Disciplinas tan distintas entre sí como la Psicología y la Ingeniería Biomédica pueden trabajar en equipo para el desarrollo de tecnología médica; o la ciencia de datos puede conjugarse con Estudios Internacionales y Actuaría para generar un estudio de la imagen que México proyecta como país hacia el exterior. Estas soluciones innovadoras e integrales surgen cuando investigadoras e investigadores de diversos campos abordan juntos las problemáticas, como sucede en nuestro Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT).

La clave del éxito de este Instituto está en un espíritu de trabajo colaborativo inter y transdisciplinar que se arraigó luego de una reestructuración que llevó a cabo su director saliente, el Dr. Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, quien se incorporó en 2018 al frente de un InIAT que había sido fundado apenas tres años antes enfocado inicialmente en el desarrollo de tecnologías para personas con discapacidad, lo cual es una vocación emblemática de la Universidad Iberoamericana.

La encomienda del Doctor en Ciencias de la Ingeniería Eléctrica era buscar nuevas áreas temáticas, y esa fue la primera gran pregunta, ¿cómo llevarlo a cabo? “En la Universidad hay muchas ingenierías enfocadas al desarrollo de tecnologías; y eso, en combinación con otras áreas que no son de tecnología, es lo que potencializa el alcance de nuestros proyectos de investigación”.

Cuatro puntos en la hoja de ruta

Lo primero fue crear líneas de investigación, definidas como un gran paraguas para invitar a todas y todos, y no están aisladas, sino que se traslapan. Actualmente son cuatro: Salud, Automatización, Sustentabilidad y Cómputo. El segundo punto fue impulsar laboratorios de uso compartido para fomentar la colaboración, por lo que se crearon en alianza con ciertos departamentos académicos. El tercer punto fue haber conformado un equipo muy interdisciplinar dentro del Instituto. Actualmente el InIAT cuenta con representación de cada uno de los departamentos de la División de Ciencia, Arte y Tecnología (DiCAT), a la cual pertenece.

Cuarto, “apostamos a que los proyectos los hagamos en grupo”, explica Gamaliel. La convocatoria anual del InIAT, por ejemplo, no solamente está diseñada para postulaciones grupales, sino que da preferencia a equipos donde se unen investigadoras e investigadores de diferentes departamentos.

IBERO CDMX, el espacio adecuado

¿Por qué se pudo lograr este trabajo colaborativo en nuestra IBERO? Los motivos son muy claros para este investigador. Por un lado, hay programas, académicas y académicos muy consolidados. Y por otro, estamos en un solo campus, el cual tiene la mayor cantidad de investigadores en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) entre las universidades privadas. “Todos convivimos aquí, es fácil interactuar con gente de distintas disciplinas”, y es lo que se ha fomentado en el Instituto.

Luego de su labor en el InIAT, el siguiente paso para Gamaliel es la dirección de la DiCAT, desde donde también podrá colaborar en el que considera el siguiente reto de la IBERO. “Sabemos de su espíritu humanista, de su trabajo de incidencia social, y ahora tenemos que resaltar que en esta Universidad también desarrollamos investigación y tecnología de gran calidad”.

Texto: Yazmín Mendoza

Links de interés:

Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT)

División de Ciencia, Arte y Tecnología (DiCAT)