Los datos de incremento del ingreso de las familias mexicanas documentados en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 no son consistentes con otras fuentes externas, como el SAT, consideró la Mtra. Graciela Teruel, Directora de la División de Estudios Sociales de nuestra IBERO, durante un conversatorio virtual organizado por el INEGI. Este 10 de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presenta las cifras multidimensionales de pobreza por ingresos basadas en la ENIGH 2022. 

Luego de señalar que la encuesta confirma la persistencia de altos niveles de desigualdad y pobreza, la Mtra. Teruel se refirió al incremento en los ingresos que marca el documento. “Necesitamos un poco más de tiempo para analizar efectivamente cuáles son aquellos indicadores en donde ha habido una clara recuperación y también analizar qué dio origen a esa mejora en los indicadores”, dijo. Los ingresos más altos de la ENIGH, agregó, se quedan muy cortos respecto a los que registran fuentes alternas como el SAT, y son obviamente inconsistentes con los niveles de opulencia que, sabemos, existen en el país.  

Llamó a hacer presente el trabajo del Grupo Técnico de Medición de Ingresos y Bienestar que propone elementos para avanzar hacia una encuesta social general que permita tener una visión más completa de los temas más relevantes relacionados con el progreso y el bienestar. Se trata de un grupo formado por investigadores e investigadoras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), El Colegio de México, la Universidad Iberoamericana, el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la UNAM, la Comisión Ecnómica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Instituto Nacional de Salud Pública. 

Entre otros puntos, este grupo apunta que, más que una medida única de bienestar, se requiere construir un sistema de estadísticas y de indicadores que permitan conocer interacciones entre las distintas dimensiones, ya sea de forma directa o indirecta. “Puede que sea tiempo de que el INEGI considere un replanteamiento a fondo de la ENIGH y su eventual sustitución por una nueva encuesta que permita solventar sus principales limitaciones, o tal vez un ejercicio paralelo que ayude a implementar las correcciones de largo plazo”. 

Por su parte, el Dr. Luis Felipe López Calva, Director Global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial (BM), señaló que, de un total de 169 países que conforman la Plataforma de Pobreza e Inequidad al resguardo del BM, solamente un tercio tiene datos para los últimos cinco años, por lo que, en referencia al INEGI, agregó que “no es menor decir que tenemos una institución que genera estadística de lujo a nivel global”. 

La Dra. Laura Flamand, Coordinadora de la Red de Estudios sobre Desigualdades de El Colegio de México, advirtió que “no son buenas noticias lo que la ENIGH nos revela este año”. Llamó la atención sobre las desigualdades de género, e hizo énfasis en los datos sobre uso de tiempo: las mujeres en México dedican al trabajo doméstico y de cuidados el doble que los varones todavía, 47.8 y 24 horas a la semana, respectivamente. 

También señaló que es preocupante el dato de menor acceso a servicios de salud, ya que “13.4 millones de personas adicionales a las 30 que ya teníamos, dijeron que no tienen acceso a ningún tipo de servicio de salud”. Además, las personas con menos ingresos en el país, de los deciles 1 al 4, reportaron que incrementaron su gasto de bolsillo en servicios de salud entre 30% y 55%.  

Para la realización de esta edición de la ENIGH, se tuvo una muestra total de 105 mil 525 viviendas, con un equipo de campo de más de 3 mil personas que incluyó mil 994 entrevistadoras y entrevistadores, según explicó Graciela Márquez Colín, presidenta del INEGI. 

Texto: Yazmín Mendoza 

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