Cerca de 2 mil personas migrantes son expulsadas mensualmente del lado americano a raíz de la pandemia y son enviadas de regreso a través de la garita de Tijuana, situación que presiona al mercado laboral en esa frontera; por lo cual, es necesario generar conocimientos pertinentes para identificar los factores que inhiben el empleo juvenil, así como para definir las acciones para mejorar la empleabilidad de los mismos.

Así lo manifiesta en su proyecto de investigación el grupo de académicos y académicas de la IBERO Tijuana, que forma parte de los 35 proyectos #IBEROFRENTEALCOVID que emprendió la IBERO Ciudad de México para responder a problemas derivados de los efectos de la pandemia en grupos en situación de vulnerabilidad. 

El Dr. Rodolfo Salazar Ortiz, líder del Área de Procesos Económicos en la IBERO Tijuana y coordinador del proyecto En tiempos de COVID-19: Mejorando las habilidades de empleabilidad de jóvenes tijuanenses, comentó que un buen número de las personas migrantes que son expulsadas tienen que incorporarse al mercado laboral, ya que, ante la imposibilidad de que ellos vuelvan a cruzar la frontera, se quedan en Tijuana, pero también ante la carencia de recursos económicos para regresar a su ciudad o país de origen permanecen en esta urbe; lo que presiona el mercado laboral en la región.

“Tijuana es un municipio y ciudad con perfil joven que pudiera aprovechar la población económicamente activa, sin embargo, no es así, sigue persistiendo el desempleo juvenil en la entidad, mismo que será agravado con el fenómeno de salud mundial al que nos estamos enfrentando”.

El estudio señala que “las juventudes que desean incorporarse al mercado laboral, ya sea insertándose en un empleo o a través del emprendimiento, carecen de oportunidades locales en materia de empleabilidad y emprendimiento juvenil, impulsadas desde el garante una política pública juvenil (el gobierno), y no se diga en programas enfocados al fortalecimiento de las habilidades digitales de jóvenes que les permitan fortalecer sus emprendimientos”.

Algunos datos que refleja la investigación de la IBERO Tijuana dan cuenta que Baja California es una entidad joven, pues en 2017 su población estimada era de 1 millón 773 mil 558 habitantes, de los que un 49.9% son hombres (884 mil 649) y 50.1% mujeres (888 mil 909) (COPLADE con datos de CONAPO, 2017).

Las poblaciones de 15 a 29 años de edad representan 26.33% del total de la población que vive en Tijuana (46,7105); desagregados por sexo son 49.78% hombres y 50.22% mujeres (COPLADE con datos de CONAPO, 2017). Por grupos de edad, se distribuyen 33.80%, para el rango de 15-19 años; 34.11%, para el de 20-24 años; y 32.09%, de 25-29 años de edad.

Asimismo, el porcentaje de población para 2018 que vive en pobreza en Baja California es de 23.3%, por debajo del promedio nacional, el cual es de 41.9%. Sin embargo, para 2019, hubo una caída del ingreso en la entidad de 7.8%, esto nos lleva pensar, dicen los especialistas, que la pobreza haya aumentado durante 2019 (CONEVAL, 2018 e INEGI, 2019).

Respecto a los jóvenes, al registrarse una caída del ingreso, es probable que se haya registrado desempleo, mismo que afectó más a las y los jóvenes; siendo que entre 6% y 8% de los jóvenes de la entidad está desempleado, además 30.5% no estudia ni trabaja.

Según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, consignados en el proyecto, para el cuarto trimestre de 2019, las y los jóvenes de entre 18 y 29 años era el grupo con mayor desocupación en Baja California con 38%.   

Para esa dependencia, a pesar de que la tasa de desempleo juvenil en la entidad (3.9%) es menor a la media nacional (6.0%), debido a que la industria maquiladora y los servicios habían tenido (hasta antes del confinamiento) capacidad para absorber la mano de obra juvenil, dichos empleos se han caracterizado por su precariedad y no favorecen salir del círculo vicioso de la pobreza y mucho menos desarrollar iniciativas de emprendimiento.

Este proyecto de intervención, continuó Salazar Ortiz, busca incidir en la empleabilidad de los jóvenes y tiene como objetivo conocer la realidad local ante las situaciones económicas y sociales cambiantes derivadas de la pandemia; especialmente, de los efectos negativos que ha tenido sobre el mercado laboral y que ha afectado de manera importante a esa población etaria.

Además, buscamos fortalecer las habilidades de empleabilidad y vinculación con los empleadores, el apoyo al emprendimiento juvenil, y en el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales y digitales entre los jóvenes, abundó.

Finalmente, comentó que entre las acciones que han hecho están el trabajo de grupos focales con jóvenes; procesos de vinculación tanto con instituciones gubernamentales y no gubernamentales como con empleadores, a través de encuestas y entrevistas para tener su percepción sobre el tema; y la promoción de una campaña en redes sociales sobre empleo para jóvenes.

Como parte del proyecto, la IBERO Tijuana presentará en los próximos días el diagnóstico Panorama del empleo juvenil en Tijuana en tiempos de COVID, esfuerzos percepciones y recomendaciones.

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Jesús González Alcántara/ICM