El pasado 1 de noviembre se llevó a cabo ‘La Paz y las Paces. Un llamado urgente de construcción comunitaria’, evento convocado por el Departamento de Estudios Empresariales, el Departamento de Educación, la Escuela de Emprendimiento Social e Innovación, y el Programa de Reflexión Universitaria de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, e implementado por el Proyecto Síntesis (Consultores en Procesos Humanos).

El evento fue inaugurado por el vicerrector académico, Dr. Alejandro Guevara Sanginés. En las palabras de bienvenida se dijo que el tema de la paz nos compete a todos, no por ser universitarios sino por ser personas. El programa de actividades se dividió en tres bloques de dos horas cada uno.

En el primer bloque, Paolo Pagliai sostuvo que con la llegada del cristianismo la paz dejó de ser Cosmos (orden) y pasó a ser (Ágape) amor.  Nos contó la historia de Edipo, la historia de Aquiles y la historia de Francisco de Asís. Después de Kant, la paz ya no es sólo ausencia de guerra sino participación positiva. Para construir las paces es esencial la responsabilidad de cada ser humano. 

Eduardo Garza, del Proyecto Síntesis, sugirió que la capacidad de responder a nuestro llamado en la vida requiere de una visión en la que todos seamos conscientes de que somos parte de un engranaje que refuerza o no las paces. Y esta posibilidad genera encuentros improbables, desarrollo sustentable y recuperación de la memoria. 

Los actos desinteresados o los relatos de inclusión que hemos vivido o nos han contado, pueden tejer con Hebras de paz viva una comunidad menos violenta. El testimonio de Paulo Ortiz conmovió y nos logró tocar la libertad por dentro.

En el segundo bloque, José Herrera nos dirigió unas emotivas palabras como Coronel del Sistema de Formación de la Policía Federal. Combatir la ignorancia y la corrupción son las tareas más importantes para lograr la paz en México. Pero también nos contó sus experiencias como persona que trabaja en el mundo de la seguridad y la protección a la Patria. Se requiere una vida virtuosa para ser dignos de la paz. “La vida no tiene casualidades, tiene consecuencias.” 

Miguel Ángel Cervantes y Humberto Cavazos dieron a continuación su testimonio de vida en la cárcel de Querétaro. Estar en la cárcel era estar con quien no quieres estar, pero vivir la reclusión significó no estar con quien sí quieres estar. Juan José Pedraza, exdirector del Sistema Penitenciario de Querétaro, nos compartió lo importante que fue para los internos descubrir la importancia del honor, la confianza, la participación activa y, sobre todo, la recuperación de la dignidad como personas en el proceso de reinserción.

En el tercer bloque, Jorge Font comenzó diciendo: “Mi vida, literalmente marcha sobre ruedas”. Jorge tuvo sección medular a consecuencia de un accidente mientras hacía lo que más le gustaba, esquiar en agua, y está sentado en una silla de ruedas. 

Desde su sensibilidad, vulnerabilidad y la deuda que dice tener con todos sus amigos, propuso tres enzimas para metabolizar la construcción de paz a través de la inclusión: Corazón, dejarse tocar por los otros; Razón, entender la discapacidad en su debido contexto; y la Acción, promover una auténtica inclusión. Yo, Fernando Caloca, hice una recapitulación y abrí el diálogo con los participantes, para llevar las paces a la vida.

Después de las conclusiones, las autoridades convocantes: Javier Cervantes, Hilda Patiño, Miguel Gallo y Alberto Segrera; acompañados por Jorge Ibáñez Cornejo, senador Universitario, entregaron constancias de participación y agradecieron la colocación de un 'tabique más al edificio' de la Universidad Iberoamericana.

PRL/ICM