La urgencia de la justicia transicional: Respuestas a la crisis de violencia en México

Mar, 2 Jul 2024
Se realiza en la IBERO la sesión siete del programa Refleaxión: Justicia transicional
Jacobo Dayán, Académico de la IBERO, explica los factores más importantes para implementar una justicia transicional en el país
Considera que los esfuerzos que se han realizado han tenido poco impacto, por lo que urge poner en agenda este tipo de mecanismos extraordinarios
  • El programa Refleaxión es un espacio para hablar sobre las diferentes desigualdades y violencias que se viven dentro y fuera del lugar universitario para la construcción de espacios incluyentes, igualitarios y libres de violencias

¿Qué opciones tiene un país cuando sus niveles de violencia y de impunidad han persistido e ido en aumento por tanto tiempo?, ¿se puede tener futuro con una sociedad que no tiene confianza en las instituciones del Estado? De acuerdo con Jacobo Dayán, titular del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Académico en la Especialidad en Educación y Construcción de Paz de la IBERO Ciudad de México, tendríamos que aplicar una Justicia Transicional como respuesta para disminuir y evitar que esta ola de violencia siga aumentando en el país.

En la sesión siete del programa Refleaxión: Justicia transicional, el especialista en Derecho Penal Internacional fue invitado para hablar de la importancia que tiene aplicar la Justicia Transicional en México como una solución para acceder a la verdad, la justicia, la reparación de daños y la no repetición de hechos violentos.

Para iniciar la ponencia, Jacobo Dayán lanzó un par de preguntas al público asistente: "¿cómo se reconstruye una sociedad a partir de haber atravesado o estar atravesando niveles de violencia como los que vivimos en México?, ¿se le puede dar toda la justicia o todos los derechos a todas las personas en un entorno de gran violencia?”.

 

 

El encargado del CCU Tlatelolco señaló que debemos entender a la Justicia Transicional como un mecanismo alterno para ayudarnos a salir del “horror en el que estamos metidos”, en un país donde la impunidad y la violencia han perdurado por tantos años, y en donde las instituciones que se supone deben ayudar a resolver estas problemáticas se encuentran atrofiadas.

“En México hay una impunidad que ronda alrededor del 98% dependiendo el delito. Es increíble que cuando vienen expertos internacionales, y nos preguntan en qué delitos existe esa cifra, nosotros decimos que en todos, no importa si es asesinato, robo, secuestros, etc. Al decirles esto, no pueden entender cómo un país puede funcionar con esos niveles de impunidad”.

A pesar del panorama desesperanzador, Jacobo Dayán compartió las características respecto a cómo se deben construir estos mecanismos de justicia transicional que a través de 40 años de experiencia ha acumulado en sus investigaciones. “Cada implementación requiere una adaptación a lo local, pero a grandes rasgos se contemplan cinco grandes rubros que tienen que ser atendidos”.

Indicó que el primero son los procesos de memoria, los cuales sirven para mantener en la sociedad este ADN de no tolerar la violencia, la impunidad y recordar lo ocurrido, no en una memoria del Estado construida verticalmente, sino en una memoria social construida horizontalmente. Detalló que en este apartado entran los museos, películas, canciones, obras de arte, conmemoraciones, y todo lo relativo a procesos de memoria.

“Eso sí, tienen que ser construidos desde la sociedad. Eso nos toca, a los artistas, a los colectivos de víctimas, a la Academia, a la sociedad en general, no al Estado, porque si no lo que tendríamos es una memoria oficial".

El segundo pilar, dijo, es el acceso a la verdad, ya que para poder entender el origen de estos fenómenos debemos preguntarnos “¿qué demonios pasó o está pasando en el país para que la situación no haya mejorado a pesar de los esfuerzos que se han hecho”. Lamentó que la administración actual ofrezca respuestas fáciles como culpar de todo al narcotráfico y al crimen organizado, que aunque son parte de las violencias, no ofrecen la realidad de lo que está pasando en México.  

“Debemos reforzar la construcción de mecanismos sólidos para la construcción de la verdad. ¿Cómo se hace eso? Escuchando a las miles de víctimas en todo el país, así como a quienes han perpetrado actos de violencia. Necesitamos una recolección de miles y miles de testimonios, que en el caso mexicano seguramente serán cientos de miles”.

El tercer punto es la Justicia. Aquí aclaró que la violencia se debe analizar como fenómeno, no como caso, pues en los casos de violencia, al ser tratados de manera tradicional, por lo general únicamente se detiene a las personas que se encuentran “hasta abajo”, mientras que los verdaderos responsables que se encuentran en una posición más alta, raramente son detenidos.

“Asesinan a un periodista y nos dicen a los pocos días en una nota ‘ya se detuvo a dos que dispararon’. Pues de poco sirve detener a los dos que disparan si no se detiene a quien dio la orden. Quienes ejecutan la violencia son reemplazables para quienes operan la violencia, eso es lo más fácil de cambiar, traer dos nuevos sicarios o nuevos soldados”.

Para el cuarto pilar señaló que se debe hacer una reparación a las víctimas. Subrayó que se deben crear mecanismos de reparación eficaces y rápidos, que no tengan que pasar por un juicio. “El Estado debe atender las necesidades inmediatas de las víctimas, becas, apoyos en vivienda, en trabajo, lo más básico de arranque y después medidas simbólicas colectivas, de reparación, memoriales, disculpas públicas y evidentemente indemnizaciones tasadas de alguna manera”. Dijo que hablar del último es muy duro, y puso de ejemplo a Argentina, donde se tasó cuánto el Estado estaba dispuesto o cuánto se iba a entregar como indemnización económica por desaparecido. “Es muy jodida esta discusión porque de alguna manera el Estado tiene que tasar económicamente una vida”.

 

El quinto y último pilar se refiere a las garantías de no repetición. El especialista en derechos humanos cuestionó ¿cómo hacemos para que esto no vuelva a ocurrir?, a partir de lo que hemos entendido de las violencias que vivimos, Explicó que aquí radica la importancia de contar con una Comisión de la Verdad, para que se haga un registro de los hechos ocurridos, así como para entenderlo y trabajar, con el fin de que no surjan problemas iguales o similares.

“Un ejemplo es la guerra sucia que sucedió en el país: ¿Salimos a buscar a las victimas de ese conflicto?, ¿México generó capacidades de identificación después de tener 1,500 personas desaparecidas, aproximadamente? La respuesta lamentablemente es no, cosa que como mexicanos nos debería preocupar”.

¿Cuál es el papel de las universidades en esto?

Para Jacobo Dayán debe haber una voluntad política seria para atender todo esto, un compromiso no de Gobierno, sino de Estado, a mediano y largo plazo para implementar estos procesos que son muy dolorosos.

Recordó que el último gran esfuerzo se hizo hace seis años, donde la IBERO participó de manera muy activa en reuniones con los entonces candidatos a la presidencia, Ricardo Anaya, Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador.

“Se les presentó esta agenda de justicia transicional, todo mundo dijo que sí y que estaban felices por este tipo de propuestas. Desafortunadamente ya vimos lo que ocurrió, no le dio un seguimiento adecuado”.

El Académico hizo un llamado a las instituciones educativas de nivel superior para que propongan alternativas que puedan ayudar a frenar estas injusticias, reiteró que tenemos que discutir estos temas de mecanismos extraordinarios que nos puedan ayudar a resolver parte de este horror, porque si lo seguimos viendo como algo ordinario, no lo vamos a poder resolver.

 

Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández / Fotos: Alberto Hernández Mendoza

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