La inflación del 7.37% que alcanzó México en noviembre (la mayor cifra desde 2001) es una consecuencia de la pandemia que trae como manifestación una contracción de la oferta y, al mismo tiempo, porque existe el júbilo y la necesidad de gastar, pues aumentó la demanda de productos una vez que las personas empezaron a sentirse relativamente seguras del COVID-19, señaló el Dr. Pablo Cotler, investigador del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana.

El académico explicó que se tiene una mayor demanda y, a su vez, una menor oferta en un momento en el cual las empresas y productores tienen la necesidad de recuperar sus ganancias. Este escenario provoca un incremento de precios.

Cotler recordó que en 2020 todo se detuvo con la llegada de la pandemia, las fábricas dejaron de producir y no se hicieron nuevas inversiones. Pero en 2021, con la vacuna contra el coronavirus, las personas empezaron a salir y a querer gastar.

El docente explicó que en 2021 se conjugaron muchos factores importantes en el mundo desarrollado que impactan en la inflación, sobre todo en Estados Unidos, en donde la gente salió a las calles con tranquilidad y la intención de retomar sus vidas.

Una vez en el 'exterior', vinieron los gastos, las compras, pero al mismo tiempo lo que ocurre es que no hay los suficientes productos porque paró la fabricación de artículos, no había puertos ni barcos, de detuvieron operaciones y transacciones, y hubo recorte de personal.

De tal manera que el especialista dijo que la inflación es un fenómeno que no es propio de México, sino que pasa en Estados Unidos (con una actual del 6.8%, la más alta en 40 años) y en Alemania -un país siempre preocupado en mantener estables los precios-, cuya inflación es del 4.7%.

“El exceso de demanda, más de lo que se puede proveer, en un ambiente en el que las empresas quieren volver a retomar la ganancia que tenían antes, hace que los precios de muchos productos a nivel internacional empiecen a subir. La razón por la que en Estados Unidos hay tanta inflación es porque se juntaron estos dos componentes fundamentalmente”, explicó.

El docente expresó que a México le ha impactado la carestía de productos. Además, súbitamente, se empezaron a comprar muchos productos de fuera, entonces “hay un proceso de inflación internacional que lo importamos”.

Destacó que este fenómeno inflacionario no sólo ocurre en México, sino en todo el mundo. Recordó que en 2020 se tuvieron muchos estragos en el cuanto a fallecimientos por COVID-19, desempleo y pobreza.

Pero desde el lado económico, el especialista señaló que las empresas dejaron de producir, entonces, cuando las personas quieren retomar su vida anterior y desean comprar, se encuentran con que no hay productos. Por la pandemia, en muchas partes del mundo, los gobiernos para tratar de contener la pandemia cerraron las empresas.

Cotler detalló que a pesar de que el Banco de México dijo que el proceso inflacionario era un componente importado (lo que implica que no se puede hacer mucho) y transitorio, lo cierto es que la inflación no está cediendo, sino que sigue aumentando; incluso, podría llegar a 7.5% en diciembre.

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Valentina González/ICM