromiso esperanzador para nuestro país.

Por su parte, el Dr. Arriaga Valenzuela señaló que esta iniciativa nos permite situar el quehacer de la IBERO en un horizonte más amplio, el de la Compañía de Jesús como actor central en la construcción de la experiencia histórica de México. En cierto modo, dijo, “el quehacer que los jesuitas emprenden desde el siglo XVI en la Nueva España establece una poética particular, una empresa de construcción de imaginarios culturales, políticos e históricos que le otorgó a México bases fundantes para la construcción de su nacionalidad, de su identidad”.

El mayor reto al escribir una historia de los jesuitas, agregó citando a un historiador de la Universidad de Hamburgo, es que esencialmente tiene que ser una historia del mundo, y el curso que hoy iniciamos responde a esa misión.

Como parte de la primera conferencia, el Dr. Arturo Reynoso se remontó a los orígenes de la vocación ministerial de la Compañía de Jesús, mucho antes de su llegada a la Nueva España, en Roma en 1539. En ese entonces, recién se conformaba la orden religiosa, que decidió que quienes aspiraban a formar parte de su grupo necesitaban formación académica, por lo que fundaron colegios -residencias de estudiantes- para que sus aspirantes pudieran asistir a la universidad.

Con el paso del tiempo los jesuitas mismos asumieron también el rol de formadores, y su labor fue aprovechada no solamente por aspirantes sino también por otro tipo de personas. Así, una orden que no se concebía como educadora en principio, en muy pocos años se revolucionó para asumirse como educadora.

Aunque la Compañía de Jesús “no renunció a su gran actividad misionera, de predicación, litúrgica, de confesión”, explicó el Dr. Reynoso, el ministerio educativo es algo que la reconfigura desde sus inicios, e incorporó su sello a la formación que ofrecía y ofrece actualmente, pues “no se podía concebir el conocimiento científico sin una excelente base en las humanidades”.

Texto: Yazmín Mendoza / JCM

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