El Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la IBERO, hacia una nueva etapa

Mié, 4 Sep 2019
El Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) fue creado en el 2015 e inaugurado oficialmente el 20 de febrero de 2016.
  • Dr. Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, director del InIAT.
  • Figura 1. Mapa de las líneas de investigación e infraestructura compartida del InIAT.
  • Figura 2. Personal del InIAT. De izquierda a derecha: Abel Arredondo, Eduardo Gamaliel Hernández, María Padilla, Daniel Pérez, Emilio Quiroz y Carlos Galván Duque.
Por: 
Dr. Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, director del InIAT.

El Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) fue creado en el 2015 e inaugurado oficialmente el 20 de febrero de 2016. Desde su fundación, el instituto busca impulsar la investigación y desarrollo tecnológico desde la División de Ciencia, Arte y Tecnología (DiCAT) con proyectos de alta incidencia social. Enfocado en sus inicios mayoritariamente al tema de tecnologías de rehabilitación e inclusión social de personas con discapacidad, a partir del año 2019, el InIAT relanza estos primeros esfuerzos y agrega nuevas líneas de investigación y laboratorios, dentro de una visión más sistémica e interdisciplinar que lo conecta con necesidades dentro y fuera de la universidad.

La tecnología es un tema interdisciplinar. Requiere de habilidades y conocimientos teóricos, prácticos y de gestión. Muchos de los actuales problemas de la humanidad como el cambio climático, la inclusión social, la pobreza, el tráfico en ciudades, etc. pueden resolverse con ideas creativas de tecnología. La Ibero tiene un amplio potencial para dar respuesta a estos retos dada la diversidad de disciplinas dentro de un mismo campus. Más aún, la propia visión de la Ibero, como Universidad Jesuita, orienta a canalizar ese potencial hacia necesidades concretas y urgentes de nuestro entorno local y nacional. Con esas bases muy claras, el InIAT se relanza para convertirse en un espacio de investigación pertinente con sello Ibero.

La reestructura del InIAT surgió de una amplia consulta con distintos grupos de académicos y la sinergia con los otros institutos de investigación de la Ibero. De ahí comenzaron a brotar necesidades puntuales de colaboración, incluso con las áreas de humanidades y ciencias sociales. Por otro lado, se analizó lo realizado en el pasado y se construyó un plan de crecimiento y expansión. Se pensó en cómo todas las áreas de la DiCAT estarían representadas en el InIAT y cómo poner esos saberes a disposición de la Universidad y del exterior. Al final de todo esto, surgió el lugar que debe ocupar el instituto: como el promotor, impulsor y el punto de encuentro de investigadores de diversas áreas que incluso no se conocían. Como el lugar que asesora y acompaña a nuevos grupos interdisciplinares y que apoya toda iniciativa de trabajo colaborativo de académicos y alumnos.

El resultado de esta transformación es un modelo de colaboración de cuatro líneas de investigación traslapadas estratégicamente, como lo muestra la figura 1. Estas líneas son:

a)      Tecnologías para la salud, para el desarrollo de proyectos que permitan mejorar la calidad de vida de las personas. Aquí se conjunta el valioso trabajo en temas de discapacidad e inclusión social, y en general el desarrollo de cualquier tecnología médica.

b)      Tecnologías para la robótica y la automatización. Para dispositivos robóticos y sistemas automatizados en la industria, así como su acercamiento al servicio de las personas en su vida diaria. Incluye robots móviles terrestres y aéreos (drones) para distintas aplicaciones y equipo en el marco de la cuarta revolución industrial (industria 4.0).

c)      Tecnologías para el desarrollo sustentable. Poniendo énfasis en la generación de energías limpias y el aprovechamiento de residuos por procesos físico-químicos, redes inteligentes de energía, y el estudio de fenómenos de ruido, tráfico, microclimas, etc. de entornos urbanos y rurales.

d)      Tecnologías para cómputo y ciencia de datos. Donde se dan soluciones a la medida de manejo de datos provenientes de encuestas, lectura de sensores, cartografía, redes sociales, etc. así como el desarrollo de software específico. Conecta a expertos en cómputo y ciencia de datos del área de ingenierías con investigadores en economía, sociología, sustentabilidad, relaciones internacionales, salud, entre otros.

Estas nuevas líneas de investigación están alineadas con las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús 2019-2029, específicamente con “Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerables en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia”, “Colaborar con el cuidado de la Casa Común” y “Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador”.

Los traslapes de estas cuatro líneas son importantes. En ellos se materializa el trabajo colaborativo a través de un total de ocho “laboratorios InIAT”, en distintos niveles de maduración. Tanto el personal del instituto, así como la inversión de su presupuesto están dirigidos a estos espacios. Además, aquí se desarrollan proyectos de pregrado y tesis de posgrado. Estos laboratorios están proyectados para cumplir necesariamente con tres grandes funciones: docencia, investigación y servicio tecnológico hacia el exterior (remunerado o en apoyo a grupos vulnerables). Por lo tanto, estos espacios se construyen en alianza con los departamentos académicos y se vinculan con empresas, asociaciones e instituciones académicas externas.

El trabajo actual y proyectado en estos laboratorios InIAT, reflejan lo que ahora el instituto puede aportar. Aquí una breve descripción de cada uno.

