El 4 de septiembre, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México celebró el 4º Foro del Día Mundial de la Salud Sexual, bajo el título Justicia Sexual y Ciudadanía del Cuerpo. La inauguración estuvo encabezada por la Dra. Alma Polo Velázquez, Académica del Departamento de Psicología; Dra. Celia Arteaga Conde, Coordinadora del Doctorado en Estudios Críticos de Género; y la Mtra. Rocío Sánchez Granillo, responsable de la materia de sexualidad en la IBERO.

Durante la apertura se subrayó que la salud sexual no se limita a la ausencia de enfermedad, sino que constituye un componente esencial del bienestar físico, emocional y social. “Hablar de salud sexual en la IBERO es reafirmar nuestro compromiso con la inclusión, la defensa de los derechos humanos y la construcción de un mundo más justo”, expresó Alma Polo.

Ciudadanía del cuerpo: decidir en libertad

El foro resaltó la importancia de reconocer que cada persona es dueña de su cuerpo, con derecho a decidir sobre él, vivir sin violencias ni discriminación y acceder a información y servicios de salud de calidad.

“Sin ciudadanía del cuerpo no podemos hablar de justicia sexual”, señaló Rocío Sánchez Granillo, al recordar que esta fecha es impulsada por la Asociación Mundial para la Salud Sexual y que en México ha sido impulsada por la organización Previene, con el respaldo del Departamento de Psicología de la IBERO.

Manósfera, placer, poder, protesta y diversidad sexo-genérica

La jornada se organizó en tres mesas de reflexión:

• Masculinidades y esfera digital, que analizó el impacto de los discursos en línea sobre la construcción de identidades masculinas.
• El placer en personas con vulva, reivindicado como un derecho aún invisibilizado.
• Diversidad sexo-genérica, que abordó brechas pendientes en salud mental y violencia hacia poblaciones vulneradas

El foro contó con la participación de organizaciones como Fundación México Vivo, Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Asociación Mexicana para la Salud Sexual (Amssac) y Previene, además de egresados, activistas y académicos.

En línea con la tradición humanista y jesuita de la IBERO, los ponentes coincidieron en que la educación superior debe abrir espacios de diálogo y acción frente a los retos de equidad y dignidad humana. “La transformación empieza en la conversación, y solo así podremos avanzar hacia un futuro donde la salud sexual y la ciudadanía del cuerpo sean realidades para todas las personas”, enfatizaron quienes organizaron el encuentro.

Texto y fotos: Mariana Domínguez Batis

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