La Universidad Iberoamericana, a través del de la Especialidad en Obesidad y Comorbilidades del Departamento de Salud, se unen al Día Mundial Corazón con la campaña Utiliza el corazón para conectarte, cuyo fin es hacer conciencia entre la comunidad universitaria sobre la importancia de conmemorar este día.    

En entrevista, la Mtra. Fabiola Sánchez Navarro, académica de la Especialidad en Obesidad y Comorbilidades, platicó que invitaron a la comunidad  a crear actividades de manera virtual para incentivar el cuidado de la salud cardiaca; así como promover la importancia de ‘dar mantenimiento al corazón’ a través de la actividad física y comer saludable.

Sobre los riesgos para el corazón, Sánchez Navarro alertó sobre el consumo frecuente de alimentos con alto contenido calórico y pocas vitaminas y minerales, como es el caso de la comida rápida, pues implica la ingesta de grasas saturadas y de sodio que conllevan a tener problemas, a futuro, en este importante órgano.

“Cuando se consumen estas grasas trans y saturadas se van llenando las arterias como si fuera cochambre, junto con el sodio. Los alimentos ultraprocesados tienen una cantidad elevada en sodio. Por lo cual, si el consumo es elevado y constante repercute en que se haga una placa alrededor de la arteria”.

Explicó que por esas arterias pasa la sangre, el oxígeno y todos los nutrientes que necesita el cuerpo, pero si se encuentran con esa capa, el tránsito se dificulta y puede ocasionar la presión arterial elevada.  

“Si además la persona presenta obesidad o sobrepeso, el tejido adiposo en exceso también hace daño, pues provoca alteraciones fisiológicas dentro del cuerpo, lo cual afectará al corazón”, dijo la especialista.

Asimismo, la nutrióloga alertó sobre el riesgo en el consumo elevado de azucares simples como el refresco, los jugos industrializados, pasteles y pan.

Por esta razón, “este día nos enfocamos a que la comunidad se revise el corazón, midiéndose la presión arterial, decidiendo si es necesario fumar y revisar que comerán hoy, si es necesario el refresco, o lo puedo cambiar por ensalada o fruta fresca”. 

Asimismo, recordó que el sedentarismo afecta el corazón. Qué incluso, una persona delgada, si no hace ejercicio, tiene el mismo riesgo que una persona con obesidad de padecer un problema cardiovascular como un infarto o algún problema cerebral.

En ese sentido, recomendó 150 minutos de actividad física moderada a la semana con lo cual se busca llevar al corazón a tener pulsaciones más elevadas. Además, las personas deben acudir al médico a partir de los 30 años para realizarse estudios de laboratorio que midan el colesterol y los triglicéridos.

Al corazón, dijo la especialista, le ayuda una dieta baja en sodio, en grasas saturadas y en azucares simples; así como comer verduras, semillas de girasol, almendras, cacahuates y pepitas de calabaza porque tienen alto contenido de magnesio y potasio, los cuales ayudan a disminuir la presión arterial. 

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Valentina González/ICM