La IBERO hace un alto para celebrar a las madres

Jue, 5 Mayo 2022
El Rector, Luis Arriaga Valenzuela, lanza un llamado para reconocer, como dice Gabriela Warkentin, a la diversidad de las madres y las diversas luchas que libran en el espacio de lo privado, pero también de lo público
  • Las responsables de la administración del personal de la IBERO, y también madres, disfrutaron de la compañía del Rector.
  • El Rector Luis Arriaga Valenzuela reconoció que para muchas de las madres que tomaron parte de la celebración, cumplir con sus labores universitarias tiene dobles retos.
  • Madres del Departamento de Psicología tuvieron oportunidad de convivir con el Rector.

La Universidad Iberoamericana detuvo por unos instantes su vertiginoso andar, para reconocer y festejar, de manera anticipada, a las diversas madres que integran su comunidad.

Fue una reunión íntima, cercana, emotiva entre madres docentes, madres investigadoras, madres empleadas, que compartieron la alegría de estar juntas otra vez luego de dos años de festejos virtuales desde el confinamiento, a través de pantallas de computadora.

El Rector, Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., felicitó, “a nombre de todo el personal y el mío propio, a todas nuestras compañeras de trabajo que también son madres” y les dijo que se valoran y agradecen sus esfuerzos por construir una mejor universidad y a la par ejercer la responsabilidad de formar a sus hijos e hijas como personas libres y comprometidas con la justicia y con los valores de la verdad y la libertad que rigen nuestra Casa de Estudios.

Apuntó el máximo directivo de la Universidad que “sabemos que para ustedes cumplir con sus labores universitarias tiene dobles retos. Las jornadas extendidas de trabajo no remunerado que implica el cuidado de las hijas y los hijos siempre está presente. Y en el caso de que estén en condiciones de delegarlo, la ‘carga mental’ también se hace presente, esa que consiste en la labor de planificación, organización y toma de decisiones que asumen mayoritariamente las mujeres”.

Esta fecha, cada año, subrayó el Doctor en Derecho, es una oportunidad para hacer un alto y reconocer el trabajo que han hecho nuestras propias madres. Cómo, a pesar de sus circunstancias personales, laborales y sociales, tuvieron el tiempo y el espacio para brindarnos una presencia cercana.

Dijo también que, para muchas personas, la relación con nuestras madres no ha sido siempre del todo suave y fácil, pero sabemos que trascender esa relación y lograr comprender quién es nuestra madre y sus circunstancias, nos permite conocernos mejor a nosotros mismos. “Sabemos también que, a partir de lograr comprender a la persona que nos dio la vida, podemos generar más empatía y comprensión con las y los demás”, comentó.

El Rector de la IBERO reflexionó también en el sentido de que, aprender de nuestras madres, nos permite asimismo tratar de diseñar nuestro propio modelo de maternar en el sentido amplio de la palabra: para mujeres, hombres y todas las personas. Maternar como sinónimo de cuidar en todos nuestros espacios.
 

     

     DR. LUIS ARRIAGA VALENZUELA, RECTOR DE LA IBERO

     El amor ideal de las madres recuerda al amor que Dios sí nos tiene y nos tuvo desde el            principio: un amor que nos da seguridad, protección, cercanía, calidez, ternura.

  • Un amor sin condiciones ni límites que nos nutre y nos cuida.
  • Un amor que nos da tranquilidad, confianza y nos hace sentir acompañadas, abrazadas y felices.

     Así es Dios con nosotros y nosotras. Nos quiere, nos ama, nos procura. Ahí está la fuente      de nuestro gozo.
 

 

Luis Arriaga Valenzuela hizo un llamado a reconocer, como dice Gaby Warkentin, a la diversidad de las madres y las diversas luchas que libran en el espacio de lo privado, pero también de lo público: en defensa de sus derechos y en defensa de los derechos de sus hijas e hijos.

Pidió recordar también a las madres que fueron víctimas de feminicidio y que hoy son recordadas con añoranza, tristeza y necesidad de justicia, y a esas madres adolescentes que nuestra sociedad ha dejado en muchas ocasiones solas sin recursos para salir adelante, estigmatizadas y con una enorme responsabilidad a cuestas, que las coloca en situación de grave vulnerabilidad ante muchas violencias.

Reconoció la valentía y trabajo de aquellas madres que son jefas de familia y enfatizó su reprobación a la falta de responsabilidad de aquellos hombres que no cumplen con las pensiones alimenticias.

El Rector expuso que, en nuestra Universidad, hemos diseñado y continuaremos con ello, acciones que promuevan la corresponsabilidad en las familias, de tal suerte que nuestros compañeros sean motivados a compartir las tareas del cuidado y la gestión del hogar con sus parejas, como una forma de fortalecer las relaciones al interior del hogar, e igualmente, fomentar que cada persona pueda conciliar la vida laboral, familiar y personal, y con ello, mejorar su calidad de vida.

“Para nosotros, es importante que no solamente reconozcamos y valoremos el trabajo que se realiza en la institución, sino que también, se reconozcan y valoren las tareas del cuidado en las familias, que hoy mayoritariamente llevan a cabo las mujeres. Si como hombres hacemos frente a los prejuicios y fortalecemos nuestra capacidad de cuidar y educar en la familia, seguramente vamos a abonar al fortalecimiento del tejido social y familiar.”

El espacio Montserrat fue sede de este emotivo encuentro entre madres de la Universidad Iberoamericana y sus autoridades.

 

 

JORGE CERVANTES

 

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