Si al visitar la cancha de fútbol y la pista de atletismo de la Universidad Iberoamericana CDMX te han llamado la atención unas antenas gigantes que sobresalen de entre el verde follaje de los árboles, te tenemos noticias: la más alta que está de lado derecho es la que utiliza Radio Ibero para transmitir su señal y las del lado izquierdo forman parte de nuestra estación meteorológica.

Sí, nuestro campus cuenta con una estación que realiza mediciones y observaciones de los diferentes parámetros meteorológicos utilizando instrumentos que nos ayudan a establecer el comportamiento atmosférico y los cuales son estudiados constantemente por el Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil. 

Para conocer más del tema, conversamos con el Dr. Víctor Arvizu Piña, coordinador de la Especialidad en Energía en la Edificación Sustentable de la Ibero, quien nos explica que “nuestra estación meteorológica registra datos climáticos cada 10 minutos”.

La estación “cuenta con un sensor que monitorea la temperatura y humedad del aire, un anemómetro digital para medir la velocidad y la dirección del viento, un piranómetro para medir la radiación solar, un pluviómetro para medir la cantidad de lluvia que cae, y un barómetro para medir la presión atmosférica, entre otros”, dice el Dr. Arvizu. 

Esta información se procesa en un dispositivo que se encuentra al centro de la estación y se manda al equipo de cómputo, donde se pueden visualizar todos los datos a través de un programa, el cual es coordinado por el Mtro. Roberto Tinoco Guevara, de Ingeniería Civil.

¿Para qué se utilizan los datos de las estaciones meteorológicas?

En términos generales, la información se puede comparar con otras estaciones meteorológicas para conocer diferencias climáticas, permite hacer pronósticos meteorológicos y genera alertas específicas ante fenómenos meteorológicos que pudieran ser peligrosos.

Sobre la importancia de los datos que proporcionan las estaciones meteorológicas en el caso específico de la Arquitectura e Ingeniería Civil, el Dr. Víctor Arvizu menciona que “esta información sirve, entre otras cosas, como punto de partida para analizar las condiciones climáticas de un determinado sitio, y realizar propuestas de edificios con un mayor grado de adaptación a las condiciones del entorno. Con esto, se maximiza el confort térmico y lumínico de los espacios, la eficiencia energética, y se disminuyen costos de operación de los edificios, así como su impacto ambiental”.

¿Habías notado que nuestra Universidad contaba con estas herramientas? Compártenos tu opinión a través de nuestras redes sociales.

Por: Laura Herrera Camarillo / MYMV

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