Desechos industriales mal procesados tapan drenajes y multiplican riesgos de inundaciones

Mié, 11 Sep 2024
Refiere académica de Ingeniería Industrial IBERO que el aceite comestible podría aprovecharse para generar diésel, en vez de verterse en coladeras
Recomienda mayor control en el manejo de residuos en la industria
  • Foto: Especial
¿Sabías que un litro de aceite comestible puede contaminar hasta mil litros de agua? Además, cuando se vierte en coladeras, provoca serios daños al drenaje, lo que, aunado a fuertes lluvias, incrementa el riesgo de encharcamientos e inundaciones; una buena manera para aprovechar este líquido graso tan utilizado en la industria alimentaria es el de generar diésel, afirma la Dra. Andrea Calderón, quien imparte clases en el programa de Ingeniería Industrial de la Universidad Iberoamericana.
 
La docente señaló que en los casos de encharcamientos e inundaciones registrados en zonas de la Ciudad de México y el Estado de México intervienen factores como la falta de mantenimiento del drenaje, el crecimiento poblacional y el cambio climático; “otra parte muy importante es el vertido de desechos industriales y domésticos”.
 
En entrevista con PRENSA IBERO, la Dra. Calderón advirtió que existen estudios que señalan que los desechos y la basura son causantes de hasta el 50% de las inundaciones en la Zona Metropolitana, y que en el tema de los desperdicios vinculados a compañías es la industria alimentaria, junto con la textil, una de las más contaminantes.
 
 

 

“Es muy lamentable cómo en muchas ocasiones las empresas no se hacen cargo de la gestión integral de sus residuos.”

 

 
Tras compartir que parte de su trabajo se ha basado en analizar procesos en la industria alimentaria, la profesora de la IBERO explicó que el aceite vertido en coladeras se pega a las paredes del drenaje y las tuberías, formando un sólido viscoso que reduce el diámetro del tubo del drenaje, capturando la basura y dificultando el paso del agua.
 
“Hay estudios que señalan que 50% de los bloqueos en drenajes se deben al aceite”, indicó la entrevistada y dijo que aún cuando hay leyes y reglamentaciones que obligan al correcto tratamiento de estos materiales “como muchas veces lamentablemente pasa, no hay seguimiento, no hay vigilancia para el cumplimiento de la legislación”.
 

¿Qué hacer con el aceite?

 
La Dra. Andrea Calderón contó que ella ha colaborado con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un proyecto que busca sentar las condiciones para que el aceite usado, principalmente por las grandes empresas, pueda emplearse para generar diésel.
 
“Hicimos un análisis detallado de las ventajas de hacer recolección del aceite usado de cocina, entonces fuimos con grandes industrias alimentarias como muchas sucursales de McDonald’s, en donde se consume una cantidad enorme de aceite porque fríen y fríen y refríen los alimentos”, narró la especialista.
 
“Lo que muchas veces sucede es que luego de varios ciclos de uso, el aceite es vertido al drenaje y tenemos los problemas de bloqueo de tuberías, entonces lo que nosotros queríamos era tratar de dar pie a un incentivo para que la industria alimentaria colectara este aceite y hubiera un proceso para hacer diésel”, indicó la entrevistada, “Este proyecto ha avanzado bastante y, de hecho, en 2012 ya había una fábrica elaborando biodiésel en Ciudad de México, y también hubo un programa para que los autobuses RTP usaran parte de este combustible”.
 

Ética empresarial

 
Para la profesora que imparte la asignatura de Responsabilidad Social en la Ingeniería Industrial de la IBERO, cuando las autoridades no cumplen adecuadamente su rol de vigilancia de las normas ambientales, es de suma importancia que las compañías den cuenta de su ética, y aunque hay “casos escalofriantes” de afectaciones a comunidades por un mal tratamiento de los desechos de la industria y por una “cero responsabilidad social”, también hay compañías que cada vez abrazan más los principios de sustentabilidad, y eso es de reconocerse.
 
Pero insistió la Dra. Calderón, es importante cumplir con la parte legal porque “muchas veces, las restricciones, las multas y la vigilancia fomentan que tengamos sistemas más eficientes y menos contaminantes”.
 
“Tristemente, los contaminantes suelen ser emitidos por las personas, los países y las empresas con mayor desarrollo económico y son las comunidades más vulnerables las que sufren las consecuencias”, criticó la entrevistada: “Es muy lamentable cómo en muchas ocasiones las empresas no se hacen cargo de la gestión integral de sus residuos”.
 

Juventud y la IBERO

 

En las nuevas generaciones y sus ideas, el cuidado al medio ambiente puede encontrar nuevas áreas de oportunidad, señaló la académica universitaria: “la juventud, la niñez, nos está dando una lección a los adultos impresionante, empezando por el movimiento ambientalista liderado por Greta Thunberg”. 
 
La investigadora se dijo sorprendida y agradecida de cómo las y los jóvenes toman las calles, los micrófonos, las redes sociales y cualquier canal de difusión a su alcance para advertir y exigir que se haga algo, “porque serán ellas y ellos los más afectados”. 
 
Calderón también hizo hincapié en el papel humanista de la IBERO y el enfoque de sustentabilidad no solo en su operación regular, sino también en sus planes de estudio: “se relaciona absolutamente con todas las carreras y es buena idea revisar los casos de éxito para llamar a nuestras y nuestros estudiantes a ser agentes de cambio”. 
 
El programa educativo en Ingeniería Industrial de la IBERO se orienta a formar profesionales con visión global en entornos altamente competitivos, capaces de gestionar el desarrollo empresarial, tecnológico, ambiental y social, considerando el bienestar de la comunidad, mediante la planeación, el diseño, la implementación y la mejora de los sistemas productivos de bienes y servicios. 
 
 
Texto: Jorge Luis Cortés
 
Notas de interés:

 

Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.

Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219