Mi experiencia desde el International Air and Space Program (IASP) hasta el International Astronautical Congress (IAC) ha representado una evolución constante en mi formación científica, profesional y personal. Cada etapa ha sido un paso más en el camino hacia la investigación espacial y el desarrollo tecnológico con impacto real.

 

Todo comenzó con mi participación en el International Air and Space Program (IASP), un concurso organizado por la AEXA en instalaciones de la NASA que reúne a jóvenes de distintos países para resolver desafíos vinculados con la exploración espacial. Mi equipo, conformado por estudiantes de diversas universidades, y yo obtuvimos el tercer lugar internacional, un reconocimiento que validó nuestro trabajo y fortaleció mi compromiso con la investigación aplicada al espacio. Esa experiencia me permitió adentrarme en la dinámica de proyectos multidisciplinarios y consolidar mis habilidades de liderazgo, colaboración y resolución de problemas bajo presión.

 

A partir de ese momento, continué desarrollándome en el ámbito de la ciencia de materiales, participando en la caracterización de una muestra que será lanzada a la Estación Espacial Internacional (EEI) a finales de octubre. Este proyecto busca estudiar el comportamiento de un material bajo condiciones espaciales extremas, cuyo objetivo es mitigar lo más posible los efectos de la radiación cósmica.

 

El siguiente paso en mi trayectoria fue la presentación de nuestro proyecto en el International Astronautical Congress (IAC), donde tuve la oportunidad de exponer, junto a mi equipo del IASP, los avances y resultados del trabajo. Dentro del grupo, mi participación se centró en el análisis de datos, procesando y evaluando la información experimental para interpretar los posibles efectos antes de enviarla al espacio. Durante el congreso, también tuve la oportunidad de conversar con astronautas y especialistas que trabajan en proyectos de vanguardia dentro de la industria astronáutica, lo cual amplió mi perspectiva sobre los retos científicos y tecnológicos que enfrenta la exploración espacial contemporánea.

 

En conjunto, este recorrido —desde el IASP hasta el IAC, pasando por el desarrollo y próximo lanzamiento de una muestra a la EEI— ha consolidado mi compromiso con la investigación de frontera. Cada experiencia ha reafirmado mi convicción de que la ciencia y la cooperación internacional son herramientas esenciales para expandir los límites del conocimiento y transformar nuestra comprensión del universo.

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