1)      Centro de Ingeniería y Tecnología de Rehabilitación (CITeR). Surgido desde Ingeniería Biomédica de la Ibero y que lleva más de 10 años atendiendo a personas con discapacidad. Abel Arredondo y María Padilla dirigen este espacio. Actualmente se personalizan sillas de ruedas con asientos conformados. Resguarda la biblioteca (física y virtual) más completa en México y América Latina de ayudas técnicas, para orientar y dar a conocer la existencia de estos productos. Además, es un centro de capacitación y certificación de estándares de CONOCER, relacionados con discapacidad. Se atiende a pacientes, principalmente de bajos recursos. Cuenta con una “Red CITeR” con asociados en Colombia, Ecuador, Perú y próximamente Uruguay.

2)      Laboratorio de análisis de movimiento. Coordinado por Eduardo Gamaliel y en alianza con Ingeniería electrónica y biomédica. Captura el movimiento tridimensional de personas y objetos (como robots y drones) con cámaras de alta velocidad. Evalúa el desempeño biomecánico de personas para evaluar, por ejemplo, el ajuste y desempeño de prótesis. Posibilita el control de robots móviles con ruedas y aéreos, cuyo desarrollo ya se tiene para grado industrial. Se explora su interacción con realidad virtual inmersiva y aumentada, con fines educativos, de terapia, ergonomía y automatización. Además de su uso en proyectos del Laboratorio de Neurociencias de la Ibero, para medir el desempeño motriz de roedores.

3)      Laboratorio de ortesis y prótesis. Dirigido por Carlos Galván-Duque, especializado en el desarrollo de prótesis de miembro inferior. Ofrece el Programa de Provisión de Prótesis “3P” para dar tratamiento integral a personas amputadas, que incluye la fabricación de sus prótesis, terapias físicas y psicológicas. Tiene alianzas con AMPUVALIA, el Instituto Nacional de Rehabilitación, los hospitales ABC y Shriners y con el Departamento de Diseño de la Ibero. Se personalizan sockets para el muñón y pies ajustables, además de comenzar con prótesis actuadas (con control eléctrico y/o neumático) y manos motorizadas.

4)      Centro de Innovación y Desarrollo en Ingeniería Biomédica (CIDIBIO). Primer laboratorio financiado por el InIAT, instalado fuera del campus Ibero, en el Hospital para la Ceguera (APEC). Es dirigido por Jorge Martínez, y ha iniciado con sistemas de visión para la medición del “ojo seco”, en colaboración con personal médico de dicho hospital.

5)      Laboratorio “Huerto Ibero”. En alianza con el Departamento de Arquitectura y liderado por Juan Casillas. Se encuentra en proceso de reestructuración interdisciplinar, donde colaboran las áreas de informática, nutrición, ingeniería industrial, mecatrónica y química de la Ibero. Contará con un “área de encuentro comunitario” para estudiar la apropiación, concientización y capacitación de técnicas de agricultura urbana. Además de un “área de alta producción”, totalmente automatizada, para monitorear y optimizar la producción de cultivos específicos. Se probarán nanofertilizantes y dietas nutricionales, entre muchos otros, en alianza con la empresa Cultiva Ciudad.

6)      Laboratorio de energía solar y fenómenos climáticos. En alianza con el Departamento de Física y Matemáticas e iniciado con proyectos a cargo de Alejandro Ordaz y Alfredo Sandoval. Se desarrolla tecnología para el aprovechamiento de la energía solar y térmica, con concentradores solares parabólicos. También se estudiarán modelos de fenómenos climáticos de la zona de Santa Fe y la instalación de estaciones meteorológicas.

7)      Laboratorio Industria 4.0. Laboratorio proyectado a corto plazo con ingeniería industrial y electrónica de la Ibero. Contará con celdas industriales con envío de datos a la nube, interacción con realidad virtual, así como análisis de datos para la mejora en productividad, gestión del mantenimiento, gestión de recursos, etc.

8)      Laboratorio de ciudades inteligentes. Proyectado bajo el liderazgo de Emilio Quiroz y Daniel Pérez y enfocado a fenómenos de movilidad, tráfico vehicular, ruido urbano, domótica, micro redes de energías limpias, ordenamiento y gestión territorial urbana y rural. Se requerirá de grandes bases de datos y el estudio de redes complejas. Este laboratorio buscará alianzas con el CENTRUS, el Departamento de Arquitectura, ingeniería electrónica y cómputo, entre otros. Dos proyectos han marcado el inicio de estos esfuerzos: el desarrollo de “bombas geotérmicas” como sistemas de aire acondicionado más sustentables, en alianza con el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), y la construcción de un drone de altas prestaciones para ofrecer servicios de gestión territorial, análisis de riesgos de inundaciones y actualización cartográfica para la comunidad Ayuuk, en Oaxaca, en alianza con el CENTRUS-Ibero.

Este es el nuevo InIAT. Un instituto con visión interdisciplinar, con una estrategia para invertir en infraestructura compartida con un alto compromiso de incidencia social. Los que laboramos en el InIAT, Carlos Galván, María Padilla, Abel Arredondo, Daniel Pérez y Emilio Quiroz (ver figura 2), con el apoyo logístico administrativo de Martha Herrera y Ana María Martínez, y nuestra red de asistentes de investigación y alumnos de licenciatura y posgrado estamos comprometidos con la Visión humanista de la Universidad, hacia un futuro esperanzador. Los invitamos a conocer el InIAT, ubicado en el edificio M, primer piso, donde esperemos encuentren un aliado para sus necesidades de investigación aplicada y tecnología.

PRL

 

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