“Queremos que nuestros egresados, nuestras egresadas, nuestros estudiantes, se conviertan en aliados de la Compañía de Jesús, de la Iglesia”, mencionó el Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., secretario ejecutivo de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL). 

Así lo dijo al hablar de La mirada humana de la IBERO: un pasado compartido, un presente común, un futuro fortalecido, en un diálogo que sostuvo con la Dra. Jutta Battenberg, profesora de teología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, durante el Primer Congreso Internacional de Red de Egresados 2021 #SomosIBERO En el mundo.

Y respecto a qué pueden hacer, Fernández Dávalos propuso a las egresadas/os de la IBERO una lista de cosas que pueden realizar -en torno a las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús-: traten de descubrir, mediante la oración y la meditación, cuál sería la voluntad de Dios en cada una de las situaciones en las que se encuentren; aprendan sobre la espiritualidad jesuita; encuentren a un director espiritual jesuita; sean voluntarios en las obras de la Compañía de Jesús, como el Servicio Jesuita a Refugiados o el Servicio Jesuita a Migrantes.

Les sugirió también aprender más sobre temas ecológicos; apoyar la agenda proecológica; asumir su responsabilidad ecológica, reciclando la basura, ahorrando energía y agua, comprando productos inocuos y reduciendo su generación de desperdicios; ser tutores de estudiantes que vayan queriéndose incorporar al mercado laboral.

Si bien el maestro aclaró que hay muchos modos de participar y de involucrarse con la Misión de la Compañía de Jesús -a la cual se encuentra confiada la IBERO- y con sus Preferencias Universales, pidió a los egresados/as, “no les tengan miedo a los cambios sociales, el mundo no está bien”; así que les solicitó abrirles paso a esos cambios, porque “el mundo está roto, lo estamos depredando, estamos profundizando las desigualdades”. Y como eso tiene que cambiar, “gente que no le tenga miedo a los cambios es la que necesitamos ahora”.

Formar a los mejores para el mundo

En respuesta a la pregunta de la Dra. Battenberg, de cuál ha sido la intención de los jesuitas de brindar educación, el Padre David comentó que la idea de la educación de la Compañía de Jesús es formar a los mejores para el mundo, es decir, hacer de sus estudiantes personas capaces, competentes, compasivas, comprometidas, que puedan incidir en la realidad social para transformarla y hacerla más fraterna, más igualitaria, “conforme a los planes de Dios, como Dios manda”.

“Nos interesa formar personas, hombres y mujeres de bien, para que se alíen a la Misión de la Compañía de Jesús y de la Iglesia, y puedan entonces, con su capacidad académica, profesional, su conciencia humana, transformar la realidad”.

Al respecto, Battenberg compartió que ella cree que la aguja que introduce la Compañía de Jesús en las y los estudiantes de sus instituciones educativas es “comprender que el mundo no es para nosotros, sino que es responsabilidad de nosotros”. Y en esa medida, deben comprometerse con su tiempo, con su espacio, con las personas con las que están coexistiendo, “reconociendo este sentido de la justicia que viene de Dios”.

Agregó que el mundo es complejo, injusto y en ocasiones perverso, pero, “no es así de suyo, sino que los humanos lo estamos haciendo así. Y de ahí la responsabilidad de nosotros, como Compañía de Jesús, de incidir formal y comprometidamente desde nuestros ambientes para tratar de hacer un mundo mejor”.

Durante la plática, David Fernández recordó las cuatro Preferencias Apostólicas Universales que la Compañía de Jesús ha establecido, “que son las que nosotros queremos transmitir a nuestras estudiantes, nuestros estudiantes”, a saber:

1. Mostrarles el camino hacia Dios a través del discernimiento. Que puedan encontrar la acción de Dios en sí mismos, en los demás, en la historia, para secundar el sueño de Dios.
2. Caminar con los excluidos de la historia. Con las mujeres, los empobrecidos, quienes sufren violencia, los marginados; caminar con ellas y ellos en una misión de reconciliación y justicia.
3. Acompañar a los jóvenes, hombres y mujeres, en la creación de un futuro esperanzador.
4. Cuidar la Casa Común. Un exhorto del Papa Francisco, porque el planeta, que es de todos y todas, está seriamente amenazado.

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PEDRO RENDÓN/ICM