CITeR IBERO: docencia, investigación y desarrollo al servicio de personas con discapacidad
Este 2019, el Centro de Ingeniería y Tecnología de Rehabilitación (CITeR) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México cumplió 17 años de existencia y de realizar tres funciones en un solo espacio: docencia, investigación y desarrollo, al servicio de las personas con discapacidad.
Algunos de los proyectos más importantes desarrollados en estos más de tres lustros son: los asientos conformados, un software para recomendar sillas de ruedas y simuladores de posición.
En la docencia, el CITeR se ha vinculado con estudiantes, de posgrado y licenciatura, entre éstos, de Ingeniería Biomédica, Ingeniería en Mecatrónica y Producción, Diseño, Pedagogía y Psicología; quienes al participar con el Centro se involucran en las necesidades de las personas con discapacidad.
En la parte de servicio, se han ofrecido ayudas tecnológicas a personas con discapacidad, principalmente de la Ciudad de México, quienes prueban estas tecnologías y se benefician con las mismas.
Con el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) se desarrolló una certificación, para la recomendación de tecnología para personas con discapacidad. Y como parte de la Red CITeR, en la actualidad se tienen vínculos con otras universidades en: Medellín, Colombia; Cuenca, Ecuador; y Lima, Perú; en donde hay centros asociados.
El Dr. Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, director del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT), al que pertenece el CITeR, reconoció que, si bien existen muchas tecnologías para la discapacidad en el mercado, como las sillas de ruedas comerciales con medidas estandarizadas, es necesaria la personalización para cada uno de los usuarios.
Esa personalización se hace en el CITeR, donde se toman en consideración las medidas físicas de cada paciente, para configurar el largo y ancho de la silla con el uso del software desarrollado en el Centro. Si a éstas sillas se les incluye los asientos conformados que también se fabrican en el CITeR, se atiende el problema del surgimiento de úlceras.
El CITeR a futuro
El Ing. Abel Arredondo, quien hasta este año laboró en el CITeR (y ahora trabaja en el diseño de dispositivos biomédicos en una empresa en Dinamarca), dijo que, a futuro, el Centro tiene varios proyectos por realizar.
En la vinculación con otras instituciones, va a formalizar su relación con el Instituto Nacional de Rehabilitación, con el cual tiene bastante tiempo colaborando; y probablemente se formalice el vínculo con el Centro de Rehabilitación del DIF Zapata, Gaby Brimer. Asimismo, se busca consolidar la Red CITeR, y ampliarla, tal vez a Uruguay, y en México, quizá en otra Universidad jesuita.
Otra cuestión por venir en el CITeR es hacer que, en éste, la discapacidad sea abordada en un esquema inter y transdisciplinar. “La unión de los conceptos de robótica nos está llevando ahora a hacer dispositivos que sean para usuarios que tengan soporte de cabeza, que son de alguna manera también una especie de ayuda técnica, pero con componentes de robótica y conceptos de robótica, que estamos uniendo”, ejemplificó el Dr. Gamaliel Hernández.
Otro aspecto importante es evaluar si en verdad existe un bienestar en la vida de las personas con discapacidad a las que apoya con ayudas tecnológicas el CITeR. Dicha evaluación se hará de forma cualitativa y cuantitativa, y con el apoyo de diferentes instrumentos de medición, como encuestas, mediciones en tiempo real de algunos sensores que llevan los usuarios en sus dispositivos y con algunos modelos de bienestar.
“Al final, el objetivo del CITeR no es entregar tecnología probada por los pacientes, sino generar bienestar en los pacientes. Y ese último tramo ya es una perspectiva inter y transdisciplinar”. Para realizar tal evaluación, el Centro se está aliando, dentro de la IBERO, con su Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social (Equide) y su Clínica Gerontológica.
Dentro de la Red CITeR algo que también se quiere es, masificar la tecnología que se tiene, como los asientos conformados, las prótesis y las sillas. “Andamos buscando alianzas con algunas empresas y con el gobierno, porque tenemos al personal, porque tenemos la maquinaria y porque tenemos muchos años de experiencia”.
Pensando en esa masificación se está visualizando cómo impartir las materias que tratan la discapacidad, ya no sólo en Ingeniería Biomédica o en Ingeniería en Mecatrónica y Producción, sino también en las carreras de Diseño, Pedagogía y Psicología, para que en estos espacios multidisciplinares de docencia se aborde la discapacidad en todas sus aristas.
Y es que los ingenieros suelen abordar la discapacidad desde la parte técnica y, por ejemplo, los diseñadores lo hacen centrados en el usuario. Ambos puntos de vista enriquecen la experiencia, con el fin de proveer mejores tecnologías para las personas con discapacidad.
Texto y fotos: PEDRO RENDÓN
El Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la IBERO, hacia una nueva etapa
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