Este martes 24 de enero, México vibró al tiempo que en Estados Unidos se anunciaron las nominaciones a los Premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, mejor conocidos como los Oscar, y es que de nueva cuenta nuestro país vuelve a tener amplia representación con las nominaciones de Guillermo Del Toro, Alfonso Cuarón y el exalumno de la IBERO Alejandro González Iñárritu. Este hecho obliga a hacer un análisis de la situación en la que se encuentra la industria cinematográfica de nuestro país, por lo que conversamos con el Mtro. Fernando Moreno, profesor de cine de la Universidad Iberoamericana.

Guillermo Del Toro buscará el Oscar en la categoría de Mejor Película de Animación por Pinocchio; Alfonso Cuarón compite para Mejor Cortometraje de Ficción con Le Pupille; y la cinta Bardo: Falsa Crónica de unas Cuantas Verdades, de Alejandro González Iñárritu, está nominada a Mejor Fotografía, que fue realizada por Darius Khondji.

Ante las nominaciones de cineastas mexicanos por producciones financiadas y distribuidas por empresas extranjeras, ¿podemos catalogar sus trabajos como “cine mexicano”? Fernando Moreno cree que sí, aunque depende de la cinta y el tema que trate. “Roma (Alfonso Cuarón, 2018) o Bardo, desde mi perspectiva, son películas mexicanas por lo que cuentan y relatan, por la memoria que construyen del país y el comentario social que hacen”, apuntó el académico del Departamento de Comunicación, “Pacific Rim (Guillermo del Toro, 2013) o Birdman (Alejandro González Iñárritu, 2014) no lo son”. Sin embargo, consideró que ellos como autores no dejarán de ser nunca artistas mexicanos.

En cuanto al impulso que recibe la industria cinematográfica en nuestro país, el docente de la Iberoamericana opina que, “paradójicamente, y después de una constante de dos décadas de políticas públicas y apoyos gubernamentales que impactaron en el crecimiento de la producción y la calidad de la misma, hoy los presupuestos y apoyos han disminuido y se han recortado dramáticamente”.

Agrega que el apoyo fiscal que autoridades mexicanas dan al séptimo arte no es suficiente y que “los recortes a los presupuestos y la desaparición de los fideicomisos que funcionaban para financiar la producción han generado un clima de poca claridad sobre el futuro de las producciones”.

Sobre el cine comercial mexicano, Fernando Moreno indica que actualmente no representa a todos los sectores de la población nacional, “pero la basta y variada producción que se realiza cada año, sí”. Celebra que en México hay muchas más películas que las que se hacen con una vocación comercial y esas sí reflejan la diversidad que somos como país.

El profesor considera que el éxito de artistas como Del Toro, Cuarón e Iñárritu podría impactar de manera significativa en el número de jóvenes que decidan estudiar para trabajar en la industria del séptimo arte: “Desde mi perspectiva cada vez hay más jóvenes interesados en hacer cine y dedicarse a lo audiovisual, y sin duda eso obedece al efecto aspiracional de la figura de los realizadores mexicanos que triunfan”.

Una de las opciones para prepararse en esta área es la Maestría en Cine de la IBERO, que actualmente tiene un proceso abierto para seleccionar a sus próximos y próximas estudiantes. Este programa tiene el objetivo de formar profesionales capaces de analizar, producir y evaluar películas y guiones con base en el conocimiento de las implicaciones sociales, económicas y culturales del arte audiovisual, de las estrategias de investigación aplicada a la creación y de la técnica y teoría cinematográfica, con el propósito de fortalecer las industrias mediáticas de nuestro país de un modo crítico, innovador y comprometido con la justicia social.

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Texto: Jorge Luis Cortés / MYMV

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