El Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México cumple dos décadas trabajando en la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas. Coordinado actualmente por la Dra. Margarita Núñez Chaim, el programa ha consolidado su labor a partir de cuatro líneas estratégicas que integran promoción de la hospitalidad, investigación, trabajo en red y acompañamiento a defensores.

Para conmemorar el aniversario, el PRAMI, en conjunto con la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM), presentará el próximo 28 de mayo el informe: "Acompañando caminos de esperanza: Situación de las personas defensoras de DDHH de la población migrante forzada".

Un trabajo integral de monitoreo e investigación

Desde sus inicios, PRAMI se ha dedicado a la documentación y análisis sistemático de la situación migratoria en México, enfocándose en temas como la militarización de la frontera, la criminalización de migrantes y las violaciones a sus derechos. Su trabajo de monitoreo se realiza en colaboración con más de 17 organizaciones en estados clave como Chiapas y Tabasco, así como en la Ciudad de México, donde se elaboran informes periódicos que evidencian la realidad que enfrentan las personas migrantes bajo una perspectiva de derechos humanos.

La coordinación con el Sistema Universitario Jesuita (SUJ) a nivel nacional y continental ha sido clave para ampliar el alcance del PRAMI. A través de redes como la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica y Norteamérica (RJM CANA), que conecta obras jesuitas desde Panamá hasta Canadá, se comparten investigaciones y se desarrollan iniciativas regionales para incidir en políticas migratorias que respeten los derechos humanos. Un ejemplo destacado es la participación activa del PRAMI en la revisión y actualización de la Declaración de Cartagena, que define la condición de refugiado en América Latina y el Caribe.

Fortaleciendo redes y acompañamiento en albergues

En el terreno práctico, el programa impulsa proyectos de acompañamiento y fortalecimiento de las organizaciones que trabajan en albergues para personas migrantes. Actualmente, convoca a 26 albergues en 14 estados para generar encuentros de intercambio de experiencias y buenas prácticas, especialmente en seguridad y protección frente a los riesgos que enfrentan estas poblaciones. Asimismo, colabora con la REDODEM, integrada por 23 albergues a nivel nacional, para desarrollar herramientas que faciliten la documentación cualitativa de violaciones a derechos humanos, sin interrumpir la atención urgente que brindan.

Otro proyecto relevante, es el Observatorio de Conflictos Socioambientales (OCSA), que, junto con programas de Interculturalidad y Asuntos Indígenas, y Sustentabilidad, trabaja en la actualización de una base de datos que incorpora inteligencia artificial para registrar cómo los conflictos socioambientales se vinculan al desplazamiento forzado y a la migración. Este esfuerzo busca generar un análisis profundo para publicar resultados en los próximos meses.

Un enfoque de derechos humanos y solidaridad

La historia del PRAMI está también ligada a la participación de estudiantes y colectivos, que comenzaron con apoyo directo en albergues y actividades de ayuda en vías del tren, ante situaciones de hostilidad y violencia contra migrantes. Para Núñez Chaim, la invitación a jóvenes y estudiantes es a involucrarse con una mente abierta y dispuesta a escuchar, entendiendo que la migración es un fenómeno histórico y complejo, vinculado a problemas estructurales como la desigualdad, la violencia, la pobreza y el cambio climático.

El contexto político actual, con discursos que criminalizan a las personas migrantes, exige un enfoque de derechos humanos y solidaridad. El PRAMI reafirma la importancia de derribar prejuicios y fomentar narrativas basadas en hechos para construir sociedades más justas, pacíficas y solidarias, donde las personas migrantes puedan encontrar condiciones dignas para vivir.

Este vigésimo aniversario es una oportunidad para reconocer el compromiso del PRAMI y la IBERO en la construcción de una migración digna, respetuosa y protectora de derechos humanos, contribuyendo con información, formación, acompañamiento y trabajo en red para transformar la realidad migratoria en México y América Latina.

Texto: Mariana Domínguez Batis / Fotos: cortesía del Programa de Asuntos Migratorios de la IBERO

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