COVID-19: ¡Shhhh! 'Nueva normalidad' impactará en nuestro tono de voz
Con la llegada de la 'nueva normalidad', tras el confinamiento que vivimos por la pandemia, habrá nuevas rutinas a las que tendremos que acostumbrarnos, entre ellos, a modular nuestro tono de voz para evitar la salida de gotículas que pueden ser causa de contagios de COVID-19.
La Dra. Jimena de Gortari, coordinadora de Investigación de la IBERO, platicó que el sonido ha sido otra forma de describir el confinamiento y que puede dar pauta para el nuevo desafío que se tiene al frente con la llegada de la nueva normalidad. Se debe reflexionar, dijo, sobre nuevos hábitos como ser menos ruidosos y ver una oportunidad para reconstruir aspectos de la vida social.
En ese sentido, explicó que entre las nuevas medidas que tendrán los restaurantes destaca la eliminación de la música ambiental, justo para evitar que se eleve el volumen de voz porque las gotículas procedentes de la nariz o la boca son fuente de contagio de la enfermedad.
“Esta necesidad de bajar el volumen de voz puede hacer que seamos menos ruidosos. Culturalmente somos personas habituadas a hablar mucho, con un tono elevado y a incorporar fuentes musicales. Hay personas cuya posibilidad de silencio le genera soledad. Creo que esta reconstrucción que se puede hacer en términos sociales tiene que ser de manera comunitaria, participativa e interdisciplinar desde el campo de la investigación”, añadió la especialista en sonido.
La también académica del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil, desarrolló el proyecto Diario Sonoro que invita, a través de distintos ejercicios, a 'limpiar los oídos' y escuchar con atención lo que sucede a nuestro alrededor, sobre todo en los días de contingencia en los que seguramente muchas personas reconocieron sonidos olvidados o de los cuales nunca se habían percatado.
Para la Dra. Jimena de Gortari, durante el confinamiento, las personas tuvieron la posibilidad de escuchar el silencio u otros nuevos sonidos que normalmente están ocultos por el ruido habitual de la ciudad. Detalló que se dieron cuenta de que existe la posibilidad de la serenidad y de todo lo que implica lograr estar en ella.
Asimismo, consideró que para muchos, esta situación hizo llevar el encierro de una forma más amable e hizo menos terrible esta contingencia. De acuerdo con la investigadora, es importante continuar con el trabajo de sensibilizar a las personas en términos de la escucha y de que todos somos responsables del ruido que generamos.
“Espero que en esta cuarentena hayamos valorado la importancia de la serenidad y la calma porque somos un país inequitativo en términos sonoros y de la posibilidad del silencio que nos lleva a la serenidad”, explicó.
El alcance del Diario Sonoro fue tan grande que llegó a países como Polonia y Costa Rica, donde profesoras lo implementaron entre sus estudiantes, lo que derivó en la creación de redes de trabajo.
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