En un día típico, una persona se puede encontrar con hasta 70 situaciones donde se golpea, choca o roza con objetos a su alrededor. Estas pequeñas interacciones, aparentemente insignificantes, subrayan la importancia de un sentido fundamental pero a menudo subestimado: la propiocepción.

Pero, ¿qué es la propiocepción? Es la capacidad que tenemos para entender y percibir la posición y movimiento de nuestro cuerpo en el espacio sin necesidad de una constante supervisión visual. Es la razón por la cual podemos movernos con gracia y coordinación, evitando obstáculos y manteniendo el equilibrio.

Con el fin de comprender los desafíos que enfrentan los niños en su desarrollo físico y cognitivo, un equipo multidisciplinario de la Universidad Iberoamericana llevó a cabo la investigación titulada Desarrollo de robots suaves para educación corporizada de la propiocepción en primera infancia, la cual fue realizada por los departamentos de Ingeniería y Educación.

“En realidad [la robótica suave] es un campo inexplorado, nadie está haciendo nada como esto, ni en México ni en el mundo”, compartió en entrevista el Doctor Alexandro López González, Investigador del Departamento de Estudios en Ingeniería para la Innovación.

El tema de la robótica suave ha surgido como un área relevante a nivel global en las últimas décadas. A pesar de su relativa juventud, con apenas unos 20 años desde que comenzó a ser objeto de estudio, su impacto ha sido notable en el ámbito científico.

El objetivo principal de la robótica suave es sustituir las partes rígidas y estructurales de los robots convencionales que no son compatibles con la naturaleza humana, que es más flexible y adaptable en comparación. Se busca que las herramientas robóticas reflejen esta misma flexibilidad para facilitar su integración con el entorno humano, explicó el estudiante del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, Juan Camilo Tejada.

Esta investigación busca impactar en diversos entornos. En ese sentido, la Doctora Ximena Andrea González, docente investigadora del Departamento de Educación, explicó que en el entorno educativo, los cuerpos están sujetos a disciplina constante. Desde temprana edad, se nos enseña a permanecer sentados, quietos y en silencio. Incluso se nos programa para ir al baño en horarios específicos. Nos hemos acostumbrado a un modelo educativo donde la disciplina corporal es prioritaria.

“Sin embargo, creo que es esencial romper con este esquema y comenzar a otorgarle un papel relevante al cuerpo. Debemos desarrollar una mayor conciencia corporal, entender cómo se mueve y cuáles son sus capacidades para interactuar con el mundo. Es necesario rescatar esos sentidos que hemos relegado al olvido, lo que nos permitirá potenciar nuestras habilidades y nos convertirá en seres más completos”, resaltó González.

Asimismo, profundizó en que este tipo de investigación ofrece múltiples caminos hacia el bienestar y ayuda a enfrentar desafíos contemporáneos como la obesidad o el embarazo adolescente. Estos problemas, en gran medida, están relacionados con la falta de conocimiento y conexión con el propio cuerpo. Y es que, en palabras de la Doctora, al entender y empoderarnos de nuestro cuerpo, podemos tener mayor control sobre nuestras vidas y mejorar nuestra calidad de vida.

Notas relacionadas

• Tiene lugar en la IBERO la Feria de tecnologías educativas 'Edtech'
• IBERO apoya educación disciplinar con enseñanza en tecnologías digitales
• La IBERO y el uso de la tecnología en la educación
• Reflexionan en torno a la educación tecnológica en tiempos del COVID-19