#Opinión. Ecoansiedad y educación superior: construir esperanza frente al colapso
Por: María Fernanda Sánchez Contreras, Coordinadora General de Formación y Acción Social de la IBERO
_________________________________
La ecoansiedad es un trastorno presente en un número creciente de jóvenes que pertenecen a la denominada Generación Z, el cual conlleva signos de depresión, ansiedad y apatía frente a un panorama de precarización, desigualdad social y deterioro ambiental. El presente análisis tiene como objetivo justificar la importancia de incorporar los impactos a la salud mental de las personas como una de las dimensiones clave de la crisis socioambiental. Adicionalmente, propone la integración de la educación ambiental y la educación socioemocional como enfoques pedagógicos que pueden nutrir la práctica docente para el desarrollo de competencias orientadas a la justicia socioambiental en el estudiantado universitario.
Son muchas las voces que, desde hace décadas, han advertido sobre el inminente colapso social y ambiental al que nos enfrentaríamos. El Panel Intergubernamental de Cambio Climático, en su más reciente reporte (IPCC, 2023, p. 4), ha reiterado que “las actividades humanas, principalmente a través de la emisión de gases de efecto invernadero son, sin lugar a dudas, causantes del aumento gradual en la temperatura de la superficie global”. Las estimaciones coinciden en que nos acercamos peligrosamente a un aumento de hasta 3.2°C para el final del siglo XXI, lo cual tendría efectos devastadores que aún es difícil prever con exactitud.
A raíz de este incremento han podido constatarse cambios de clima radicales en casi todas las regiones del planeta, lo cual ha significado “pérdidas y daños a la naturaleza y a las personas, siendo las comunidades más empobrecidas y vulnerables las más afectadas” (IPCC, 2023, p. 5). Desafortunadamente, se prevé que estas consecuencias sigan aumentando, tanto en intensidad como en sus efectos multiplicadores, por lo cual, las acciones de mitigación y adaptación en todas las áreas del quehacer humano toman ya un nivel de urgencia.
El Huerto IBERO busca ser un referente en impulsar la adopción de la agricultura urbana en comunidades universitarias y la sociedad. |
Desigualdades sociales y su relación con la crisis ambiental
En este contexto, las desigualdades sociales merecen una consideración especial, pues si bien quienes padecen con mayor fuerza los estragos de la crisis ambiental son las personas más desfavorecidas, en los sectores más privilegiados aún no permea un sentido de justicia que conduzca a realizar los ajustes necesarios para la reducción de impactos socioambientales.
Como lo ha reportado Oxfam en su último informe, en 2019, 1% de la población considerada super rica fue responsable de la misma cantidad de emisiones de carbono equivalente a las del 66% más pobre de la humanidad. Por si fuera poco, “las inequidades económicas entre los países ahora son 25% mayores debido a los efectos del calentamiento global” (Oxfam, 2023, p. 15).
A todo lo anterior, debemos sumar los recientes acontecimientos que han cimbrado nuestras vidas y han modificado para siempre la forma en que habitamos el mundo. La pandemia por Covid-19 exacerbó aún más las desigualdades entre pueblos y personas que pudieron o no acceder a servicios de salud y que tuvieron que enfrentarse a una mayor precarización. Los conflictos armados en distintas regiones del planeta, la violencia generalizada por grupos criminales o incluso por acciones estatales, la creciente movilización de grupos antiderechos, etcétera, han sumado dificultades a un fenómeno ya de por sí complejo; sin olvidar que, en todos los casos, son las mujeres, las disidencias sexuales, los grupos racializados y otras minorías quienes padecen los peores impactos.
La ecoansiedad en las juventudes universitarias
En este escenario las juventudes han tenido que desplegar sus talentos y sus sueños, pero éstos vienen invariablemente acompañados de miedos y preocupaciones. Sería poco realista esperar que, ante tales adversidades, un estudiante de 18 años que recién ingresa a la universidad o una futura egresada (ambos pertenecientes a la llamada generación Z), no miren con intranquilidad e incluso con miedo el futuro que les espera. Esta situación no es menor, dadas las consecuencias que trae consigo. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS, s. f.), actualmente 25% de la población mundial siente soledad o aislamiento, y cada año 150,000 jóvenes de entre 15 y 29 años cometen suicidio. Es por esta razón que, a todo el complejo entramado descrito, debemos sumar un nuevo elemento de análisis que está afectando la salud mental de las personas, especialmente las más jóvenes. Nos referimos a la ecoansiedad.
Jornada de reforestación, organizada por CamBio Colectivo MX y el Centro Ibero Meneses, en la Barranca Río Becerra Tepecuache, en imagen del 7 de septiembre de 2024. Foto: IBERO. |
¿Qué papel jugamos las y los docentes universitarios frente a este reto educativo? ¿Qué tipo de formación requiere, tanto profesorado como estudiantado, para resignificar un mundo aparentemente colapsado? ¿Puede la educación ambiental, de la mano con la educación socioemocional, ofrecer una mirada de esperanza frente al desasosiego?
Para leer completo el artículo “Ecoansiedad y educación superior: construir esperanza frente al colapso”, visita aquí el último número de la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, que aborda el tema “Respuestas a la crisis socioambiental desde el ámbito educativo”.
Si buscas ser un agente de cambio ante la realidad medioambiental, la IBERO ofrece la licenciatura en Sustentabilidad Ambiental, que tiene un enfoque teórico y didáctico y aporta herramientas y estrategias de aprendizaje basadas en la resolución de problemas y la vinculación con experiencias vivas y concretas, a favor del medio ambiente y la sustentabilidad.
Notas relacionadas:
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219