COVID-19 Durante pandemia, tema del cuidado creció en el discurso político
El cuidado es un nuevo ámbito, un nuevo campo, un analizador que se ha convertido en las últimas décadas en objeto de las políticas públicas, en un campo que genera gran cantidad de investigación y que está siendo cada vez más reclamado y articulado por los diferentes niveles políticos, es decir, se está incorporando en los discursos a una velocidad tremenda y más en situación de pandemia como la que vivimos, señaló la Dra. María Teresa Martín Palomo, profesora titular de Sociología en la Universidad de Almería.
Al participar en los Diálogos de saberes sobre cuidados, paz y sostenibilidad de la vida, que organizó el Programa de Género e Incidencia de la IBERO junto con la Universitat Jaume I, la experta dijo que la forma en que se concibe el cuidado está íntimamente relacionada con la comprensión que se tenga de nociones como la vulnerabilidad y la dependencia.
Martín Palomo recordó lo que dice la socióloga Pascale Molinier sobre la interdependencia, la cual es difícil de aceptar, pues significa no sólo que dependamos de otras personas para nuestras necesidades elementales, lo que ya es bastante, sino que dependemos de otras personas en todos los ámbitos de la existencia, incluso aquellos que son considerados los más singulares.
Añadió que hay una amplia gama de situaciones de dependencia que se da en cada etapa de nuestras vidas. El ser humano no puede sobrevivir si no hay una red de cuidados que le dé soporte desde el inicio, así como en la vejez.
“Probablemente la pandemia nos ha permitido ser conscientes de esa vulnerabilidad como hasta ahora no lo habíamos percibido como humanidad. La COVID-19 ha demostrado que somos vulnerables”, explicó tras impartir la plática Vulnerabilidades, interdependencias y cuidados.
Considerar la vulnerabilidad existencial humana y las interdependencias que conlleva tiene implicaciones políticas, pues hay grupos sociales que tienen mayor vulnerabilidad. Esta situación se ha exacerbado con la crisis sanitaria.
En ese sentido, invitó a pensar en:
- Aquellos que están al tanto de otros habitualmente en las vulnerabilidades intrínsecas al trabajo de cuidado.
- En la propia vulnerabilidad, lo que supone caer en la cuenta de que, aun siendo adultos, sanos e independientes somos frágiles.
- La interdependencia, pues nuestra subsistencia, nuestra vida y nuestros proyectos se sustentan cada día con un buen número de cuidados que nos damos a nosotros mismos y que son básicos como el descanso, la nutrición o el aseo.
Para la especialista, el cuidado y su ausencia no se reparten por igual. Esto hace que la fragilidad y la vulnerabilidad que nos constituye a todas y todos, para algunos grupos sociales se convierta en una cuerda que se tensa demasiado.
Destacó un proceso activo con cuatro fases que plantea Joan Trontó:
- Preocuparse: atender y reconocer una necesidad implica estar pendiente. Es decir, muchas personas vulnerables no están siendo atendidas porque nadie está pendiente de sus necesidades.
“Las mujeres tenemos mucha mayor capacidad de estar pendientes, nos hemos convertido en expertas, el reto ahora es que la otra mitad del mundo también se conviertan en expertos de estar pendiente, es decir, esas masculinidades cuidadoras, para dar una respuesta equitativa y justa”, dijo.
- Encargarse: identificar los medios para satisfacer la necesidad conlleva la responsabilidad, pero para llegar a esto, primero hay que estar pendientes.
- Procurar: el trabajo efectivo y material de cuidado, y la respuesta a la necesidad implican saberes y competencias determinadas para realizar el trabajo.
- Responder: la capacidad de quien recibe el cuidado de dar respuesta por parte de quien/es lo ha/n recibido, verificar si es un buen cuidado.
“El cuidado nos está invitando a pensarnos como sociedades, es un reto fascinante y tenemos que hacerle frente con toda la riqueza de pensamiento y discusión”, dijo.
- Nota relacionada:
Necesario, transversalizar perspectiva de género para la construcción de paz
Valentina González/ICM
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219