Durante la pandemia de COVID-19, los recursos más utilizados por las y los docentes de educación primaria han sido los libros de texto y los recursos tradicionales, señaló la Dra. María del Carmen González Videgaray, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al presentar los resultados de la dimensión tecnológica de Educar en contingencia. Hallazgos y retos en educación básica.

De acuerdo con esta investigación interdisciplinaria e interinstitucional coordinada por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, el 81% de los docentes encuestados (de una muestra de 18 mil 246 personas) mencionó que los libros de texto y recursos tradicionales han sido los que más han utilizado, 68% dijo que los videos y recursos existentes, 45% que las presentaciones y lecturas de autoría propia, 39% que los videos de autoría propia, 37% propició que el alumnado hiciera recursos multimedia, 33% utilizó como complemento los sitios web y 25% empleó objetos de aprendizaje interactivos.

Si bien “gracias a la tecnología fue posible abordar una educación que se vio truncada bruscamente… también la tecnología ha puesto al descubierto una enorme brecha digital que realmente deteriora el aprendizaje”, resaltó la académica, quien dijo que en México hay una enorme brecha digital, constituida por la falta de acceso a internet para toda la población, carencia de dispositivos y la falta de formación docente; lo que se notó mucho en esta pandemia.

Y ya que la educación remota de emergencia fue posible gracias a la tecnología, en esta dimensión el proyecto Educar en contingencia midió básicamente tres cosas: infraestructura tecnológica, es decir, el acceso a dispositivos, a internet y la velocidad de la conexión; las habilidades digitales, visibles en el tipo de recursos, herramientas digitales, formas de comunicación y de evaluación que se usaron; y las actitudes de confianza o desconfianza que tuvieron los usuarios respecto a las tecnologías.

Al respecto, la investigación arrojó que: la velocidad promedio de internet de las y los docentes de primaria fue de 17.6 megabytes; y los medios de comunicación usados para contactar al alumnado -y recibir tareas- fueron: WhatsApp, 91%; Zoom, Meet y Skype, 41%; celular vía SMS, 39%; correo electrónico, 37%; plataformas ligeras (Google Classroom, Teams y Edmodo), 23%; teléfono fijo, 19%; Facebook, 9%; plataformas integrales (Moodle, Canvas y Blackboard), 2%; y no hubo comunicación, 1%.

La doctora agregó que muchos niños, niñas, adolescentes y docentes reflejaron una enorme carencia en cuanto a contar con los dispositivos, contar con acceso a internet y contar con capacidad de uso.

Y, como retos, mencionó que están: buscar una literacidad multimodal, es decir, que alumnos y profesores sepan aprovechar las posibilidades que dan las tecnologías; y tener estándares de competencias y habilidades digitales como los que tienen los países desarrollados, que les permitan manejarse fluidamente dentro de la tecnología.

La dimensión tecnológica de Educar en contingencia. Hallazgos y retos en educación básica fue realizada por la Dra. María del Carmen González Videgaray, la Dra. María del Pilar Baptista Lucio, el Mtro. Carlos Alberto Covarrubias Santiago y el Dr. Leonardo Daniel Sánchez Rojas.

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PEDRO RENDÓN/ICM