La cooperación entre docentes es, de entre los diez elementos clave de la neuroeducación, el que más influye en que las y los estudiantes aprendan, porque significa que el profesorado se ha puesto de acuerdo pensando en el bienestar de sus alumnos y alumnas, dijo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México Anna Forés Miravalles, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona (UB).

Lo anterior fue dado a conocer por Forés, doctora en Ciencias de la Educación, en su ponencia ‘Diez elementos clave para aplicar la neuroeducación al aula’, que dictó en el curso ‘Neurociencias aplicadas a la educación’, organizado por la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías (DEAMeT) de la IBERO.

Luego de definir que la neuroeducación es aplicar a la educación todo lo que se sabe de cómo aprende el cerebro, destacó que es importante llevarla al aula “porque ahora sabemos realmente qué está pasando en nuestro cerebro cuando estamos aprendiendo”.

Y es precisamente por el hecho de brindar evidencia científica para saber qué se debe hacer para educar mejor, lo que ayuda a tomar decisiones educativas, que la neuroeducación no debe ser considerada una moda, aclaró la Directora del Posgrado de Neuroeducación de la UB.

Al retomar cuáles son el resto de los diez elementos clave de la neuroeducación, mencionó que el segundo de ellos que más influye en el aprendizaje es la evaluación inicial, es decir, las expectativas que las y los académicos ponen en sus estudiantes. “Si yo, profesor, creo que el chaval saldrá adelante, el chaval saldrá adelante”, porque la o el alumno percibirá, sutilmente, que confían en ellos y ellas académicamente.

El resto de los elementos son:

3) Objetivos y criterios de éxito.

4) Atención.

5) Pensamiento crítico y creativo.

6) Trabajo cooperativo.

7) Evaluación y feedback.

8) Memoria.

9) Metacognición. (cómo sabe el docente que los estudiantes saben, y que ellas y ellos sepan que saben).

10) Impacto.

La Dra. Forés, quien es autora de diversos libros y artículos sobre neurodidáctica y neuromitos, añadió que el gran neurólogo español, Francisco Mora Teruel, señala cinco aportaciones de la neurociencia para mejorar las clases:

1. Empieza con algo provocador. Una frase, una imagen o una reflexión que no deje indiferente al estudiantado.
2. Conecta con la vida de tus alumnos. Presenta problemas que les afecten y hazlo de una forma en que los vean interesantes.
3. Haz que quieran y puedan hablar. Crea un clima en el que no exista el miedo a expresarse y deja espacio para que construyan sus argumentos.
4. Introduce incongruencias. El mundo está lleno de ellas, así que usa la contradicción, la novedad, la sorpresa, el desconcierto y la incertidumbre para captar la atención de tus alumnos.
5. Evita la ansiedad. Reduce la presión y no pongas en evidencia a tus alumnos; porque nadie aprende así.

Finalmente, Forés Miravalles agregó que Ignacio Morgado, neurocientífico catalán, estableció diez premisas de la neuroeducación, que ayudan al aprendizaje:

1. Practicar regularmente deportes o actividades físicas.
2. Evitar el exceso de grasas en la alimentación.
3. Dormir lo necesario con regularidad.
4. Entrenar frecuentemente la memoria de trabajo. Tomar apuntes, después ayudará a la memoria a largo plazo. Si el estudiante está escuchando, está entendiendo y está apuntando.
5. Guiar el aprendizaje con preguntas.
6. Practicar frecuentemente el recuerdo de lo aprendido. Evocar es necesario para ir fijando la memoria.
7. Un poco de estrés no es malo.
8. Homenaje a la lectura.
9. Inmersión temprana en más de una lengua. El bilingüismo aplaza las enfermedades de deterioro en las personas mayores.
10. Evaluaciones orales. Cómo sabemos que sabemos; cuando lo puedo explicar.

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Texto y foto: PEDRO RENDÓN/ICM