Modelos ciudadanos de seguridad, clave para enfrentar crisis de violencias

Mié, 28 Sep 2022
Éstos deben poner énfasis en la prevención y el respecto a los derechos humanos: Rector Luis Arriaga Valenzuela
Tiene lugar en la IBERO Expo ARU 2022: ‘Más allá de las violencias: propuestas y acciones’
  • Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector de nuestra IBERO (Alberto Hernández/IBERO).
  • La undécima edición de 'Expo Aru' se llevó a cabo en el auditorio José Sánchez Villaseñor de nuestro campus (Alberto Hernández/IBERO).
  • De izquierda a derecha: Jacobo Dayán, académico de la IBERO; Guillermo Alfaro Telpalo, docente del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria; Jimena Esquivel, de la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Segob; y el Padre Javier 'Pato' Ávila, jesuita y defensor de derechos humanos (Alberto Hernández/IBERO).
  • Jacobo Dayán, académico e investigador de la IBERO (Alberto Hernández/IBERO).
  • Jimena Esquivel, de la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Alberto Hernández/IBERO).
  • El Padre Javier ‘Pato’ Ávila, jesuita y defensor de los derechos humanos que vive en la sierra Tarahumara (Alberto Hernández/IBERO).
  • Paola Zuart, internacionalista, abogada e integrante del Centro de Investigación para la Paz (Alberto Hernández/IBERO).
  • Mtra. Mónica Maccise Duayhe, directora general de Vinculación Universitaria de nuestra IBERO (Alberto Hernández/IBERO).
  • Las y los asistentes a la 'Expo Aru 2022' realizaron una actividad sobre violencia de género (Alberto Hernández/IBERO).
  • Dr. Juan Carlos Henríquez, director del Departamento de Comunicación (Alberto Hernández/IBERO).

Frente a las violencias que impactan a nuestra sociedad, las cuales implican fenómenos como los homicidios, desapariciones, feminicidios y el desplazamiento de personas, es necesario un modelo ciudadano de seguridad con perspectiva de derechos y la ampliación de la participación democrática.

Así lo dijo el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector de nuestra IBERO, en la inauguración de Expo ARU 2022. En su discurso hizo un llamado a no acostumbrarnos ni normalizar la violencia, y tampoco olvidar que detrás de ella hay familias y comunidades a quienes se les ha fallado.

Contextualizó la crisis de violencias a partir de cifras: las más de 300 mil muertes por la guerra contra el narco, las 11 mujeres asesinadas diariamente, las más de 100 mil personas desaparecidas, las 84 mexicanas y mexicanos que mueren cada día, las 40 mil personas expulsadas y desplazadas de sus comunidades, y los 52 mil cuerpos sin identificar.

Frente a este panorama, como comunidad universitaria debemos construir modelos de seguridad ciudadanos, donde se ponga a las personas y su dignidad al centro de las políticas públicas, con énfasis en la prevención y el respeto a los derechos humanos. Sólo de esta forma podemos construir procesos de reconciliación y paz, planteó el Rector Arriaga Valenzuela.

Esto implica atender las causas de las violencias, fortalecer a las policías civiles, incrementar las capacidades de investigación policial; al tiempo que se debe reclamar un cuerpo gubernamental de alcance nacional no militarizado, con controles externos, es decir, que tenga contrapesos.

Además, deben fortalecerse los procesos de impartición de justicia, desde un enfoque diferenciado “es decir, desde el reconocimiento de que las violencias afectan de manera específica a distintos sectores de la población”; y entender que el acceso a la justicia parte de una buena investigación a cargo de ministerios públicos y fiscalías.

Cuánto Estado se requiere para acabar con la violencia

En la Mesa 1 de Expo ARU 2022: Las caras de la violencia, Jacobo Dayán, académico de la IBERO, dijo que las violencias no terminan con los grupos criminales, también hay actores del Estado generando violencia de manera sistemática: las policías municipales y estatales, la Guardia Nacional, el Ejército y Marina.

Y aunque la discusión, “ridícula”, es cuántas balas se necesitan para acabar con la violencia, la pregunta debiera ser: cuánto Estado se requiere para acabar con la violencia, es decir, cuánta justicia se necesita; como que el Estado aparezca en las comunidades más lejanas con los servicios que tiene que otorgar, entre ellos, la prevención del delito. 

Jimena Esquivel, de la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, mencionó que México es un país lleno de violencias, donde “todos somos generadores de violencia”, y en el que también “todos podemos ser constructores de paz”, por lo que invitó a las personas congregadas a ver con otros ojos la violencia y las acciones que se pueden hacer para combatir y transformar esas violencias. 

Finalmente, el Padre Javier ‘Pato’ Ávila, jesuita y defensor de los derechos humanos que vive en la sierra Tarahumara, agradeció haber sido invitado a esta mesa, porque esto le dio la oportunidad de rescatar en la memoria el asesinato de sus hermanos jesuitas en Cerocahui hace 100 días, “para que esto se mantenga en el candelero. Los sistemas le apuestan al olvido; nosotros le apostamos a la memoria, no podemos perderla”, proclamó. 

Reconoció que eventos trágicos como los asesinatos muchas veces se van olvidando, porque “los muertos de hoy sepultan a los muertos de ayer”. Pero el dolor que generó a una familia o a mucha gente el muerto de hace 20 años es el mismo que está generando a la familia del muerto de ayer. Por eso, “tenemos que poner los muertos en horizontal, porque todos tienen la misma presencia en el corazón de los familiares”.

Desmontar la violencia de género

En la Mesa 2: Violencias de género y feminicidios, la Mtra. Mónica Maccise Duayhe, directora general de Vinculación Universitaria de nuestra IBERO, expresó que para desmontar la violencia de género se debe trabajar desde lo macro (Estado y organizaciones) y lo micro (personal) para romper con estereotipos, pues éstos permean a las políticas públicas, sus abordajes y sanciones; lo que impacta a mujeres y hombres de forma diferenciada.

Enfatizó que la forma de desmantelar esta estructura violenta pasa por un trabajo individual, "de ser consciente y responsabilizarme de mis acciones y mirar cómo puedo ayudar desde mi esfera de actuación, pues  hay algo que sí puedo hacer desde lo individual, pero sin dejar de trabajar en lo macro”.

Paola Zuart, internacionalista, abogada e integrante del Centro de Investigación para la Paz, comentó que el problema de la violencia de género es su escalabilidad: empieza por algo pequeño y empieza a subir de intensidad, incluso, puede desembocar en un feminicidio. En ese sentido, dijo que “la raíz de todo es la violencia estructural, el fondo del sistema y que no siempre es visible”.

Finalmente, el Dr. Juan Carlos Henríquez, director del Departamento de Comunicación de nuestra institución, afirmó que no podemos quedarnos sólo en el performance sino que debemos pasar a la acción política para que haya un cambio en la realidad, pues esto sirve “como contención, pero no como modificación”. Recordó que, a pesar del momento crítico, "la luz sólo se puede ver desde la esperanza y la subversión de lo categórico".

En la última mesa de esta undécima edición de Expo Aru, Norma Romero Vázquez y Karina Aguilar Romero, del Colectivo Las Patronas, y José Luis Loera, de la Casa Refugiados, hablaron sobre Desplazamientos forzosos y refugios.

Iván Cabrera y Pedro Rendón

 

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