A través de una investigación del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas, la IBERO colabora con la Dirección General de Atención Especializada para Adolescentes de la Ciudad de México en el tema de la reinserción social de personas adolescentes en conflicto con la ley que siguen sus procesos en libertad. Ahora que terminó la etapa de recolección de datos, la intención es que los resultados de esta investigación se conviertan en una herramienta para la propia institución y se refuerce así el vínculo con la misma, explicaron los investigadores que la llevan a cabo, el Mtro. Miguel Arévalo Contreras y el Dr. Carlos Díaz-González Méndez. 

Lo que busca la investigación titulada Observar la complejidad sistema/entorno en la intervención socioeducativa con adolescentes en conflicto con la ley en Ciudad de México es analizar cómo los equipos de profesionales de este organismo gubernamental observan el entorno que intervienen, a través de un marco teórico conocido como Teoría de Sistemas Sociales de Luhmann. Luego de Alemania, país natal del autor de esta teoría, la IBERO es la universidad de habla hispana que tiene la producción más alta en estos estudios, explica el Mtro. Arévalo Contreras. 

El trabajo de campo implicó seis focus groups con alrededor de 27 profesionales de distintas áreas, como psicología, trabajado social y pedagogía, así como personal administrativo. Se llevó a cabo en el Centro Especializado de Prevención (CEP) y el Centro Especializado de Medidas en Externamiento para Adolescentes (CEMEPA), de la Dirección General de Atención Especializada para Adolescentes de la Ciudad de México. Estos organismos trabajan con personas adultas jóvenes que cometen una conducta tipificada como delito, pero que no quedan privadas de la libertad, de acuerdo con la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, publicada en 2016. 

La premisa teórica de la investigación, agrega el también docente, es que “la forma en cómo se vea el entorno es la forma en como vamos a accionar desde el sistema de intervención”. De esta manera, se retoma la teoría y se pone al servicio de la investigación aplicada. “Queremos hacer que la teoría funcione para la incidencia, para la investigación aplicada, para las políticas públicas, para los programas sociales”, señala el Mtro. Arévalo Contreras. 

Visibilizar el modelo de trabajo con adolescentes 

“Nos dimos cuenta a lo largo de este trabajo que el modelo que ellos aplican necesita ser visibilizado”, explica el Dr. Carlos Díaz-González. La o el adolescente no llega solo al delito, sino que hay una serie de sistemas de exclusiones de tipo social, económico y cultural, y también están incluidos en sistemas familiares que están dedicados al delito, profundiza. “Abstraerse de un sistema familiar que sobrevive, vive, convive, coexiste en parte de su vida cotidiana con el delito, es muy difícil”. 

El trabajo que realizan los organismos gubernamentales que abrieron sus puertas a los investigadores apoya a la libertad del adolescente en un proceso mucho más amplio que apunta a integrarlo en la sociedad de una manera distinta a la exclusión que han vivido antes, apunta el Dr. Díaz-González Méndez. “Entonces es eliminar una serie de barreras, algunos mecanismos de exclusión, para que esos adolescentes puedan optar por otro tipo de vida y tengan también la asistencia del Estado”. 

Laboratorio I+D de la IBERO: investigación-acción 

Esta investigación está enmarcada en los trabajos del Laboratorio I+D (Investigación + Desarrollo) que impulsa el Director del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas, el Dr. Roger Magazine. Este espacio tiene el objetivo de lograr un nivel de incidencia importante vinculando a la Universidad y al Departamento con organizaciones de la sociedad civil, o bien con instituciones de gobierno que trabajen sobre fenómenos de interés. Ello, a través de lo que el Laboratorio denomina investigación-acción; es decir, investigación aplicada. 

Este tipo de investigaciones se llevan a cabo de manera horizontal con las instituciones porque se trata de un proceso de co-construcción de conocimiento, indica el Dr. Díaz-González Méndez. Hay una diferencia muy grande con las investigaciones extractivistas en donde llegan, obtienen datos y jamás hay una devolución a las instituciones, agrega. “Y nuestro papel ético es ése, acercarnos, ofrecer los resultados de la investigación, colaborar con ellos”. 

Así, concluye el Mtro. Miguel Arévalo, “a partir de la investigación, se generan desarrollos que llegan después a los equipos que participaron en la investigación; el Laboratorio busca no solamente investigar, sino desarrollar algo después del resultado”.  

Texto: Yazmín Mendoza 

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