La depresión y la sensación de soledad aumentan en fiestas decembrinas
Para la mayoría de las personas, esta época del año representa unión y felicidad con sus seres queridos; sin embargo, es necesario saber que para otro sector de la población significa tiempo de tristeza y soledad. Como todo en el comportamiento humano, esto es multifactorial, es decir, no podemos encontrar un solo motivo. ¿Cuáles son los principales factores que provocan este tipo de comportamientos? Para hablar del tema, la Dra. Ana Lilia Villafuerte Montiel, Coordinadora de la Maestría en Psicología Clínica de la IBERO Ciudad de México, nos habló del tema.
La especialista en psicoterapia señaló que es importante verificar los temas preexistentes que cargan las personas que se sienten solas, por ejemplo, dado que son épocas donde la gente se reúne, aquellos que tienden a estar más en soledad, lo cual también es un problema a nivel mundial, lo resiente porque hay algunas esferas, como en el trabajo, donde se dan cuenta que no tienen esta red de apoyo, lo cual es básico.
“Hay personas que ya traen una depresión y una ansiedad de mucho tiempo atrás y se acentúan durante esta época. Además, desafortunadamente, las personas no le dan la suficiente importancia a la detección de sus problemas de salud mental, lo que hace que el inconveniente se complique y se dificulte darle seguimiento”.
Indicó que a pesar de los diversos factores que provocan que las personas tengan depresión, hay estudios que demuestran que el clima tiene la capacidad de alterar nuestra actitud, pues en lugares donde el frío predomina y el sol en muchas ocasiones se encuentra oculto, como en esta época del año, provoca que recibamos menos luz solar, la cual es importante recibir para mantener una estabilidad emocional, además de que ayuda al cuerpo a producir vitamina D.
Señales de una posible depresión
De acuerdo con la académica, una de las características que delatan que una persona está desarrollando depresión es la pérdida de la anhedonia, es decir, la ausencia del placer en actividades que solían ser muy disfrutables y agradables para el individuo. Añadió que otro factor es que se van alejando de sus círculos sociales, por muy pocos que sean.
“Si alguien disfrutaba mucho de bailar, jugar futbol, estar con amistades o simplemente hacer un rompecabezas, dejan de tener esta relevancia y también este gusto en la persona. También se van aislando, independientemente de si tienen muchas o pocas amistades”.
Dijo que en este punto es relevante que las personas que tengan a un ser querido que está experimentando una sensación de soledad, se acerquen y traten de crear un vínculo real, es decir, mostrar un interés genuino en sus sentimientos y su sentir. “Es importante tener curiosidad, y es que una persona con mucha ansiedad y depresión a veces es difícil que cuente cómo se siente, por lo que acercarnos para saber su situación es vital”.
Advirtió que tampoco se debe ser muy insistente, pues la persona afectada se podría sentir invadida, bloqueando las líneas de comunicación y dificultando la resolución del problema, por lo que se debe dar tiempo y espacio para que se exprese.
Asimismo, mencionó que erróneamente se piensa que la depresión es exclusivamente no tener energía ni ganas de hacer cosas, pues dijo que hay personas a las que les pasa justo al revés y tienen un nivel muy alto de actividad, por lo que también recomendó acercarnos y preguntar a un profesional de la salud mental. “No estoy hablando exclusivamente de un psiquiatra, estoy hablando de psicólogos y psicopedagogos, personas que pueden ver estos síntomas y signos de una manera más clara”.
¿Qué hace la IBERO en estos casos?
La Dra. Ana Villafuerte destacó el trabajo que realiza nuestra casa de estudios para que su comunidad se sienta apoyada por la institución, y señaló que existe la Clínica de Bienestar Universitario (CBU), la cual atiende a toda la población IBERO, donde se puede hacer un trabajo de detección.
“Se pueden acercar a la clínica, ahí se analiza si es algo que se puede resolver durante las consultas que se ofrecen, o si se necesita un proceso más largo, incluso si se necesita ser referido para atención médica o atención psicológica de más largo alcance”.
Señaló que es importante tener la mente abierta en términos de acercarse a un médico o a un profesional de la salud mental, pues por lo general se minimiza este tipo de problemas, y pueden llegar a afectar todo el estilo de vida de la persona.
“Si pasaron ya dos o tres meses tras la pérdida o la situación difícil y veo que no hay ni tantita mejoría en mi situación, al contrario, creo que es peor, es un momento de reflexionar qué me está pasando y acercarme a las personas que podrían ayudarme”.
Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández
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