La Universidad Iberoamericana Ciudad de México, consciente de que es su responsabilidad formar a hombres y mujeres para cuidar la Casa Común, decidió dirigir su diplomado Educación Ambiental para la Sustentabilidad a profesoras y profesores que forman parte de su claustro, destacó la Maestra Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica, durante la inauguración de este programa de capacitación.

Detalló que 27 académicas y académicos recibieron becas para cursar este diplomado, para que después ayuden a la IBERO a formar a otras y otros docentes Fue justo por esta motivación que ellas y ellos fueron seleccionados, con mucho cuidado, de un grupo extenso de interesados e interesadas en tomarlo.

Educación Ambiental para la Sustentabilidad, consideró, es un diplomado de gran valor en sí mismo, porque “nos toca vivir un tiempo de quiebre en el que nos está cobrando factura el daño que como humanidad le hemos hecho al planeta Tierra. Estamos en el punto de inflexión; si no trabajamos como humanidad de manera más unida contra el calentamiento global, corremos el riesgo de no poder sobrevivir como humanidad en el planeta. Todas y todos tenemos que entender bien lo que está pasando, lo que debemos hacer a nivel individual, y lo que nos corresponde como ciudadanos procurar que ocurra”.

Dicho lo anterior, dio la bienvenida a quienes se integraron al diplomado, el cual espera sea el inicio de un esfuerzo colectivo por lograr contribuir, desde los procesos formativos de docentes y estudiantes, a la formación científica, pero también a la emocional y a la valoral, “necesaria para convertirnos a la ecología integral de la que nos habla el Papa Francisco, una relación constructiva y guiada por la ética del cuidado con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y con lo que la trasciende”.

Sustentabilidad, una de las grandes necesidades hoy por hoy

El Doctor Saúl Cuautle Quechol, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, añadió que todos y todas deben ser conscientes sobre la sustentabilidad, que es hoy por hoy una de las grandes necesidades que se tienen como país y como sociedad.

Agradeció a todas las personas que están vinculadas a este programa, y destacó que el que cada uno, cada una, ponga su grano de arena, genera que el día de mañana se logre hacer una transformación social de incidencia, pertinente para todos y todas, “y que generemos una sociedad más justa, una sociedad de verdad con un carácter de valorar lo que tenemos, lo que somos y lo que podemos generar a nivel de una construcción diferente”.

Y a las y los docentes que cursan el diplomado, “les animo a que, aprovechando todo lo que les va a dar esta experiencia, puedan el día de mañana ser algunos de nuestros principales agentes de transformación”.

Universidades deben formar para la vida

La coordinadora del Programa Universitario para la Sustentabilidad, Maestra Dulce María Ramos Mora, recordó que en 2018 un informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advertía que se tiene sólo hasta 2030 para evitar que la temperatura global de la Tierra se eleve por encima de 1.5 °C, con respecto a los niveles preindustriales. De no conseguirlo, las consecuencias en las comunidades, los ecosistemas y la economía serán irreversibles.

Alcanzar esa meta, destacaba el informe, requiere cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los ámbitos de la sociedad. Por lo que, dijo la Mtra. Ramos, “para sentar las bases de un futuro sustentable, hoy es preciso llevar a cabo transformaciones profundas en nuestros estilos de vida y formas de organización social; así como impulsar un movimiento mundial de implicación ciudadana”.

En la consecución de estos propósitos, la educación juega un papel preponderante. Y para responder a los desafíos que conlleva la sustentabilidad, las instituciones de educación superior requieren transformar la formación profesional, que debe, formar para la vida. “Para ello es necesario trascender los aspectos técnicos y disciplinarios con el propósito de formar ciudadanos y profesionistas críticos, capaces de actuar como motores de cambio para la construcción de modelos civilizatorios basados en una nueva relación de la sociedad con la naturaleza”.

“Esto conlleva importantes implicaciones ontológicas, epistemológicas, pedagógicas y estructurales, así como la necesidad de un replanteamiento ético a partir de la búsqueda de la justicia, el bien común, la solidaridad y el respeto a la naturaleza”.

La sostenibilización curricular, explicó, consiste en reorientar el currículum universitario hacia la sustentabilidad; un proceso amplio, ambicioso y complejo en el que las y los docentes juegan un rol clave, “por lo que es fundamental emprender estrategias institucionales de formación que les permitan replantear su quehacer educativo, concebirse a sí mismos como agentes de transformación y adoptar enfoques pedagógicos para trascender los esquemas tradicionales de enseñanza e innovar su práctica educativa”.

El Diplomado

Preparar al profesorado para incorporar la sustentabilidad en el currículum universitario es precisamente el objetivo del diplomado Educación Ambiental para la Sustentabilidad, mismo que forma parte de las estrategias de formación docente de los nuevos planes de estudio de licenciatura de la IBERO, mencionó Ramos Mora.

La convocatoria para cursar este diplomado recibió más de 70 candidaturas de docentes de la Iberoamericana, de las cuales se seleccionaron 27 profesoras y profesores (14 hombres y 13 mujeres), adscritos a 19 coordinaciones de licenciatura y a una coordinación de Técnico Superior Universitario, que en conjunto pertenecen a 11 departamentos académicos.

“Esto significa que las y los integrantes de esta primera generación del diplomado (en su modalidad en línea) colaboran en la mitad de los departamentos académicos de la Universidad, en los que podrán incidir para reorientar los planes de estudio hacia la sustentabilidad”.

El diplomado Educación Ambiental para la Sustentabilidad fue diseñado por el Programa Universitario para la Sustentabilidad (perteneciente a la Dirección General de Formación e Incidencia Ignacianas) y, para ofrecerlo en la modalidad en línea, contó con el apoyo de la Dirección de Educación Continua (DEC) y de la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías (DEAMeT).

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Texto: PEDRO RENDÓN/ICM