La Dra. Sonia Hernández Cordero, académica del Departamento de Salud de la IBERO, señaló que la lactancia materna es un acto natural, pero también un proceso complejo que requiere de apoyo, mismo que debe ser dado por toda la sociedad en general, es decir, por la academia, el gobierno, la sociedad civil y personas en general.

“Tenemos una tarea importante para apoyar lo que se conoce como diada madre e hijos que requiere del apoyo desde el embarazo, con el fin de tomar una decisión adecuada sobre las prácticas de alimentación o al momento del nacimiento para establecer la lactancia, o a lo largo de los primeros años de vida para continuar con ese proceso”, explicó la especialista.

De acuerdo con la investigadora, los retos más importantes para la lactancia materna son los que están a nivel individual, es decir, la percepción equivocada acerca de que las mujeres no tienen suficiente leche y que los bebés no crecerán de manera adecuada. “Esta situación podría solucionarse si ellas tuvieran un apoyo o consejería cercana dando recomendaciones para no tener esa percepción”.

“Muchas veces el personal de salud, por falta de preparación o poco conocimiento sobre la lactancia, no tienen las herramientas suficientes para dar las recomendaciones adecuadas a las mujeres para que continúen amamantando, entonces recomiendan el uso de las fórmulas infantiles o sucedáneos de la leche materna”, dijo.

Hernández añadió que entre las principales barreras en el sector salud es la falta de conocimiento del personal para apoyar a las mujeres, así como prácticas que se realizan al nacimiento de los bebés tales como cesáreas que no son justificadas y que impiden que el proceso de lactancia inicie en la primera hora de vida como está recomendado. O el proceso de separar a la mamá del bebé o dar sucedáneos o lácteos al momento del nacimiento.

La especialista añadió que otra de las grandes barreras es el tiempo de licencia de maternidad, pues la lactancia materna exclusiva se recomienda por seis meses, pero el tiempo de licencia de maternidad es de 12 semanas.

“Es muy corto para garantizar esta práctica. Es un gran avance lo que se tiene en este derecho, pero sería necesario aumentar este tiempo. Además, una vez que las mujeres regresan al ámbito laboral, hay un ambiente amigable para que puedan continuar con la lactancia”, dijo.

Del 1 al 7 de agosto, se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNICEF en 1992. Surge como una manera de conmemorar la firma de lo que se conoce como Declaración de Innocenti, en donde se establecen todas las acciones, políticas e intervenciones que se deben hacer para promover y proteger la lactancia materna.

Al respecto, la académica destacó que cada año se conmemora esta firma y de lo que se trata es de una campaña global para crear conciencia sobre la importancia de este tema como una estrategia de salud a nivel individual y poblacional. Cada año, la Semana Mundial de la Lactancia tiene un tema central y para este 2021 el lema es: La lactancia es una responsabilidad de todos.

Lactancia y COVID-19

Para la ENCOVID19 correspondiente a julio del 2020 se preguntó si una mamá con COVID-19 debería amamantar a su bebé. De acuerdo con los datos, el 67.3% de los entrevistados dijo que ‘no’; mientras que el 20.3% aseguró que ‘no sabía’ y sólo el 12.4% dijo que ‘sí’.

Según la encuesta, en hogares de menor nivel socioeconómico hay un mayor desconocimiento sobre la conveniencia de la lactancia materna:

• 73.9% creen que no debe darse.
• 17.0% no sabe.
• 9.1% que sí debería darse.

Entre las principales razones mencionadas para no dar lactancia en madres con COVID-19, el 44.3% mencionó que el virus se transmite por la leche materna y 14.4% que la mamá debe estar aislada.

Al inicio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó la transmisión de COVID-19 por ingesta de leche materna, pues hasta el momento no se ha encontrado activo el virus del nuevo coronavirus en la leche de ninguna madre.

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Valentina González/ICM