El Día Mundial del Agua es una oportunidad para pensar, sobre todas las cosas, en cómo el líquido afecta muchos ámbitos de nuestra vida. De los temas importantes que se han tratado recientemente yo destacaría el Informe del Cambio Climático, con el cual se sigue demostrando que seguimos en medio de una emergencia y que no estamos haciendo lo suficiente para corregir problemáticas. En consecuencia, vemos que uno de los grandes impactos va a ser en el abastecimiento de agua.  

Este tema no debe pensarse aislado, sino interrelacionado con otros ámbitos, para descubrir que toca también situaciones como pobreza, pues sabemos que hogares que padecen esta condición se ven mucho más afectados cuando no tienen agua.  

En el Día Mundial del Agua se piensan muchas cuestiones, pero una en la que nosotros en el Equide hemos puesto el énfasis, hace diferencia con otras que tratan el agua de manera más común.   

Estamos acostumbrados a revisar cuál es el nivel de las presas, si ya bajó, si los ríos están más secos. Recientemente se anunció que en la Ciudad de México iba a bajar en 25% el abastecimiento de agua; entonces parece que el líquido debe pensarse únicamente en términos de infraestructura o de disponibilidad. Eso es fundamental y no debe dejar de hacerse, pero no es lo único. Nuestra propuesta , o más bien una de nuestras propuestas, es que tenemos que empezar a mirar los impactos del agua de otra manera.   

Uno de estas variantes nos lleva a pensar en lo que pasa dentro de los hogares, es decir, hasta ahora se ha medido: ¿tienes tubería que lleva agua a tu casa? ¿Sí o no? Pero no estamos llegando a preguntar si cuando tú abres la llave siempre sale agua; ¿el agua fluye todo el tiempo por esa tubería o es intermitente?, ¿es agua de calidad, está limpia, es saludable?  

Lo que estamos haciendo es movernos de los lugares en donde hasta ahora se han centrado los estudios sobre agua para enfocarnos en los hogares.

Una pregunta distinta es: ¿en qué medida tú tienes agua para satisfacer tus necesidades básicas? Eso implica: ¿tienes agua para beber?, ¿para bañarte?, ¿para cocinar?, ¿para lavar? Quien responda NO, padecerá distintos impactos en temas de salud, que pueden alcanzar incluso efectos sicológicos desde la perspectiva del estrés, e implica costos, porque estamos hablando de personas que tienen que comprar agua; pagar el servicio de pipas, comprar garrafones, y que además deben destinar parte de su tiempo productivo a conseguir el líquido.   

Al medir de esta manera nos damos una idea mucho más cercana de cuáles son los grandes problemas que padecemos en este campo. Ahora que estamos por empezar los meses de sequía, y esto lo vimos el año pasado y lo volveremos a ver --padeceremos sequías--, habrá menos agua en las ciudades, lo padecerán más los hogares pobres y entonces tendremos que pensar en lo que se va a necesitar para atender estas problemáticas.  

El Día Mundial del Agua es una gran oportunidad para traer al centro este nuevo enfoque, que se volverá cada vez más importante porque toca directamente la vida cotidiana de las personas.  

De parte de nuestras autoridades –y esto es alentador-- percibo una preocupación real; me parece que está cambiando el foco. Se sabe que hay una infaestructura insuficiente y a todos preocupa de dónde va a venir el agua. Por eso los gobernantes hablan ahora mismo de grandes proyectos hídricos. Es un tema muy central que sí ocupa las agendas y eso es muy bueno. Lo que está un poco descuidado es el cómo atendemos en el corto plazo a las familias que ya están siendo afectadas hoy. Ahí es donde tenemos menos ideas y otra cuestión que agrava el problema es que el tema tiende a politizarse.  

Nosotros en el Equide realizamos una investigación que centramos en la medición de inseguridad de agua en el hogar y que trabajamos con el Instituto Nacional de Salud Pública. Buscamos en la IBERO atraer a más actores para discutir estos temas, queremos que nos escuchen gobiernos o instancias como el INEGI, donde se han presentado las ventajas de este tipo de ejercicios; queremos también llegar hasta organismos internacionales.  

En breve vamos a celebrar una reunión a la que estaremos invitando a representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), a agencias de estadísticas y representantes de academia de otros países. La idea es que podamos armonizar las maneras como hacemos nuestras mediciones y brindar con ello mejores herramientas a los gobiernos, para que puedan actuar y diseñen mejores programas de atención a la grave problemática hídrica que enfrentamos. 

* Pablo Gaitán Rossi es director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE)  

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