Odette Lobato, académica IBERO elegida para la Academia Mexicana de Ciencias

Vie, 4 Dic 2020
Este 2020, se anunció que la investigadora entraba a ese organismo como miembro regular
  • La Dra. Odette Lobato Calleros fue elegida para ingresar a la Academia Mexicana de Ciencias.

Ese día me levanté a las cinco de la mañana. Como siempre, inicié mis actividades haciendo ejercicio, preparándome física y mentalmente para el resto de la jornada. Es un tiempo para mí, es el momento más agradable de mi día. Terminé a las siete de la mañana. A esa hora, entré a revisar el correo electrónico, fue cuando vi el mail con la noticia de mi ingreso a la Academia Mexicana de Ciencias. Fue un momento muy alegre, muy luminoso, disfruté algo mío, algo muy particular, resultado de una vida dedicada a la academia. 

Ella es la Dra. Odette Lobato Calleros. Desde 1994 es profesora titular de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO) y hace apenas unos días ingresó como miembro regular a la Academia Mexicana de Ciencias. Su experiencia acumulada da cuenta de su trayectoria y de los méritos para haber obtenido ese resultado.

Egresada de la IBERO en Ingeniería Industrial, su tema central de investigación es: el estudio sistémico de la constitución y resultados de las organizaciones, sobre todo no lucrativas, desde una perspectiva interdisciplinaria.

Comenta que siempre ha tenido muchas inquietudes sociales, como parte de sus estudios en la Universidad, pero también por formar parte, desde hace 40 años, del Centro de Reflexión Universitaria para el Cambio (CRUC), un grupo de jóvenes liderado por los jesuitas cuya preocupación y dedicación son las personas en situación de pobreza. Algunas personas integrantes del grupo se reúnen hasta la fecha.

“Trabajé en la industria y me fue muy bien, mucho mejor de lo que yo me hubiera imaginado. Me promovían como una vez al año y era muy retadora cada responsabilidad que me daban. Pero me cansé, pensaba que no iba con mis valores, no era lo que quería. Incluso, la gente se extrañaba porque empecé a investigar sobre la calidad de vida de las mujeres obreras. Me decían como en tono de reclamo: ¿tú qué estás haciendo ahí si eres ingeniera?”.

Durante su paso por el mundo de la industria, la también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), desarrolló el Índice Mexicano de Satisfacción del Usuario (IMSU), que tiene como objetivo establecer un mecanismo de comunicación y retroalimentación entre los clientes y las organizaciones, que fomente la satisfacción de los primeros y el incremento de la competitividad de los últimos a través de la optimización de sus procesos. La metodología identifica los procesos específicos a mejorar por parte de la organización.

“Como ingeniera creo en la incidencia social”, afirma Odette Lobato, maestra en Desarrollo Humano. Una prueba de ello es que la metodología del IMSU se utilizó para algunos programas sociales durante la etapa de 2005 a 2011. En particular, dice, “tuve una experiencia más de campo, de contacto con gente de las comunidades”, al revisar el programa que en ese entonces se implementó y que se llamaba ‘70 o más’.

“Recuerdo que visitamos una comunidad del estado de Hidalgo. No había carretera para llegar. De los encuentros con la gente hubo un señor que había trabajado 40 años en una panadería y no le dieron nada como jubilación, solo vivía con lo que se le daban a través de ese programa social. En lo que platicábamos en su casa, comíamos unas naranjas riquísimas de su pequeño huerto. Fue entonces que me di cuenta de la gran responsabilidad que tenemos los investigadores por haber tenido posibilidades de estudiar y por tener capacidades para ser puentes o canales entre la gente y las instituciones, pues se ponía muy contento cuando le decía que la información que me estaba dando la iban a conocer autoridades del gobierno. El programa se mejoró en los puntos clave que detectamos”.

Esta metodología inició como respuesta a la convocatoria del concurso de la Oficina de la Presidencia de la Republica, la cual fue ganada y obtuvo fondos de la United States Agency for International Development (USAID), del CONACTY, la IBERO y empresas privadas.

Durante un Programa de Doctorado Interinstitucional, donde participaron 14 instituciones de educación superior de México, liderado por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, obtuvo su Doctorado en Educación con Especialidad en Estudios Organizacionales.

Pero llegó un momento en que decidió dedicarse más de lleno a las cuestiones sociales y a invitación de alguien empezó a colaborar en la IBERO; lo cual, ella lo ve ha como una fortuna, al tener la oportunidad de desarrollar la investigación, pero aplicada a todo aquello que contribuye y apoya a los grupos en situación de vulnerabilidad.

Mi investigación, continúa Odette Lobato, “no es una investigación teórica fuera de la realidad, busca opciones de cambio factibles; busca comprender para poder incidir en cuestiones reales”. Por ejemplo, próximamente van a diseñar un proyecto de socioecosistema para la zona de Santa Fe, como emprendimiento para jóvenes en situación vulnerable.

“La vida de un investigador es una de las vidas más interesantes porque cada día encontramos algo distinto, aprendemos algo distinto, nuevo. Interactuamos con gente joven, llena de ideas, de capacidades. Desarrollamos proyectos, los implementamos. En la investigación tenemos que aprender a hablar en plural. Podemos vincularnos con comunidades, con empresas, con áreas gubernamentales. Siempre es un equipo de colaboradoras que la hacemos posible. Lo que nos mueve es una pasión por la búsqueda de resolver problemas importantes asociados a grupos vulnerables”.

Entre otras cosas, Odette Lobato es fundadora de la Maestría en Ingeniería de Calidad del Sistema Universitario Jesuita de México. Es consejera universitaria de la Red Mexicana de Investigación sobre Estudios Organizacionales (REMINEO), integrante del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), del consejo científico internacional de la Revista de Investigación Científica Entretextos (2015-a la fecha) y LEAD Fellow por el Colegio de México.

“Me siento muy contenta. Quiero agradecer a la BERO, mi casa, mi lugar, mi plataforma, mi inspiración con colegas muy comprometidos. Esta noticia es una retroalimentación muy positiva de todo lo que he venido construyendo en mi vida académica, una especie de bienvenida a un lugar muy especial de la investigación en México.

“Es importante como reconocimiento, pero más que nada como una instancia desde la cual seguir colaborando con gente de grandes capacidades, con una enorme trayectoria académica, entusiastas, para aportar a nuestro país”, concluye Odette Lobato.

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