Construir agenda y hacer laboratorios sociales, tareas del 'Observatorio a Favor de la Justicia'

Mar, 23 Ago 2022
Durante el Foro Magis, celebrado en el ITESO, Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO, señaló que uno de los retos es conectar con las y los jóvenes
Javier 'Pato' Ávila, sacerdote jesuita, hizo un llamado al diálogo y a sumar iniciativas. Pidió apostar "por la memoria"
  • Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO (ITESO).
  • Javier 'Pato' Ávila, sacerdote jesuita que trabaja en las comunidades de la sierra Tarahumara (ITESO).

El Observatorio para la Incidencia a Favor de la Justicia con Paz y Reconciliación tiene tres tareas fundamentales: construir una agenda de investigación aplicada para la incidencia, hacer concursos de buenas prácticas en seguridad desde la ciudadanía para fomentar la creatividad y la innovación, y hacer laboratorios sociales.

Así lo expresó Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de nuestra IBERO Ciudad de México, durante su participación en el Foro Magis, celebrado en el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara. En el evento, habló sobre uno de los retos que tendrá este Observatorio, una iniciativa surgida desde el sector Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.

De acuerdo con el experto en seguridad, será encontrar maneras de conectar con las y los jóvenes, a quienes se les debe dar respuestas sobre la situación del país. "Si no entendemos lo que está pasando, difícilmente podremos hacer lo necesario para cambiarlo", dijo López Portillo, quien apuntó que no es posible trabajar y construir sin escuchar lo que tienen que decir.

Además, es importante que más instituciones educativas se involucren. “Todas las universidades están ética y políticamente obligadas a construir alternativas para cambiar la realidad que vivimos”, dijo López Portillo en referencia al Observatorio, “un esfuerzo por traducir la realidad compleja, cambiante, dinámica que muchas veces no logramos entender”.

Durante el mismo Foro Magis, el sacerdote jesuita Javier Pato Ávila señaló que la violencia en la sierra Tarahumara “ha ocurrido siempre, sólo que ahora es más descarado”. Al igual que Javier Campos y Joaquín Mora, curas asesinados en Cerocahui, Chihuahua, Ávila también trabaja en esa zona del país, por lo que sabe de sobra que la relativa paz que había se rompió después de la matanza en Creel, en 2008.

Resaltó que, frente a un sistema que apuesta por el olvido, “nosotros le apostamos a la memoria”, y sentenció que los jesuitas no abandonarán su labor en la Tarahumara. Fue enfático al decir que se debe revisar la estrategia de seguridad, pero también hizo un llamado al diálogo y a sumar iniciativas, pues “una persona no lo sabe todo, pero todos sabemos todo; uno solo no puede, todos podemos”.

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Redacción IBERO

 

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